“Ha sido él, no pudo haber sido nadie más”, repetía Ramón Garnica mientras observaba el desplazamiento de policías y peritos por la cortada de ladrillos donde trabajaba Darío Suárez (40), el sospechoso de haber hecho desaparecer a Daiana Garnica (17). Desde atrás de la cinta perimetral, Ramón siguió con la mirada cada movimiento de los uniformados hasta que se dio por finalizada la búsqueda y los forenses se llevaron muestras para analizar en el laboratorio.
Buscan a Daiana Garnica en un horno de ladrillos
Hasta ayer a las 13, cuando los policías se retiraron del predio donde habían desarmado hornos y realizado rastrillajes durante dos días, la familia de Daiana desconocía que habían hallado restos óseos. Sí los habían visto desapilar los ladrillos que cubrían dos hornos y extraer cenizas de su interior, que fueron colocadas dentro de sobres de papel madera para su análisis.
“Hay que revisar centímetro por centímetro, no pueden levantar cenizas de un sector de dos metros cuando el resto tiene 40 metros lineales. Tanto trabajo para no terminar la búsqueda como corresponde”, había lamentado Ramón desde lejos, sin que nadie le comunicara que se contemplaba la hipótesis de que su hija haya sido asesinada e incinerada en ese lugar. Los peritos no podían sentenciar en ese momento que eran o no huesos, según explicaron fuentes del caso. Por el contrario, ese análisis llevará unos días.
Qué se sabe hasta ahora de la desaparición de Daiana Garnica
Pese a que desconocía ese hallazgo, el papá de Daiana estaba convencido de que su vecino, Darío Suárez, le hizo algo a su hija. “Si ella no está aquí, entonces la tenemos que encontrar en otro lado”, dijo, nervioso. A medida que avanzaban las horas, al hombre le inquietaba cada vez más no saber nada. “Ya estamos en el tercer día, él tiene que decir dónde está Daiana, tienen que hacerlo confesar, si no para qué lo tienen. No es un sospechoso, el culpable es él y si no lo es, yo me voy a hacer responsable. ¿Qué espera la Justicia?”, se quejó.
Inocencia
La familia Garnica conoce a Darío desde hace casi cinco años, cuando dejaron su casa en Chaco y se mudaron al asentamiento Julio Abraham de Alderetes. La casa que habitaron está ubicada justo enfrente de la del sospechoso. Desde entonces, entablaron una relación prácticamente de amistad. “Él abusó de nuestra confianza”, dijo Ramón.
El sábado a la tarde, Darío le mandó un mensaje de texto a Daiana pidiéndole que lo acompañara a comprar una sorpresa para su madre. “No le cuentes a nadie”, agregó. Pero la jovencita le avisó a su mamá que saldría con su vecino y olvidó su celular en la casa, por eso sus padres pudieron leer esos mensajes. “El tipo borró todo de su celular: los mensajes y que habló con ella un minuto antes de salir”, agregó el padre de Daiana.
Por la noche, cuando la familia Garnica le preguntó por ella, el vecino negó haberla visto y se fue a la cortada de ladrillos, ubicada a menos de 500 metros del barrio. La suegra del sospechoso les comentaría después que aquella noche lo vio raro, que lo observaba caminar hacia el horno y volver varias veces, y que estaba nervioso.
“Era una persona de nuestra confianza y ella, con su inocencia, creyó que era su amigo. Mi hija era una chica de la casa, todo avisaba, nunca fue a un baile a amanecerse, jamás fumó ni salió a tomar cerveza. Mi hija, con su edad y su inocencia, confiaba. Pero hay personas con el alma negra, como este tipo, que es un demonio”, expresó Ramón.
Otras posibilidades
Mientras los peritos trabajaban en la zona de Alderetes, los investigadores trataban de saber si la menor pudo haberse alejado por su voluntad. Por ese motivo, realizaron averiguaciones en las distintas empresas de transporte de larga distancia que operan en la provincia. Extraoficialmente les confirmaron que ninguna adolescente viajó con ese nombre entre el sábado y el lunes. En las próximas horas, según se anunció, responderán el oficio que les envió el fiscal Claudio Bonari.
"A mi hermana le echaba agua hirviendo", dijo la cuñada del sospechoso
De todas maneras, los pesquisas siguen examinando las imágenes que quedaron registradas en las cámaras de seguridad de la Terminal de Ómnibus. Hasta el momento, no encontraron a Daiana en ninguna de ellas. Los investigadores quieren descartar que la adolescente haya decidido escaparse de la provincia.
En el seno familiar, en tanto, temen que el desenlace haya sido otro. “También hemos evaluado que este tipo se la haya entregado a otro para trata de personas”, deslizó Ramón, horrorizado.
Personal de la división Homicidios, encabezado por los comisarios Hugo Cabezas, Sergio juárez, Daniel Cuellar y Diego Bernachi, continúan indagando entre las personas pertenecientes al círculo íntimo de la jovencita para no dejar ningún cabo suelto.
Fuera del expediente
Ofrecen recompensa.- El municipio de Alderetes ofrecerá $ 30.000 para todo aquel que pueda ofrecer datos sobre Daiana. “No tiene que estar involucrado como sospechoso o víctima”, explicó el intendente Sergio Venegas, quien se reunió con el fiscal Claudio Bonari y el ministro fiscal Edmundo Jiménez para informarles. “Ellos valoraron que puede ser un aporte importante”, destacó.
Exigieron que aparezca con vida.- Familiares y amigos de la adolescente se reunieron ayer en la Cruz Papal, en el ingreso de Alderetes, para marchar hacia la plaza principal. El objetivo fue exigir que Daiana aparezca con vida y que el caso se esclarezca cuanto antes.
En la Legislatura.- Susana Cisneros, la mamá de Daiana, fue recibida por varios legisladores. En el encuentro, que fue encabezado por Julio Silman, presidente subrogante, la mujer recibió muestras de apoyo y compromiso para encontrar a la adolescente.