Investigan a una banda que utiliza inhibidores de alarmas

La Justicia está tras una banda que se dedica a robar en autos de alta gama utilizando inhibidores de alarmas. El viernes se realizaron siete allanamientos en diferentes lugares del Gran San Miguel de Tucumán para dar con los sospechosos de integrar una asociación ilícita.

Todo comenzó en marzo pasado. Un profesional de la construcción había dejado su vehículo en la playa de estacionamiento de un shopping de Yerba Buena para comprar materiales. Cuando regresó, descubrió que le habían robado una mochila donde tenía una importante suma de dinero. La novedad es que no habían dañado el auto para cometer el ilícito.

La fiscala Adriana Giannoni solicitó las imágenes que deberían haber sido registradas por las cámaras de seguridad del lugar. Así descubrió que de un auto de alta gama se había bajado un hombre con un aparato del tamaño similar a un control remoto de TV para después tomar el bolso donde estaba el dinero.

El sospechoso fue identificado y detenido, pero la Justicia decidió no dictarle la prisión preventiva por tratarse de un delito excarcelable.

Con el correr de los días, continuaron produciéndose robos de estas características. La zona bancaria de Yerba Buena, Barrio Norte y Barrio Sur, fueron los lugares donde se denunciaron ataques similares. Entre las víctimas figuraron un empresario, un concejal de Yerba Buena y hasta un miembro de la Corte Suprema de Justicia de la provincia.

En abril, la policía de Yerba Buena detuvo a cuatro hombres que habían cometido un delito de estas características en el shopping más antiguo de Yerba Buena. Una mujer los denunció porque le habían sustraído una importante cantidad de dinero. Luego de una persecución, lograron aprehenderlos. Sin embargo, por la mala actuación de los uniformados, la fiscala Adriana Reinoso Cuello debió liberarlos.

Una línea

La fiscala Giannoni, al manejar dos fiscalías, descubrió que en el transcurso de un año hubo varios casos con un denominador común: los sospechosos siempre se movilizaban en autos de alta gama. Logró identificar a varios de ellos y estableció que los vehículos habían sido adquiridos en la misma concesionaria.

Profundizó la pista y recibió la información de que los integrantes de la organización realizaban entre una y dos operaciones de compraventa de vehículos por mes. Sospechó entonces que los acusados usaban este sistema para despistar a los investigadores.

Otro de los datos que surgió de la investigación es que los miembros del grupo sabían perfectamente quiénes eran sus víctimas y qué movimientos realizarían. Por ese motivo, no descartan que el grupo también haya contado con la colaboración de “entregadores” que les aportaban datos precisos.

El viernes por la mañana, personal de la fiscalía VIII, acompañado por la Policía, realizó siete allanamientos en diferentes puntos de la ciudad y de poblaciones vecinas. Según trascendió, se secuestraron elementos que pueden complicar a unas siete personas. Todos ellos, de acuerdo a la información suministrada desde la Justicia, servirán para comprobar el movimiento de dinero que realizaron los sospechosos en los últimos meses. No se descarta que se envíe una copia de la causa a la Unidad de Información Financiera (UIF) que tiene sede en Salta.

Giannoni cree que, al tener la documentación de los automóviles que la banda habría utilizado para cometer los delitos, se podrá investigar cuáles son los robos que podrían haber perpetrado. No se descarta que en los próximos días le sugiera al ministro fiscal, Edmundo Jiménez, que acumule las causas para que sean investigadas por un solo fiscal.

TECNOLOGÍA

Un sistema que ya se utiliza en varias provincias para cometer ilícitos

La “herramienta”  que utilizan los integrantes de esta banda es conocida como inhibidor de frecuencias. Técnicamente se trata de dispositivos electrónicos de tamaño reducido que, mediante la emisión de una señal, anulan la frecuencia de cualquier alarma de forma tal que evitan o interrumpen la comunicación entre el pulsador que lleva la persona y la central que está escondida en el coche.

Legalmente se los utiliza para anular el uso de celulares en un inmueble.  Fuentes policiales confirmaron que estos elementos se adquieren en Buenos Aires, que su inventor sería un ingeniero que trabajó durante mucho tiempo en una automotriz y que lo diseñó después de haber sido despedido.

Los investigadores creen que este tipo de artículos se lo consigue en Buenos Aires, pero hay algunas páginas de internet que lo ofrecen a un valor que oscila entre los $ 1.000 y $ 4.000. Córdoba, Buenos Aires, Santiago del Estero y Santa Fe son las provincias donde ya se detectó su utilización para delinquir. Sin embargo, en esas tierras no las usan para robar lo que hay en el interior de los vehículos, sino los mismos vehículos.