Peña reivindicó a Cano y afirmó que la Nación logró construir una relación de trabajo con Manzur
En la segunda edición de “Panorama Tucumano”, el programa de LA GACETA TV, se presentó una entrevista con el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña. Los periodistas Federico van Mameren y Carolina Servetto conversaron con el funcionario acerca de los fundamentos del Plan Belgrano y del escenario político en Argentina. Peña fue cauto al opinar sobre la ex presidenta, Cristina Fernández, y habló sobre su relación con el gobernador Juan Manzur.
- ¿Qué pasa con el Plan Belgrano? ¿Por qué algunos oficialistas dicen que no ayuda tanto al norte?
- El Plan Belgrano viene a reparar una deuda histórica de décadas en nuestro país. Deuda de nuestro Gobierno nacional, pero también de nuestro país en general, con los argentinos del norte del país. Falta infraestructura social, falta infraestructura productiva, no vale lo mismo producir que en otros lugares del país. Lo primero a entender es que si falta (todo eso) es porque los anteriores no lo hicieron. En muchos de estos casos, el peronismo viene gobernando hace décadas en estas provincias, y esas obras no se hicieron. Y tampoco las están haciendo necesariamente los gobiernos provinciales: las está haciendo el Gobierno nacional a partir de una decisión política del presidente (Mauricio) Macri, de comenzar esa reparación histórica.
- Pero cuando aparecen los fondos de reparación para Buenos Aires, da la sensación de que volvemos atrás...
- La realidad es que son temas distintos. Una cosa es el plan de infraestructura para el norte del país. Ese plan está pensado en función de una mirada productiva para que generemos trabajo. Esa es una discusión. La otra discusión tiene que ver con los problemas de la coparticipación, y en particular con una realidad de la provincia de Buenos Aires, que es el fondo del conurbano bonaerense, diseñado y aprobado para el conurbano bonaerense, y va a todos lados menos a la provincia de Buenos Aires. Esa es una realidad que hemos recibido y estamos tratando de corregir. Tratamos de ordenar ese descalabro fiscal que tiene nuestro país, pero no altera para nada la prioridad de trabajar para el norte.
- Cano dijo que el Gobierno de la provincia no presenta proyectos efectivos y que por eso no están llegando las obras necesarias a Tucumán. ¿Esto es así? ¿Cómo lo ven en la Nación?
- La velocidad de la implementación también tiene que ver con la capacidad, o no, que tuvo el Gobierno provincial de tener proyectos; y también, muchas veces, de los municipios. No es lo mismo un municipio que tiene una cartera de proyectos que un municipio que no ha desarrollado la capacidad para eso. Hay que entender que venimos de años de mucha inversión pública o de muchos fondos públicos, pero que no se tradujeron en capacidades del Estado a través de los concursos, a través de la lógica de un Estado que se prepara para invertir y no solamente para tomar empleados públicos.
- Cuando se piensa electoralmente, aparecen primero Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe... Y Tucumán, ¿qué es electoralmente?
- Desde el Gobierno, pero también desde Cambiemos, tenemos una mirada profundamente federal. Nos importa trabajar y desarrollar una alternativa en cada rincón del país. Y en particular Tucumán es una provincia muy grande. Ha sido una provincia donde ha habido un debate político muy rico en los últimos tiempos, donde ha habido polémicas y tensión.
- ¿El conflicto electoral que se suscitó en Tucumán en los comicios de agosto de 2015 le fue útil a Cambiemos? Creo que aquella discusión fue un llamado de atención a la fiscalización y a un proyecto de reforma política.
- Sin dudas, el país está en deuda. Independientemente de lo que uno puede valuar, del accionar de cada uno, lo que está claro es que el sistema electoral que se está usando no es un sistema que promueva la transparencia. Eso tenemos que cambiarlo; es un mandato claro de la sociedad que pide que se vote de una manera más transparente. Tiene media sanción en el Congreso un proyecto de reforma para introducir la boleta única electrónica. Lamentablemente, no se llega (con ese mecanismo) para esta elección (de octubre) pero queremos seguir insistiendo. Se puede dilatar un poco, pero tarde o temprano eso va a ocurrir. Creemos que en la próxima elección ejecutiva eso va a estar presente en todos lados.
- ¿Cómo llega Cambiemos a estas elecciones, en cuanto a la consolidación del equipo?
- Me parece que es una de las grandes noticias políticas del último tiempo la aparición y consolidación política de Cambiemos. Le hemos dedicado mucho tiempo a la construcción, a conocernos más profundamente, compartir valores, tener una visión común de a dónde queremos ir.
- ¿Eso no licua al PRO? En el caso de Tucumán, Cano candidato, un peronismo disidente...
- En primer lugar, todavía no están definidas las candidaturas, no me quiero anticipar...
- ¿Cano no es candidato?
- Todavía no se ha definido, que yo sepa. La realidad es que no miramos en términos de una pelea entre los partidos. Queremos los mejores candidatos que representen un espíritu de cambio en la Argentina y en la provincia de Tucumán. Que lleven adelante un proyecto transformador en la provincia, en los municipios, que sumen más gente. Si son del PRO, radicales, de la Coalición Cívica, o no vienen de la política, o vienen del peronismo, no es el tema que miramos: miramos adónde se quiere ir, no de dónde se viene. Somos respetuosos y entendemos que en algunos lugares quizás el PRO tiene una preeminencia más fuerte; en otros lugares será el radicalismo y en otros lugares los otros partidos, pero siempre el espíritu es el trabajo en equipo.
- ¿No hay una mirada demasiado hacia atrás en la presencia que tiene la ex presidenta en el discurso que se está dando desde el Gobierno?
- Para nosotros no es un tema la ex presidenta. Lo que decimos es que la Argentina se sigue enfrentando al dilema de si va para adelante y construye un futuro distinto, o si quiere volver para atrás en cualquiera de sus versiones. Creo que Cristina Kirchner es un síntoma de un problema de la Argentina; no es la causa de los males de la Argentina, como ninguna persona sola lo es. Es, sí, nuestra incapacidad como país para mirar hacia adelante y construir un futuro distinto colectivamente, teniendo en cuenta a los más débiles y a los que más necesitan de la ayuda.
- José Cano y Juan Manzur protagonizan algunas de las peleas políticas más intensas de nuestra provincia. ¿Qué definición tiene sobre ellos?
- Primero que a José lo he conocido mucho en el trabajo conjunto en este tiempo. Es una gran persona que ama a Tucumán y al norte argentino. Es un gran articulador y un gran constructor de equipos que va para adelante. Un poco bravo jugando al fútbol (risas), pero muy leal. Y con el gobernador creo que también hemos podido construir una relación de trabajo muy respetuosa. No siempre hemos estado de acuerdo en todo, pero se ha podido consolidar una relación institucional. Nos hemos sentido bien tratados cada vez que hemos estado, hablamos seguido, compartimos algunos desafíos. Me parece que se ha podido dejar claro que por más de que no somos del mismo espacio político se puede lograr un trabajo articulado.
- ¿Cómo tomó el Gobierno nacional las últimas denuncias formuladas contra José Cano y otros funcionarios vinculados a un viaje a Corea del Sur?
- Lo tomamos como esas cosas que hay que dejar atrás en la política, esas operaciones que no tienen ningún fundamento y que se tratan de hacer para manchar la honra de una persona. Realmente son tan tiradas de los pelos que nos dejan solamente el sabor amargo de la energía que se pierde, pero no nos cambia ni un centímetro el foco del trabajo hacia donde vamos y la confianza que tenemos en José Cano.