05 Mayo 2017
PEREGRINAR. Los afiliados sufren a diario las restricciones del PAMI. la gaceta / Foto de José Nuno
La delegación del PAMI en Tucumán tiene un nuevo titular. Se trata de Alfredo Neme Scheij, cardiólogo, ex presidente de la UCR y ex diputado nacional. Cuando asuma la semana que viene quedará a cargo de una obra social que para muchos abuelos es como un laberinto en el que a cada paso la burocracia entorpece las salidas. Reemplazará a Isaías Ledesma, quien renunció por cuestiones personales.
La pregunta clave es: ¿cómo se mejora el servicio que presta el PAMI? “Acortando el tiempo de provisión -es una preocupación que le planteé al PAMI central- porque debemos buscar los mecanismos para acelerar la provisión de prótesis. Este es uno de los flancos más débiles. Pero también tratar de acercar la capacidad de resolución adonde están los problemas. A veces surgen en Banda del Río Salí, sin embargo la resolución la toman en Buenos Aires”, respondió Neme Scheij.
El nuevo funcionario, ligado al titular del Plan Belgrano, José Cano, consideró que el gran desafío es lograr que las decisiones no pasen sólo por Buenos Aires. “Se centralizó mucho la toma de decisiones y hay que fortalecer los centros de referencia regional”, reflexionó. Eso permitiría acortar los tiempos, una de las quejas recurrentes de los afiliados. En Tucumán el padrón atraviesa un proceso de saneamiento -explicó- así que la cifra exacta de afiliados no se conoce. Está entre los 155.000 y los 165.000 beneficiarios.
Anticipó que la semana próxima se reunirá con las autoridades nacionales del PAMI y del Ministerio de Salud apara conocer cuáles son los ordenamientos políticos de salud pública que se van a llevar adelante en el organismo que le tocará conducir. La coyuntura no es fácil, ya que hay algunos sanatorios que han comenzado a restringir las prestaciones a los afiliados luego de conocer la nueva política adoptada por Sergio Cassinotti, quien asumió hace un mes en reemplazo de Carlos Regazzoni.
El cambio consistió en que desde este mes los jubilados estarán obligados a ir a una clínica y el PAMI pagará un precio fijo por cada uno de ellos, según informó Infobae. Antes podían atenderse en cualquier centro y el PAMI actuaba como una prepaga que cubría sus gastos.
Según el radical tucumano, habrá que lograr un “ordenamiento del sistema prestacional, buscando entendimiento entre el ente de financiamiento (PAMI) y los prestadores para definir en armonía un modelo prestacional”, que permita asociarse en la búsqueda de la calidad de atención y cobertura.
Un engranaje
Según Neme Scheij, el PAMI está muy fragmentado y muchas prestaciones acarrean un gran déficit de tiempo: “La estructura administrativa por un lado, el primer nivel de médicos de cabecera por otro, el sanatorio, los laboratorios de alta complejidad por el otro... cuando en realidad tenemos que trabajar como un engranaje”. Aseguró que si se logra esto se le permitirá a la obra social acelerar los procesos administrativos internos.
“Todos tenemos que, avalados por una sociedad científica, tomar decisiones rápidas en cuanto a planes, diagnósticos y a criterios de tratamiento. Que los abuelos tengan un diagnóstico precoz de la patología y un tratamiento oportuno”, agregó.
Para el país -dijo- el PAMI es un instrumento estratégico para garantizar las condiciones de vida de la tercera y de la cuarta edad. “Muchas veces no hemos administrado bien las cosas; no señalo con el dedo a nadie. En general en la Argentina ya nos enteramos que no sabíamos administrar la pobreza y ahora sabemos que tampoco supimos administrar la riqueza”, reflexionó.
Los avances en el campo de la Medicina y la Tecnología han permitido que hoy las expectativas de vida sean mayores. Los tratamientos -en algunos casos- le han regalado años a los seres humanos. “La medicina y la tecnología nos han aumentado la expectativa de vida de toda una generación. Les hemos dado años de vida a nuestros abuelos, pero no les dimos un rol en la sociedad”, señaló Neme Scheij, quien justificó que la tarea de contener a los adultos mayores es una responsabilidad compartida por varios sectores.
En cuanto al presupuesto que maneja la obra social, el funcionario confirmó que la próxima semana en Buenos Aires averiguará cuánto es el monto que administra la filial local.
