El dilema: ¿quien sustituye a Temer en Brasil?

El dilema: ¿quien sustituye a Temer en Brasil?

En la coalición de Gobierno no encuentran un reemplazo claro al cuestionado presidente.

SILLA VACÍA. Temer, cada vez más solo, insiste en que no renunciará. reuters SILLA VACÍA. Temer, cada vez más solo, insiste en que no renunciará. reuters
28 Mayo 2017

BRASILIA.- Miembros clave de la coalición de Gobierno de Brasil tienen dificultades para encontrar un candidato consensuado que reemplace a Michel Temer si el presidente se ve obligado a abandonar su cargo por una investigación de corrupción que involucra a decenas de políticos y dirigentes empresariales. Temer, un político de centroderecha, se ha negado a renunciar a pesar de las acusaciones de que avaló un esquema de soborno, pero muchos aliados dicen en privado que ya no puede gobernar la economía más grande de América latina y lograr la aprobación en el Congreso de medidas esperadas por el mercado.

Algunos expertos dicen que las propuestas para flexibilizar el mercado de trabajo y aumentar la edad de jubilación tienen pocas posibilidades de recibir luz verde hasta que se instale un nuevo gobierno después de unas elecciones.

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El mandato de Temer, que sucedió a Dilma Rousseff después de un juicio político a la mandataria de izquierda en 2016 por incumplir las normas presupuestarias, termina a fines de 2018. Si dejara el cargo antes de tiempo, el Congreso nombraría a un nuevo presidente para terminar el mandato.

El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, y un ex presidente, Fernando Henrique Cardoso, figuran entre los posibles sucesores. También se menciona al senador Tasso Jereissati, líder provisional del Partido Socialdemócrata Brasileño de centro-derecha (PSDB), y Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados. Pero la mayoría de los políticos con la influencia necesaria para ayudar a estabilizar la nación, sumida en su peor recesión histórica, también están bajo investigación en la llamada “Operación Lavado de Autos” o han sido vinculados a compañías que pagaron sobornos.

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“Necesitamos a alguien que pueda pacificar el país y abrir un diálogo con todas las partes. No tenemos a nadie así en el Congreso”, afirmó un legislador de los Demócratas, un partido de la coalición de Temer. El legislador, que pidió el anonimato para hablar libremente, dijo que los líderes políticos están lejos de llegar a un consenso sobre quién reemplazaría a Temer.

Una transición desorganizada plantea el riesgo de un vacío de poder que podría perjudicar a una economía que se espera que salga de la recesión este año.

La Corte Suprema aprobó una investigación sobre Temer basada en testimonios tras un acuerdo de delación compensada con ejecutivos de JBS SA, el mayor procesador de carne del mundo. Los empresarios admitieron haber pagado decenas de millones de dólares en sobornos a casi 1.900 políticos en los últimos años.

Los mercados han apostado fuertemente a que el gobierno de Temer pueda aprobar políticas de austeridad consideradas necesarias para frenar un déficit público de más del 10% del Producto Bruto Interno (PBI). Las medidas son en gran medida impopulares entre los brasileños. El mercado bursátil de Brasil cayó cerca de 9% la semana pasada después de que aparecieran las acusaciones de soborno que afectan a Temer, lo que supone la mayor pérdida diaria desde la crisis financiera mundial de 2007-2009. La moneda de Brasil también se hundió, aunque ha recortado las pérdidas.

Entre las pruebas publicadas por la Corte Suprema se encontraba una conversación secreta entre Temer y Joesley Batista, el multimillonario propietario de JBS, en la que Temer parecía dar, presuntamente, su bendición a comprar el silencio de un posible testigo en la Operación Lavado de Autos.

Opción “sensacional”

Meirelles, uno de los favoritos de los inversores que asumió el año pasado al frente del Ministerio de Hacienda y dirigió el Banco Central de Brasil bajo la presidencia de Luiz Lula da Silva, es considerado como uno de los principales candidatos a reemplazar a Temer.

Pero también ocupó brevemente la presidencia del holding que controla JBS y había asesorado a la compañía en la creación de su filial Banco Original. Meirelles no ha sido acusado de ningún delito y ha dicho que no tuvo un papel directo en las decisiones de JBS. “Meirelles puede permanecer como ministro de Hacienda, pero no hay ninguna posibilidad de que sea presidente”, indicó un dirigente del PSDB, el tercer partido más grande de Brasil, que está en la coalición de Temer. La mayoría de los legisladores de la coalición y asesores del Congreso están de acuerdo en que un nuevo gobierno provisional debe mantener al equipo de Meirelles con el fin de garantizar la continuidad de las políticas económicas.

Un miembro del equipo económico expresó que él y la mayoría de sus colegas estaban dispuestos a continuar si Meirelles les pidiera que lo hicieran bajo una nueva administración. El dirigente del PSDB, que pidió el anonimato porque su partido aún no ha decidido romper con Temer, agregó que Cardoso, que lideró Brasil de 1995 a 2003, podría ser una opción “sensacional”. El nombre de Cardoso, miembro fundador del PSDB al que se le atribuye la estabilización de la economía en la segunda mitad de la década de los 90, también apareció en la investigación sobre corrupción. Él ha negado que hubiera cometido delito alguno y no expresó ningún interés en volver a la primera línea política.

El PSDB también está considerando a Jereissati, su presidente provisional. Otra alternativa sería Maia, el presidente de la Cámara baja que asumiría la presidencia por un período de 30 días en caso de destitución o dimisión de Temer. El Congreso elegiría a un nuevo presidente durante ese tiempo.

Defensor de la agenda económica del gobierno, Maia también está siendo investigado por las autoridades por recibir presuntamente sobornos de Odebrecht, una constructora en el centro de la investigación sobre corrupción. También ha negado haber cometido delitos.

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