07 Mayo 2017
“Es recomendable que los adolescentes vean la serie ‘13 Reason Why’ porque permite empezar a hablar del suicidio adolescente que en nuestra sociedad se encuentra negado y oculto, sólo es abordado cuando se presenta de manera irreversible”. El que opina es el psicólogo Flavio Garlati, capacitador docente y perito, experto en ciberbullying. El profesional destaca de la serie su técnica narrativa (la excusa del casette), que nos posibilita entender cómo la protagonista se va debilitando lentamente, exponiendo las situaciones que la van angustiando, entristeciendo, aislando, viendo su dolor y desesperanza hasta llegar a tomar una decisión que se observa como nada caprichosa, sostuvo.
“Cabe aclarar que como toda ficción se crean situaciones imposibles y algunas veces con personajes estereotipados, aun así, considero que es bueno cuando se empieza a hablar un tema tabú como el suicidio adolescente”, resaltó.
- ¿A partir de qué edad pueden ver la serie? ¿Conviene que lo hagan con compañía de adultos?
-Lo ideal sería a partir 16 años, como lo clasifica Netflix, ya que a esa edad tienen la madurez suficiente para ver la serie y sentirse identificado con alguno de los personajes al observar cómo van resolviendo sus problemas. Para la franja de 13 a 16 años recomendaría una orientación de un adulto responsable, especialmente porque desarrolla otras temáticas adyacentes como el consumo de alcohol, drogas, actos sexuales y situaciones de acoso.
- ¿Puede esta ficción desencadenar una ola de suicidios adolescentes por un efecto contagio?
- Claramente no, incluso reduce el peligro de cometerlo, porque puede llegar a ser la única posibilidad que ofrezca al adolescente el análisis de sus propósitos autodestructivos. El empezar a hablar les permite ponerle palabras a los sentimientos que los aqueja y funciona como una válvula de escape de la angustia que les permitiría empezar una búsqueda eficiente a los problemas que parecen no tener solución, lo que evitaría el desenlace de un acto suicida y posibilitaría una salida saludable.
- ¿Es mejor hablar o prohibir que vean la serie?
- A medida que los niños crecen se debe pasar de un sistema de control y prohibición hacia uno de libertad y diálogo. Cualquier tipo de censura generará que sea visto de manera clandestina sin la discusión y supervisión de sus padres o tutores.
-¿Qué les aconseja a los padres?
- Primero que escuchen a sus hijos, especialmente si empieza a hablar sobre el suicidio porque podría estar desarrollando un plan para ejecutarlo y esto significa que no están encontrando la solución para algún problema que los aqueja. Comprender que los problemas de los adolescentes, que pueden parecer insignificantes para los mayores, son equivalentes a los que nos desvelan a nosotros porque emocionalmente afectan de la misma manera. Segundo, observar si hay algún cambio de conducta radical por parte de su hijo como ser cambio de grupos de amigos, conductas aditivas (alcohol, droga, juegos), autolesiones, aislamiento y cambios de humor repentinos. Tercero, que ante la sospecha consulten a un profesional. Por último, recordar que la adolescencia es un período de cambio, inestabilidad, búsqueda de la propia identidad por lo cual resulta confuso para ellos y en esto los padres deben ser referentes de sus hijos, recordando que también atravesaron (y atraviesan) situaciones estresantes, tristes, feas y que siguen aquí peleándole a la vida. Les recomendaría a los padres que transmitan a sus hijos que las dificultades tarde o temprano se superan, que los dolores se acaban y que los conflictos se resuelven, que no son superhéroes que todo lo pueden, que son imperfectos al igual que ellos, que se pueden equivocar y que los van a entender.
- ¿Es simplista relacionar directamente el bullying con el suicidio o es algo que realmente está pasando?
- Si, la relación entre bullying y suicidio es compleja, pero no determinante. El bullying es un factor de riesgo para la conducta suicida que debe ser prevenida con orientación escolar, reglas claras sobre su sanción y seguimiento por parte de los docentes. En sí misma es insuficiente para desembocar a un adolescente ante la conducta suicida. Se juegan además factores personales, cuadros clínicos previos, conflictos familiares y situaciones vitales complejas (muerte de padres, hermanos, etcétera). Por eso es necesario que la familia, la escuela y compañeros estén atentos a que le sucede. No existen relaciones causales directas donde pensemos que una serie o un juego como “la ballena azul” llevará necesariamente a los adolescentes al suicidio. Es preciso entender que ese adolescente es un menor de edad, como tal está rodeado de adultos que deben ser responsables de él y guiarlo hacia su adultez: con los cuidados familiares adecuados (escucha, atención, contención), escolares (previniendo las situaciones de acoso) y sociales (justicia frente a abusos familiares), por ello debemos preguntarnos como adultos ¿qué parte nos compete en relación a los suicidios adolescentes? y no llegar a la ecuación simplista de endilgar toda la culpa a una serie, a un juego o alguna moda.
