El intendente de la capital arremetió contra el gobernador de la provincia por la denuncia Judicial que realizó el Subsidio de Salud contra la Municipalidad. “Me gustaría un gobernador que tenga la mirada de un estadista y no la de un puntero en pleno proceso electoral”, disparó Germán Alfaro (Acuerdo para el Bicentenario-Cambiemos) contra Juan Manzur (Frente para la Victoria-PJ). El jefe municipal remarcó que, incluso, recibe destratos por parte del mandatario provincial.
El Subsidio de Salud, que encabeza el interventor Fernando Avellaneda, demandó la semana pasada a la Ciudad por $ 32,4 millones en concepto de contribuciones patronales y aportes personales que la gestión de Alfaro adeuda por los meses de junio, julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2015. Pero el monto, actualizado, llega a $ 52 millones.
“El incumplimiento de la Municipalidad en el depósito de los fondos produce un perjuicio a todos los afiliados de la obra social y demás áreas de subsidios y seguros (Sepelio, Fallecimiento, Maternidad). (...) Efectuando un esfuerzo de dimensiones inconmensurables, en ningún momento el Ipsst dejó de prestar la plenitud de sus servicios a los afiliados empleados de la Municipalidad deudora, asumiendo una carga excesivamente onerosa con riesgo de desfinanciación del sistema. La situación que denunciamos adquiere una gravedad inusitada si se considera que los aportes personales no ingresados han sido efectivamente descontados de los haberes de los empleados de la Municipalidad en tiempo oportuno”, explica el escrito presentado por Lucía Rodríguez Martín, apoderada del Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán (Ipsst).
Alfaro insistió en que, si bien el Subsidio de Salud es un ente autárquico provincial, la denuncia responde a una represalia. “Quisiera tener un gobernador que cuide la ciudad, un gobernador que proteja a la ciudad, este es un gobernador que tiene un presupuesto de $55.000 millones. La Municipalidad tiene un presupuesto de $ 3.200 millones. Tengo un gobernador que quiere cobrarle a la Municipalidad lo que a él le financió la Nación por los aportes patronales y personales, y con un año de gracia”, cuestionó Alfaro, tras una recorrida oficial.
“Resulta que (Manzur) a nosotros nos hace un juicio. Quiero un gobernador más por encima de todas las cosas, más paternalista. También el Estado provincial es una familia. El gobernador es el padre y los municipios un poco somos los hijos. El gobernador nos maltrata”, insistió el jefe municipal.
Los cortocircuitos entre Alfaro y la Provincia se produjeron fundamentalmente en el plano económico. El primer reclamo del jefe municipal fue por las deudas cruzadas que la Municipalidad y la Provincia se exigían. Luego de meses de negociaciones, Manzur refinanció al municipio una deuda de $ 296 millones a 20 años, con dos años de gracia. La segunda queja de Alfaro fue cuando, alineado con los otros tres intendentes del ApB-Cambiemos (Roberto Sánchez en Concepción, Mariano Campero en Yerba Buena y Sebastián Salazar en Bella Vista), había exigido una reforma al régimen de Coparticipación nacional y provincial. El conjunto solicitaba aumentar la cantidad de impuestos que se redistribuían entre las administraciones, como también los porcentajes de la distribución.