El ingreso de Lucas Martín Moreno (16) al hospital Avellaneda fue caótico. “¡Un médico, una camilla, auxilio!”, gritaron los motociclistas que lo llevaron hasta la guardia, antes de esfumarse; es que adentro, según cuentan las fuentes, un grupo de hombres los había reconocido como los presuntos atacantes de un rondín. Cuando los médicos corrieron hacia Moreno, vieron que el adolescente estaba muerto y había sido atacado a balazos.
El primer episodio de la historia ocurrió ayer, alrededor de las 6. Un llamado al 911 indicó que en la zona de República del Líbano y Colombia se estaban escuchando tiros. “Más de tres fueron seguro. Pero obviamente, no salimos a ver”, explicó a LA GACETA Gustavo, un vecino de la zona. María, su esposa, agregó que algunos vecinos comentaron luego que cuatro motociclistas en dos rodados habían encerrado a uno de los rondines de la esquina. En efecto, cuando los efectivos llegaron al lugar, encontraron al vigía Nelson Ramayo (20), con un tiro en el tórax.
Ramayo fue trasladado al hospital Avellaneda por una ambulancia que fue seguida de cerca por compañeros del joven herido. Estos, según fuentes policiales, fueron los que comenzaron a gritar cuando vieron llegar al adolescente sin vida. “Ellos son los atacantes”, habrían vociferado en la guardia. Los aludidos sólo atinaron a acelerar.
Poco después, los médicos dijeron que el vigía necesitaba un tratamiento más complejo y fue derivado al Centro de Salud, donde lo estaban esperando en un quirófano. Según los documentos oficiales, recibió un balazo que le causó un orificio al ingresar y otro al salir de su cuerpo. Resistió a la operación y su testimonio será fundamental para aclarar algunos puntos oscuros de la historia.
Las incógnitas
El adolescente había fallecido y sus acompañantes habían escapado, por lo que los policías no podían saber adónde había sido herido, pero los testigos juraron que los prófugos eran los atacantes del rondín. Además, se movilizaban en dos motos como las que habían sido vistas en la calle Colombia. Sin embargo, aún restaba conocer el porqué.
En la esquina la policía halló el fragmento de un proyectil calibre 11.25 y una vaina de calibre 22, por lo que en el lugar se habían disparado, al menos, dos armas de fuego. Con todo, aún resta saber si se trató de un enfrentamiento o un robo. “No creo que el fallecido haya sido baleado por el rondín. Estos serenos no usan armas”, comentó el vecino Alan Cabrera a LA GACETA.
Intervienen en el caso el fiscal de turno, Arnoldo Suasnábar, y la división Homicidios, a cargo de Hugo Cabezas, donde se cree que se trató de una tentativa de robo. Según una de las hipótesis, los motociclistas habrían intentado asaltar al grupo de rondines -eran cinco- y estos se resistieron. Una fuente tribunalicia agregó que el padre del joven asesinado les comentó que su hijo había salido a bailar con unos amigos a un boliche de la avenida Ejército del Norte. También habría comentado que en el último mes, el joven había pasado poco tiempo en la casa y que (al padre) no le gustaban sus amistades.
Vigías aprehendidos
Por este caso se encuentran aprehendidos los cinco vigías y un joven de 19 años que llegó al mediodía al Centro de salud herido en la pierna; un balazo le había ingresado por un glúteo y le había salido por la rodilla.
Si bien dijo que había sido víctima de un robo, Homicidios lo aprehendió porque se cree que estaba con Moreno y otros dos hombres durante el enfrentamiento. La investigación estuvo conducida por los oficiales Juana Estrequiño, Gastón Juárez y Emanuel Zamorano.
Descartados
Al mediodía también ingresó al hospital Avellaneda un hombre de 32 años, que juró que le había disparado un tal “Gasparín” en Thames y Uruguay; Si bien se investigó si estaba relacionado con el homicidio, se lo descartó. Por último, un muchacho de 23 años que había salido del mismo boliche al que habría ido Moreno llegó al hospital Padilla con un tiro en la espalda. Fuera de peligro, contó que se topó con una pelea en el cruce de las avenidas Belgrano y Ejército del Norte. En ese momento, según su versión uno de los contendientes sacó una pistola y comenzó a disparar. También se descartó que este tuviera alguna relación con el crimen.