ESTADOS UNIDOS.- Tras meses de secretismo y protestas en Estados Unidos, la mayoría republicana presentó ayer en el Senado su proyecto de ley para desmantelar la histórica reforma de salud del ex presidente Barack Obama, un texto que propone desfinanciar la asistencia médica estatal a los más pobres y eliminar los impuestos a los ricos creados por el Obamacare.
Uno de los primeros en rechazar el texto republicano fue el propio Obama. “El proyecto del Senado no es un proyecto de salud pública. Es una masiva transferencia de riqueza de las familias pobres y de clase media a las personas más ricas de Estados Unidos”, sentenció.
“Dicho de manera simple, si hay una posibilidad de que te enfermes, envejezcas o empieces una familia, entonces este proyecto te lastimará. Y pequeños cambios en el curso de las próximas semanas, realizados sólo para hacer este proyecto digerible, no modificarán la maldad fundamental que yace en el corazón de esta ley”, agregó.
Con mucha dificultad y después de un intento fallido en marzo pasado, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, con el apoyo explícito del presidente Donald Trump, dio media sanción el mes pasado a un proyecto de ley para reemplazar al llamado Obamacare, un modelo que incluyó a 20 millones de ciudadanos que no tenían cobertura médica y amplió la intervención del Estado en el sistema de Salud.
Pese a tener una amplia mayoría en la Cámara Baja, los republicanos sólo consiguieron aprobarla por unos pocos votos. Tras semanas de negociaciones y reuniones secretas del grupo de 13 senadores que redactaron el proyecto, encabezados por el líder de la mayoría republicana en la cámara alta, Mitch McConnell, el oficialismo publicó el borrador, de 142 páginas, en la página web del Comité Presupuestario.
El texto presentado por McConnell incluye fuertes recortes al programa Medicaid -destinado a personas de bajos ingresos- y da a los estados flexibilidad para dejar de ofrecer coberturas garantizadas por el sistema Obamacare, como la maternidad o tratamientos relacionados con la salud mental.
Además, elimina impuestos y mandatos de Obamacare, entre ellos la obligatoriedad de adquirir cobertura médica, pero contiene un sistema de subsidios para ayudar a los ciudadanos a comprar un seguro al estilo de la reforma de 2010, pero menos generoso y menos costoso para el gobierno federal.
El proyecto es similar al aprobado en la cámara baja, un texto que analistas concluyeron que beneficia a los más ricos, los más jóvenes y los habitantes de las grandes ciudad. (Télam)