Una testigo de identidad reservada dijo hoy ante Tribunal Oral Federal de Tucumán que fue secuestrada y torturada por militares mientras estaba embarazada, al declarar en el marco del megajuicio por los crímenes cometidos durante el Operativo Independencia, entre el 5 de febrero de 1975 y el 24 de marzo de 1976.
"Fue en noviembre (de 1975), estábamos con mi esposo durmiendo en la casa de sus padres en Santa Lucía, cuando un grupo de hombres con uniforme verde entraron de golpe, rompiendo todo y me sacaron de la cama de forma violenta", relató la mujer al tribunal integrado por los jueces Gabriel Casas (presidente), Carlos Jiménez Montilla y Juan Carlos Reynaga.
La testigo víctima, en ese momento una muchacha de 15 años, contó que antes de que se la llevaran su esposo les pedía a los represores "que tengan cuidado porque estaban embarazada y lo golpearon malamente".
Dijo también que la llevaron primero "a la base militar que habían instalado durante marzo de ese año en el pueblo" que lleva el nombre de uno de los ingenios azucareros cerrados en 1968, por la dictadura de Juan Carlos Onganía. "Allí me tuvieron hasta el día siguiente, que me trasladaron a otro lugar, 'el lugar de la muerte'; no pude reconocer cuál era porque tenía los ojos vendados", prosiguió.
Los testigos sobrevivientes de este juicio por crímenes cometidos contra 270 víctimas señalaron más de 40 centros clandestinos de detención que funcionaron durante el Operativo Independencia, hasta el golpe del 24 de marzo de 1976, que extendió el terrorismo de Estado a todo el país.
"Me torturaban, me ponían la picana en la panza, me querían hacer hablar cosas que yo no sabía. Me preguntaban sobre la guerrilla, si estaba en contra de lo que hacía el Ejército y sobre las actividades de mi hermana mayor", precisó la testigo y agregó: "estaba muy asustada".
"Un día escuché como fusilaban a un hombre que gritaba mucho, ya estaba mal de la cabeza por las torturas que había recibido", expuso ante el Tribunal sobre el centro clandestino de detención, torturas y exterminio al que llamó "el lugar de la muerte".
Tiempo después la testigo fue llevada a la Jefatura de Policía y luego a la cárcel de Villa Urquiza, en San Miguel de Tucumán.
"En junio de 1976 empecé con muchos dolores, yo gritaba pero nadie venía a atenderme, hasta que se acercó una mujer del penal y me puso una inyección que me dejo dopada. Cuando me desperté, el bebé ya estaba naciendo y fui trasladada a la maternidad", explicó.
"Sólo me dejaron estar dos meses con mi hijo dentro de la cárcel y después se lo dieron a mi marido porque fui trasladad al penal de Villa Devoto", en la Ciudad de Buenos Aires, acotó.
La testigo recuperó su libertad en 1978. También fueron secuestrados su padre, su hermano y su hermana, y esta última sigue desaparecida. (Télam)