Alexandra Ulmer - Agencia Reuters
La convulsionada Venezuela parece estar cayendo en una etapa más volátil después de que fuerzas antigubernamentales robaran armas durante un asalto a una base militar, mientras aumenta la frustración con un ineficiente liderazgo opositor.
La instalación de la asamblea constituyente, pese al rechazo en casa y en el exterior, ha dejado a muchos venezolanos con la sensación de que no hay más opciones democráticas para oponerse a Nicolás Maduro.
El ataque podría invocar el fantasma de una rebelión o aumentar los niveles de violencia en el país, que atraviesa una crisis económica y situaciones de caos.
Muchos opositores radicales se sintieron traicionados cuando sus líderes pospusieron una protesta la semana pasada. Y la treintena de partidos de oposición no acuerda si participar o no en elecciones de gobernadores a fines de 2017. Los funcionarios militares de menor rango están descontentos con los bajos salarios y la corrupción en sus filas, pero los altos mandos continúan apoyando a Maduro.