Marcelo Androetto - Enviado especial de LG Deportiva
Qué sabor agridulce, Atlético. Porque el “Decano” estuvo a dos minutos de dar el gran golpe, de convertir a Colón en un Elefante enterrado en su propio Cementerio. Pero la zurda del paraguayo Iván Torres, en tiempo de descuento, sentenció un 2-2 de todas formas meritorio y apreciable, sobre todo por como se dio el empate.
Atlético llegó de punto y terminó cortando una racha de siete victorias consecutivas del “Sabalero”, jugando casi media hora con 10 por la expulsión de Guillermo Acosta y con Fernando Zampedri lesionado, fuera de la cancha durante todo el complemento.
¿Qué le faltó para convertirse en banca? No descuidarse en los instantes finales de cada tiempo, hacer valer las ventajas obtenidas con los goles de Zampedri primero y de David Barbona después.
En el arranque, Colón había tenido 10 minutos de furia, con tiro en el palo de Christian Bernardi incluido, un lapso en el que se lo llevó puesto a un Atlético que pese a ese vendaval en campo propio de camisetas “rojinegras” no perdió la compostura. Y de a poco el conjunto de Pablo Lavallén fue haciendo lo que mejor sabe: tocando con paciencia, abriendo espacios, metiendo puñaladas por abajo y buscando por arriba a Zampedri.
Y el presente de Zampedri es tan fantástico que renqueando y todo saltó y acomodó su cabeza para desairar a Jorge Broun luego del guante que se calzó en el pie Leandro González y el desconcierto de los centrales locales.
Lástima que Atlético tuvo sus dos minutos fatales cuando menos lo necesitaba. Zampedri dejó la cancha con un vendaje en su rodilla izquierda y acto seguido, en tiempo de descuento, Acosta hizo una falta evitable que encontró un punzante ejecutor en la zurda con rosca de Facundo Pereyra. La pelota parada volvió a costarle caro al “Decano”: Ismael Blanco hizo olvidar por un rato al ausente Diego Vera, y en correspondencia con su apellido, apareció como un fantasma, un paso adelantado quizás, para dejar todo nivelado. Pausa.
En el complemento, Atlético no resignó sus convicciones. Colón era pura impotencia. No pasaba mucho, hasta que pasó, a los 65’: Acosta recibió la segunda amarilla y ahora sí, a bailar con la más fea.
Sin embargo, el “Decano” se las arregló más que bien, pese al susto de ese tiro libre de Torres que sacudió el travesaño. Faltaba poco, el fondo del local quiso salir jugando y Leonel Di Plácido estuvo en el lugar justo para habilitar al incisivo Barbona para el 2-1. Parecía que el invicto de Colón en 2017 se derrumbaba, hasta que Torres la acomodó contra el palo cuando, otra vez a segundos del final.
Fue una pena, pero Atlético se fue de Santa Fe con el orgullo de la misión cumplida.