En principio, dijo que no va a pedir más dinero porque antes quiere que se administre bien lo que se recibe. Reconoció que la situación en el país es que el gasto “está superando el ingreso” de la obra social. Una de las razones -dijo- es que se ha instrumentado un modelo prestacional “para otra época en donde la Argentina tenía el tercer excedente financiero de su historia. Ese modelo se agotó”.
La pregunta clave es: ¿cómo se mejora el servicio que presta el PAMI? “Acortando el tiempo de provisión -es una preocupación que le planteé al PAMI central- porque debemos buscar los mecanismos para acelerar la provisión de prótesis. Este es uno de los flancos más débiles. Pero también tratar de acercar la capacidad de resolución adonde están los problemas. A veces surgen en Banda del Río Salí, sin embargo la resolución la toman en Buenos Aires”, respondió Neme Scheij.
El nuevo funcionario, ligado al titular del Plan Belgrano, José Cano, consideró que el gran desafío es lograr que las decisiones no pasen sólo por Buenos Aires. “Se centralizó mucho la toma de decisiones y hay que fortalecer los centros de referencia regional”, reflexionó. Eso permitiría acortar los tiempos, una de las quejas recurrentes de los afiliados. En Tucumán el padrón atraviesa un proceso de saneamiento -explicó- así que la cifra exacta de afiliados no se conoce. Está entre los 155.000 y los 165.000 beneficiarios.
Anticipó que la semana próxima se reunirá con las autoridades nacionales del PAMI y del Ministerio de Salud apara conocer cuáles son los ordenamientos políticos de salud pública que se van a llevar adelante en el organismo que le tocará conducir. La coyuntura no es fácil, ya que hay algunos sanatorios que han comenzado a restringir las prestaciones a los afiliados luego de conocer la nueva política adoptada por Sergio Cassinotti, quien asumió hace un mes en reemplazo de Carlos Regazzoni.
El cambio consistió en que desde este mes los jubilados estarán obligados a ir a una clínica y el PAMI pagará un precio fijo por cada uno de ellos, según informó Infobae. Antes podían atenderse en cualquier centro y el PAMI actuaba como una prepaga que cubría sus gastos.
Según el radical tucumano, habrá que lograr un “ordenamiento del sistema prestacional, buscando entendimiento entre el ente de financiamiento (PAMI) y los prestadores para definir en armonía un modelo prestacional”, que permita asociarse en la búsqueda de la calidad de atención y cobertura.
Un engranaje
Según Neme Scheij, el PAMI está muy fragmentado y muchas prestaciones acarrean un gran déficit de tiempo: “La estructura administrativa por un lado, el primer nivel de médicos de cabecera por otro, el sanatorio, los laboratorios de alta complejidad por el otro... cuando en realidad tenemos que trabajar como un engranaje”. Aseguró que si se logra esto se le permitirá a la obra social acelerar los procesos administrativos internos.
“Todos tenemos que, avalados por una sociedad científica, tomar decisiones rápidas en cuanto a planes, diagnósticos y a criterios de tratamiento. Que los abuelos tengan un diagnóstico precoz de la patología y un tratamiento oportuno”, agregó.
Para el país -dijo- el PAMI es un instrumento estratégico para garantizar las condiciones de vida de la tercera y de la cuarta edad. “Muchas veces no hemos administrado bien las cosas; no señalo con el dedo a nadie. En general en la Argentina ya nos enteramos que no sabíamos administrar la pobreza y ahora sabemos que tampoco supimos administrar la riqueza”, reflexionó.
Los avances en el campo de la Medicina y la Tecnología han permitido que hoy las expectativas de vida sean mayores. Los tratamientos -en algunos casos- le han regalado años a los seres humanos. “La medicina y la tecnología nos han aumentado la expectativa de vida de toda una generación. Les hemos dado años de vida a nuestros abuelos, pero no les dimos un rol en la sociedad”, señaló Neme Scheij, quien justificó que la tarea de contener a los adultos mayores es una responsabilidad compartida por varios sectores.
En cuanto al presupuesto que maneja la obra social, el funcionario confirmó que la próxima semana en Buenos Aires averiguará cuánto es el monto que administra la filial local.
En principio, dijo que no va a pedir más dinero porque antes quiere que se administre bien lo que se recibe. Reconoció que la situación en el país es que el gasto “está superando el ingreso” de la obra social. Una de las razones -dijo- es que se ha instrumentado un modelo prestacional “para otra época en donde la Argentina tenía el tercer excedente financiero de su historia. Ese modelo se agotó”.
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