08 Mayo 2017
Exequiel Javier Escobar, de 20 años, llegó al hospital de Famaillá con una herida de arma blanca en el tórax. Su estado era grave. Los médicos intentaron mantenerlo con vida, pero pocos minutos después de las 7 de la mañana de ayer, murió arriba de una camilla. Se cree que fue asesinado por una pelea que comenzó en un boliche.
Según la versión que manejan los investigadores, coordinados por el fiscal de Monteros Jorge Carrasco, Escobar habría tenido una discusión en el local bailable con un tal “Corzuela”, de 22 años. Luego esa bronca se habría trasladado al barrio Elías Pérez, donde viven ambos.
Según algunos testigos que vieron la escena y hablaron con personal de la Regional Oeste, la víctima se encontraba frente a su casa con seis amigos cuando llegó su presunto matador acompañado de varios jóvenes, entre los que estaba uno de los hermanos del homicida. Según se explicó, tras asestar la puñalada mortal, tiró el cuchillo y salió corriendo.
Personal de la Policía recorrió el lugar y encontró al agresor escondido en una casa. Desde allí lo llevaron a la comisaría local, mientras otro equipo secuestraba el arma en el lugar del crimen. Por lo que se supo, mañana sería trasladado hacia Monteros para declarar ante Carrasco.
Este hecho ocurrió 20 días después de que otro joven, Nicolás Correa, de 16 años, fuera asesinado a puñaladas en el mismo barrio, también durante la madrugada de un domingo. Cinco días después, atraparon a sus presuntos asesinos: “Chito”, de 23 años, y “Carlitos”, de 31.
Según la versión que manejan los investigadores, coordinados por el fiscal de Monteros Jorge Carrasco, Escobar habría tenido una discusión en el local bailable con un tal “Corzuela”, de 22 años. Luego esa bronca se habría trasladado al barrio Elías Pérez, donde viven ambos.
Según algunos testigos que vieron la escena y hablaron con personal de la Regional Oeste, la víctima se encontraba frente a su casa con seis amigos cuando llegó su presunto matador acompañado de varios jóvenes, entre los que estaba uno de los hermanos del homicida. Según se explicó, tras asestar la puñalada mortal, tiró el cuchillo y salió corriendo.
Personal de la Policía recorrió el lugar y encontró al agresor escondido en una casa. Desde allí lo llevaron a la comisaría local, mientras otro equipo secuestraba el arma en el lugar del crimen. Por lo que se supo, mañana sería trasladado hacia Monteros para declarar ante Carrasco.
Este hecho ocurrió 20 días después de que otro joven, Nicolás Correa, de 16 años, fuera asesinado a puñaladas en el mismo barrio, también durante la madrugada de un domingo. Cinco días después, atraparon a sus presuntos asesinos: “Chito”, de 23 años, y “Carlitos”, de 31.
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