Si el año 2017 terminara mañana, o incluso hoy mismo, Gladys “La Bomba” tucumana podría alzar sus copas hasta el cielo y gritar que este ha sido su año. Es que la cantante tropical pasó de la opaca calma de los shows privados, en Tucumán y en todo el país, al brillo deslumbrante de los flashes y de la parafernalia televisiva. Gladys está como quiere: hoy debuta con Marcelo Tinelli en “Bailando por un sueño” y el martes a la noche subió al escenario de los Premios Gardel para recibir el galardón por Mejor Álbum Artista Femenina Tropical. La sonrisa de Gladys “la exuberante”, de Gladys “la morena”, a esta altura es incontrolable.
Hace unos meses le anunciaron que formaría parte de la enorme colección de figuras que integran el “Bailando”, en ShowMatch. Para cada quien ese programa tendrá una connotación diferente, pero lo indiscutible es que se trata de la más formidable manera de entrar a la casa de la abrumadora mayoría de hogares argentinos. Porque su aparición no será únicamente en la pantalla de Tinelli cuando le toque mostrar sus gracias como bailarina; cuando terminan las coreos, comienza la gira por todos y cada uno de los programas de chimentos y espectáculos de la TV. Su partenaire en el certamen será el bailarín Facundo Arrigoni.
“En el Bailando voy a representar a todas las mujeres reales”, prometió. “(Gilda) hubiera sido una más del montón, no una número uno como llegó a ser” , polemizó. “Tengo fantasías sexuales con Hernán Piquín y con Marcelo Tinelli; me gusta usar tanga y el hilo dental; si tuviera que vender mi cuerpo ganaría más plata con mi cola y con mis pechos”, escandalizó. Es que Gladys entendió rápidamente que en ese medio hay que hacer explotar bombas casi a diario para mantener el fuego encendido. A ella le sale con la misma naturalidad adorable con la que se emociona al cantar el himno en un escenario tucumano. Gladys sigue siendo Gladys, más allá y más acá de las alfombras rojas.
Gladys Jiménez, coronada como la reina de las bailantas, ha cumplido en abril 52 años y cuenta 30 como artista tropical. Su vida romántica ha estado signada por el matrimonio con “El príncipe” Ariel, con quien ha tenido a su único hijo, Santiago Ariel Griffo, el primero un emblema y el segundo una gran promesa de la movida cuartetera en Córdoba. Ahora está en pareja con un futbolista al que duplica en edad.
Nunca ha tenido problemas de hablar se sus éxitos, de sus fracasos, de sus alegrías y de sus llantos con la misma intensidad y transparencia. También ha relatado con toda humildad sus sacrificios para llegar a dónde está, con caravanas de 20 shows en una noche, la ruta, el cansancio, la droga que le pasaba por el costado y ella tan chiquita...
Y en medio de toda inyección de adrenalina, de esta montaña rusa de reconocimientos y aplausos, Gladys recibió el Premio Gardel por su último álbum que, sin lugar para las casualidades, se titula “Cosecharás tu siembra”.