La UNT aparece rezagada en un ranking de universidades

Los rankings son desafiantes. Ocupar un lugar en una clasificación -más aún si es mundial- obliga a reflexionar. No importa si estás último o primero, entre los 10 mejores o entre los más rezagados. Interpela hacia adentro y compara hacia afuera. Hace unos días se conoció el resultado del Ranking QS World que realiza la consultora internacional Quacquarelli Symonds (QS), un proveedor mundial de información y soluciones de educación y carreras.

A la cabeza, por sexto año consecutivo, se ubicó El Instituto de Teconología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), seguido por otras tres universidades de Estados Unidos (Stanford, Harvard y el Instituto de Tecnología de California). Entre las 10 primeras figuran instituciones de Estados Unidos, de Inglaterra y de Suiza.

Casos cercanos

La Universidad de Buenos Aires (UBA) figura en el puesto 75 dentro del ranking. Ascendió 10 puntos respecto de años anteriores. Se ubica como líder de Iberoamérica. Por detrás le siguen la Universidad de San Pablo (puesto 121), la Universidad Nacional Autónoma de México (122) y la Universidad Católica de Chile (137).

En el caso de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), la situación es opuesta. La casa fundada por Juan B. Terán se encuentra entre las 800 y 1.000 universidades (se clasifica por bloque) en el contexto mundial y en el puesto 82 de Latinoamérica. En 2016, la UNT se encontraba a partir del 701 (en el mundo) y 108 en Latinoamérica en 2015. Hay algunos datos que llaman la atención porque contabilizan solo 2.339 educadores (el cuerpo docente alcanza los 5.000) y 53.915 estudiantes (actualmente, son unos 70.000).

Algo similar ocurre con la Universidad Tecnológica Nacional que está ubicada en el mismo bloque que la UNT en el mundo (entre 800 y 1000) y en el puesto 90 de Latinoamérica.

Es la 14º edición de este ranking y sitúa a más de 950 universidades de 84 países diferentes. El ranking este año incluyó a 43 instituciones más de todo el mundo. Toma como parámetros seis indicadores: reputación académica, la reputación del empleador sobre sus graduados, la relación entre facultad-estudiante, citas por facultad, relación en el contexto internacional y proporción de estudiantes internacionales.

Con lupa

La rectora de la UNT, Alicia Bardón, opinó que los rankings deben reflejar la realidad y esto a veces se torna demasiado complejo.

“Todo depende de las variables que se usen para hacer los cálculos. Por ejemplo, a nosotros nos sucede que muchos investigadores que publican en revistas con referato lo hacen como Conicet, cuando muchas veces lo hicieron en la universidad. Si esto no está consignado, entonces la UNT no aparece”, indicó.

Otro punto a tener en cuenta -dijo la rectora– es que en el caso de los graduados que no están colegiados, todavía se está terminando de armar un censo para conocer la inserción laboral. Este es otro indicador que puede computar a la hora del puntaje. “Nosotros a eso no lo tenemos todavía evaluado”, aclaró.

Según Bardón, este tipo de ranking les sirve a las universidades que se pelean por tener alumnos debido a que cobran altos aranceles. Una buena posición, ejemplificó, es sinónimo de más interesados en inscribirse en esas unidades.

“Creo que se debe comparar con los que se parecen entre sí. No con las que reciben millones de dólares al año y pueden pagar los mejores científicos del mundo, tener equipamiento tecnológico y desarrollar equipamiento médico a partir de prototipos”, reflexionó. El sistema universitario argentino -sostuvo- depende mayormente del Estado. “Las universidades más grandes, además, se cimientan en tres grandes pilares: educación, ciencia y lo social. No siempre los indicadores que se toman son esos”, agregó. Mencionó que la UNT es la que mayor cantidad de escuelas secundarias tiene del país y que desarrolla programas sociales. “Un ranking no es tan fácil de armar si no explicás qué evaluás”, completó.