“Cabe aclarar que como toda ficción se crean situaciones imposibles y algunas veces con personajes estereotipados, aun así, considero que es bueno cuando se empieza a hablar un tema tabú como el suicidio adolescente”, resaltó.
- ¿A partir de qué edad pueden ver la serie? ¿Conviene que lo hagan con compañía de adultos?
-Lo ideal sería a partir 16 años, como lo clasifica Netflix, ya que a esa edad tienen la madurez suficiente para ver la serie y sentirse identificado con alguno de los personajes al observar cómo van resolviendo sus problemas. Para la franja de 13 a 16 años recomendaría una orientación de un adulto responsable, especialmente porque desarrolla otras temáticas adyacentes como el consumo de alcohol, drogas, actos sexuales y situaciones de acoso.
- ¿Puede esta ficción desencadenar una ola de suicidios adolescentes por un efecto contagio?
- Claramente no, incluso reduce el peligro de cometerlo, porque puede llegar a ser la única posibilidad que ofrezca al adolescente el análisis de sus propósitos autodestructivos. El empezar a hablar les permite ponerle palabras a los sentimientos que los aqueja y funciona como una válvula de escape de la angustia que les permitiría empezar una búsqueda eficiente a los problemas que parecen no tener solución, lo que evitaría el desenlace de un acto suicida y posibilitaría una salida saludable.
- ¿Es mejor hablar o prohibir que vean la serie?
- A medida que los niños crecen se debe pasar de un sistema de control y prohibición hacia uno de libertad y diálogo. Cualquier tipo de censura generará que sea visto de manera clandestina sin la discusión y supervisión de sus padres o tutores.
-¿Qué les aconseja a los padres?
- Primero que escuchen a sus hijos, especialmente si empieza a hablar sobre el suicidio porque podría estar desarrollando un plan para ejecutarlo y esto significa que no están encontrando la solución para algún problema que los aqueja. Comprender que los problemas de los adolescentes, que pueden parecer insignificantes para los mayores, son equivalentes a los que nos desvelan a nosotros porque emocionalmente afectan de la misma manera. Segundo, observar si hay algún cambio de conducta radical por parte de su hijo como ser cambio de grupos de amigos, conductas aditivas (alcohol, droga, juegos), autolesiones, aislamiento y cambios de humor repentinos. Tercero, que ante la sospecha consulten a un profesional. Por último, recordar que la adolescencia es un período de cambio, inestabilidad, búsqueda de la propia identidad por lo cual resulta confuso para ellos y en esto los padres deben ser referentes de sus hijos, recordando que también atravesaron (y atraviesan) situaciones estresantes, tristes, feas y que siguen aquí peleándole a la vida. Les recomendaría a los padres que transmitan a sus hijos que las dificultades tarde o temprano se superan, que los dolores se acaban y que los conflictos se resuelven, que no son superhéroes que todo lo pueden, que son imperfectos al igual que ellos, que se pueden equivocar y que los van a entender.
- ¿Es simplista relacionar directamente el bullying con el suicidio o es algo que realmente está pasando?
- Si, la relación entre bullying y suicidio es compleja, pero no determinante. El bullying es un factor de riesgo para la conducta suicida que debe ser prevenida con orientación escolar, reglas claras sobre su sanción y seguimiento por parte de los docentes. En sí misma es insuficiente para desembocar a un adolescente ante la conducta suicida. Se juegan además factores personales, cuadros clínicos previos, conflictos familiares y situaciones vitales complejas (muerte de padres, hermanos, etcétera). Por eso es necesario que la familia, la escuela y compañeros estén atentos a que le sucede. No existen relaciones causales directas donde pensemos que una serie o un juego como “la ballena azul” llevará necesariamente a los adolescentes al suicidio. Es preciso entender que ese adolescente es un menor de edad, como tal está rodeado de adultos que deben ser responsables de él y guiarlo hacia su adultez: con los cuidados familiares adecuados (escucha, atención, contención), escolares (previniendo las situaciones de acoso) y sociales (justicia frente a abusos familiares), por ello debemos preguntarnos como adultos ¿qué parte nos compete en relación a los suicidios adolescentes? y no llegar a la ecuación simplista de endilgar toda la culpa a una serie, a un juego o alguna moda.