Referentes del arco económico de la provincia coincidieron en que los efectos de Brasil, a raíz de la crisis política y económica y las depreciaciones del real y el peso argentino, no se sentirán de manera inmediata en Tucumán, en particular, en el sector exportador.
“Buenos Aires es la vidriera y en el interior de la Argentina los movimientos son más lentos porque la sofisticación financiera no es tan importante, como sí lo es en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y al no haber sofisticación financiera, no se registran movimientos automáticos, no se reacciona rápidamente ante la situación externa", dijo el economista Eduardo Robinson.
"Tiene que haber una crisis internacional más profunda para que esto se refleje en Tucumán y en el resto de las provincias”, agregó el especialista.
Un derrumbe de los mercados brasileños por dudas sobre el futuro del presidente Michel Temer en el poder, lideraba las bajas en América Latina hoy. Se sumó a un clima convulsionado para los activos de riesgo, en general, debido a la agitación política en Estados Unidos (EEUU), consignó la agencia Reuters.
Brasil es uno de los principales destinos de los productos tucumanos exportados. En 2016 se ubicó en el segundo puesto del ránking local, detrás de EEUU. El comercio exterior provincial alcanzó el año pasado U$S 123 millones, de los cuales U$S 85 millones pertenecieron al rubro autopartes (liderado por Scania).
La oferta exportadora incluyó al Trigo, con ventas por alrededor de U$S 10 millones; poroto, por unos U$S 8,5 millones; maíz, por U$S 3 millones; aceite esencial de limón, por U$S 2,1 millones; disyuntores, por U$S 1,7 millón; y arándanos (fruta fresca y congelada) y frutilla (congelada), por U$S 1,2 millón. El resto se distribuyó en otros artículos de menores participaciones, de acuerdo a datos del Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP).
“Todo es muy temprano. Nadie sabe qué pasará, todo sigue igual”, dijo un gerente de una importante empresa exportadora provincial, con respecto a los perspectivas sobre Brasil.
En la misma línea, Fernando Martorell, coordinador de Comercio exterior del IDEP, afirmó que la situación brasileña no tendrá una importante incidencia. “Se siente más cuando hay una recesión. Scania es el termómetro de lo que pasa en el país vecino, el resto son productos de consumo masivo”, explicó.