Demasiado embarrado

Demasiado embarrado

Estudiantes anuló bien a Boca, que no tuvo suerte: no le cobraron un penal.

FLOJITO. Centurión, que volvió a jugar anoche después de superar una lesión, no estuvo ni fino ni preciso. Boca lo sintió porque no tuvo generador de juego. Dyn FLOJITO. Centurión, que volvió a jugar anoche después de superar una lesión, no estuvo ni fino ni preciso. Boca lo sintió porque no tuvo generador de juego. Dyn
07 Mayo 2017
LA PLATA.- Una jugada. Apenas una se puede rescatar de Boca. El líder fue anulado anoche por Estudiantes, en un partido que terminó 0-0 y cuyo saldo más destacado fueron dos penales polémicos (uno por bando) no cobrados, una acción de Darío Benedetto que pudo cambiar el resultado al final, y un acto de ira del técnico local, Nelson Vivas.

No hubo fútbol en La Plata. Sólo demasiadas imprecisiones y pocas ideas por parte de ambos equipos. Boca cayó en la telaraña de Estudiantes que, después de pasar unos 15 minutos iniciales a los saltos, supo poner en slow motion el vértigo de Ricardo Centurión, la velocidad de Cristian Pavón y la fiereza de Benedetto, uno de los artilleros del campeonato.

Hubo una jugada, sí, la única digna de ser recordada en la parte inicial del juego, que tuvo que tener otro marco: colado entre piernas “Pinchas”, Benedetto intenta hacer un rodeo para zafar del peligro y buscarse un hueco hacia el arco de Mariano Andújar. De espaldas al arquero local, el artillero es bajado en el área. Quizás exageró en la caída, pero que hubo una serie de patadas, firmadas por Jonathan Schunke y Santiago Ascacíbar, tan grande como el estadio único que el juez Silvio Trucco asumió como parte del espectáculo. Siga, siga. Iban siete minutos. Y ese penal, que no fue sancionado, pudo haber hecho justicia a un show que jamás entró en clima.

Estudiantes entendió que cerrándole los caminos, Boca no iba a ser Boca. Centurión arrancó de más a menos, Pavón nunca entró en sintonía y Benedetto salió de su hábitat para encontrar la pelota y se perdió en la nada. De hecho, dio la impresión de que cuando la pelota entraba al área grande de Estudiantes, los jugadores visitantes hacían lo posible para perder las chances convertir que ellos mismos conseguían.

Y así se fue yendo el partido, lento y sin alegrías. Parado de contra, el “Pincha” tampoco supo sacarle provecho. Es más, hasta falló estando cuatro contra dos. Ni siquiera pudo acercarse a Agustín Rossi, un espectador.

Y cuando el partido se iba, Benedetto no pudo colar un gran pase de Pablo Pérez por encima de Andújar (Schunke evitó el gol en la línea). Después, Bentancur presionó a Andújar; llegó con lo justo a evitar la salida del balón pero no pudo dominar la pelota a tiempo para definir. Chau partido. Ahora a pensar en River.

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