El día que velaron a Marco Antonio Nazur, acribillado a balazos en agosto de 2015 en la Plaza Alberdi, su hijo más chico cumplía dos años. “Quiero que el mensaje para mis hijos, que quedaron huérfanos, es que todos tienen que pagar sus responsabilidades”, dijo su viuda, Verónica Galván, de cara al juicio oral que comenzará hoy contra el ex policía federal Marcelo Acosta por el crimen.
El 7 de agosto de ese año, Nazur viajaba en su Ford EcoSport con Cecilia Fabiana Figueroa, compañera de trabajo en el hospital Avellaneda. “Iban al gimnasio. Acosta, ex pareja de Figueroa, les cruzó un auto y luego se bajó. Con el arma reglamentaria le pegó 11 balazos y también le disparó a ella. Él creía que eran amantes, aunque en la causa no exista ningún indicio que nos haga pensar que lo eran”, explicó el abogado Álvaro Zelarayán, uno de los querellantes que tendrá la causa. Es que el ex efectivo será acusado también por su ex, por lesiones con arma de fuego, y por el fiscal de Cámara Carlos Sale, en representación del Estado. Se espera que el funcionario pida la pena máxima, porque ya le negó a Acosta tener un juicio abreviado con una pena de 25 años de prisión.
Según Zelarayán, Acosta escapó del lugar, manejó hasta su lugar de trabajo, puso el arma sobre la mesa de entrada y confesó: “acabo de matar al amante de mi mujer”. Fue la última vez que estuvo libre. En ese momento, la fiscala Adriana Giannoni le pidió la detención y posteriormente la prisión preventiva por dos años.
Una familia destruida
“Joaquín cumplía dos años cuando velamos a su papá. Julieta, que tenía cuatro, transitaba una etapa de enamoramiento con su padre. Ambos pasaron por un momento de inmunodepresión; él incluso tuvo que pasar un tiempo internado por su salud. Yo tuve que sacar fortalezas de donde no había por ellos”, lamentó la mujer que perdió a su marido esa noche. “Con Marco teníamos muchas expectativas a futuro. Llegar al juicio me hace revivir todo, pero pido la máxima condena para el responsable de este crimen”, añadió. Su abogado agregó que acusará a Acosta por homicidio agravado por alevosía y pedirá cadena perpetua.
Sin embargo, Galván cree que aún así no se pagarán las culpas del caso. “También pido la condena social y divina para ella (Figueroa), porque es considerada una víctima, pero no preservó a mi marido. Ella sabía que su ex era violento y debería haber frenado, fuera cual fuera, esa relación”, acusó.
El caso estará en manos de los jueces Alfonso Zóttoli, María Elisa Molina y Gustavo Romagnoli, quien estará reemplazando a Pedro Roldán Vázquez.