El narcotráfico fue el primer tema que introdujo ayer en el debate la testigo de identidad reservada. La mujer señaló que conoce los movimientos que realizaban porque el padre de su hijo había formado parte del negocio. Dijo que el “clan Ale” comercializaba cocaína, marihuana y “paco”. También indicó que la cocaína era fraccionada en una finca ubicada en Leales, propiedad de Ángel “El Mono” Ale, aunque reconoció que nunca visitó ese lugar.
En cuanto a la distribución de esas sustancias, la testigo hizo referencia a una mujer apodada “La Gorda Zulema” y aseguró que esta se encargó de esa tarea hasta 2009 aproximadamente. “Era la líder, la que se encargaba de que la droga se distribuya. A su vez tenía empleados que hacían el menudeo y apretaban gente”, aseguró.
“Distribuían la droga en todo el interior de la provincia, pero lo más fuerte era la capital”, siguió contando la testigo. Cuando se le pidió que nombrara a algunos de los distribuidores, la mujer mencionó al imputado César Marcelo Manca, a un tal “Geniolcito”, a un tal “Gallinita”, a un tal “Loco Dante”, a “PC” Rivas y a Sergio Gustavo “Flay” Roldán, líder de una de las facciones de la barra brava de San Martín.
En cuanto a “La Gorda Zulema”, la testigo indicó que esa mujer continúa dedicándose al narcotráfico. “Se independizó de los Ale cuando estos fueron procesados y fue tomando más poder; hoy tiene el mismo peso que tenía Rubén “La Chancha” Ale en su momento”, afirmó.