ESPAÑA.- El alcalde en funciones de Barcelona, el tucumano Gerardo Pisarello, cuyo padre fue asesinado por la dictadura, encabezó hoy junto a compañeros suyos de la asociación Hijos un acto de repudio al fallo de la Corte Suprema de Justicia de Argentina que concedió el beneficio de la ley "2x1" a Luis Muiña, condenado por crímenes de lesa humanidad.
Pisarello, quien quedó recientemente a cargo del gobierno municipal de la capital catalana a raíz de la licencia por maternidad que pidió la alcaldesa Ada Colau, remarcó que con el fallo de la Corte Suprema argentina se "consagra la impunidad de facto y eso no se puede permitir".
"Pertenezco a una una generación que creció en medio del miedo y el horror, pero sin esa experiencia no estaría en el Ayuntamiento de Barcelona"
Desde la Plaza Sant Jaume de Barcelona, donde se mostró rodeado de centenares de manifestantes, el jurista se mostró afligido: "La batalla contra la impunidad no se acaba nunca. Estamos enormemente preocupados, se habla de la guerra sucia cuando lo que se produjo fue una operación criminal planificada desde el aparato estatal; y se impulsó que el poder judicial argentino haya aprobado una sentencia que significa un retroceso enorme en lo que Argentina había conseguido como conquista civilizatoria en materia de jurisprudencia sobre los derechos humanos".
"El mundo hablaba de lo que jueces y juezas argentinas estaban haciendo, y esa sentencia es un retroceso porque desconecta a la Justicia argentina del derecho internacional", insistió. "Como autoridades, vecinos y vecinas teníamos la obligación de salir y decirlo alto y bien fuerte", sostuvo, para luego destacar que gracias a la presión social el Congreso de Argentina impulsó hoy una ley "para dejar sin efecto la sentencia que "consagraba la impunidad de centenares de represores".
Un jurista tucumano se convirtió en el nuevo alcalde de Barcelona
Además, apuntó que "los derechos nunca cayeron del cielo, siempre han sido conquistados, porque son límites al poder, al abuso del poder político, que siempre tiene que ser controlado, y también al poder privado, que también está detrás de estos crímenes de lesa humanidad". (Télam)