Luego de la polémica, el menor que arrolló a Paula está en el Roca

Fue un día de idas y vueltas. De reuniones, allanamientos y estudios médicos. Pero recién después de las 19, el menor que está acusado de haber arrollado a Paula Argañaraz, fue alojado en el Instituto Roca por orden de la Justicia. Ese fue el desenlace de una historia que llevó más de 21 horas en tener un final y a casi una semana de que se produjera el percance.

El domingo a la madrugada, la joven estudiante de medicina fue arrollada por un vehículo en avenida Aconquija al 1.100 y el conductor huyó del lugar. El lunes, Arnaldo Ahumada y Fernanda Battig, defensores de la odontóloga Maria Berta Poliche, se presentaron ante la Justicia para informar que ella manejaba el auto. El martes, acorralada por el fiscal, la mujer decidió no hacerse cargo del percance. El miércoles, los abogados dijeron que el conductor era el hijo de la odontóloga, versión que ratificó el jueves ante el fiscal Diego López Ávila.

El viernes fue un día interminable. Por un lado, la Cámara de Apelaciones, por un hábeas corpus solicitado por la defensa del adolescente, le ordenó a la jueza Judith Solórzano que definiera si lo enviaba al Roca o le permitía que se instalara en la casa de un pariente en el mismo country donde vive su madre. Ante este planteo, la magistrada decidió que fuera López Ávila el que tomara la decisión.

El fiscal, enterado de la situación, presentó otro escrito a la Cámara de Apelaciones declarándose incompetente y le pidió que, como autoridad superior, le ordene a la jueza de Menores que resuelva el problema. El tribunal, integrado por los jueces Liliana Vitar, Eudoro Albo y Enrique Pedicone, le dio la razón a López Ávila y además dispuso que no tenga en cuenta la posibilidad de alojarlo en una casa del pariente en el mismo country donde reside con su madre, tal como lo habían resuelto los mismos jueces el viernes cerca del mediodía.

Ese fallo tampoco llevó tranquilidad a ninguna de las partes de este conflicto. Enterado de la resolución, Battig se llegó hasta el juzgado de Solórzano para preguntar cómo seguirá la causa y a poner a disposición de la Justicia al adolescente. Allí se enteró de que la magistrada ya había ordenado a la Policía realizar un allanamiento en el country de Yerba Buena.

Minutos después se produjo una insólita situación. Mientras el menor, su padre y los defensores esperaban ser atendidos por la jueza, los uniformados golpeaban la puerta del domicilio de la odontóloga para anunciar que debían llevar a su hijo al Roca.

Ese incidente generó una fuerte tensión entre ambas partes, que sólo desapareció cuando la magistrada aceptó entrevistar al acusado de lesiones culposas agravadas, con un psicólogo, un asistente social y los padres del chico. “Este es un encuentro que debió haberse realizado el miércoles y no tres días después y casi por obligación. Debería haber escuchado a los profesionales y después tomar una decisión”, explicó Ahumada.

El defensor, después de haber finalizado la entrevista, también señaló que no sirvió de mucho ese encuentro. “Los profesionales dejaron en claro que no era conveniente que sea alojado en el Roca. Dejaron por escrito su opinión, pero la jueza tampoco les hizo caso. Por eso mi defendido se hizo los estudios médicos correspondientes y se presentó en el Roca. Ahora trabajaremos para sacarlo de ahí cuanto antes”, concluyó el profesional.