04 Mayo 2017
Aunque en Tucumán aún no se han registrado casos de intentos de suicidio o suicidios relacionados al juego “La ballena azul”, las autoridades encendieron un alerta y solicitaron a los establecimientos escolares que hablen del tema. Al mismo tiempo, según detalló la licenciada Irma Thomas -referente del Programa Provincial de Prevención y Abordaje de Conductas Suicidas, bajo la órbita de Salud- les pidieron que se debata en las aulas los contenidos de la serie “13 Reasons why”, que narra la historia de una adolescente que decide terminar con su vida y explica las razones que la llevaron a suicidarse.
En una entrevista con LA GACETA, Thomas señaló: “no se hace apología del suicidio si se habla con responsabilidad”. “Hay que hablar del suicidio, visualizar las conductas de riesgo y quitarle el estigma que tienen los problemas de salud mental”. “Debemos aprovechar esta serie; yo les pido a los padres que la vean y a los docentes también porque plantea temas actuales, como el acoso escolar y el abuso sexual, muestra todos los síntomas de la problemática suicida que llevan a negar esta realidad... toda la desesperanza por la que atraviesa un joven, la imposibilidad de poner en palabras ese sufrimiento.
Esos silenciosos pedidos de auxilio, enumera la experta, pueden ser cambios en los horarios de sueño, ansiedad, cambios alimentarios, conductas de aislamiento y autolesiones, entre otros. Consciente de lo difícil que es dialogar con los adolescentes, Thomas sugiere que si no pueden expresarse con palabras, los padres les busquen actividades deportivas, artísticas o lúdicas donde ellos puedan sacar afuera lo que sienten. Lo principal, en todo momento, es estar atentos.
“Nos ha pasado que hablamos con padres y nos dicen que sus hijos no tienen idea de la serie. Después, los chicos les cuentan que ya van por los últimos capítulos. Todos están viendo y hablando de lo mismo”, contó. “Nunca hay que desestimar; hay que acercarse y hablar con los chicos, sobre todo entendiéndolos, con empatía, no juzgándolos. Estas situaciones son muy provechosas”, señaló la psicóloga.
Sugirió que quienes vean la serie y conversen sobre esto, sobre los miedos y las dudas que les despierta, sean mayores de 12 años.
La experta aseguró que la División Salud Mental del Ministerio de Salud ya envió a todos los establecimientos y reparticiones una serie de recomendaciones sobre cómo hablar de la serie y del juego “La ballena azul”. Además, dijo, están capacitando a supervisores y directores para que hagan la bajada en cada institución.
- Tal como muestra la serie, ¿hay una relación estrecha entre bullying y suicidio? ¿Es preocupante?
- ¡Sí! Es muy fuerte esta relación. Es un factor muy determinante en los casos de suicidio. El adolescente busca ser aceptado por sus pares y si no lo es, se vuelve muy vulnerable. Por eso estamos trabajando mucho en conexión con otras áreas relacionadas al tema.
- ¿Se puede decir que hay un perfil de chicos más vulnerables a estos juegos macabros y al suicidio en general?
- Sí. Son los chicos con autoestima baja, dificultad para comunicarse, que en sus familias hay diálogo muy débil, que pasan muchas horas viendo contenido en internet y, además, tienen un rasgo común: son negativos en su forma de ver la realidad.
En una entrevista con LA GACETA, Thomas señaló: “no se hace apología del suicidio si se habla con responsabilidad”. “Hay que hablar del suicidio, visualizar las conductas de riesgo y quitarle el estigma que tienen los problemas de salud mental”. “Debemos aprovechar esta serie; yo les pido a los padres que la vean y a los docentes también porque plantea temas actuales, como el acoso escolar y el abuso sexual, muestra todos los síntomas de la problemática suicida que llevan a negar esta realidad... toda la desesperanza por la que atraviesa un joven, la imposibilidad de poner en palabras ese sufrimiento.
Esos silenciosos pedidos de auxilio, enumera la experta, pueden ser cambios en los horarios de sueño, ansiedad, cambios alimentarios, conductas de aislamiento y autolesiones, entre otros. Consciente de lo difícil que es dialogar con los adolescentes, Thomas sugiere que si no pueden expresarse con palabras, los padres les busquen actividades deportivas, artísticas o lúdicas donde ellos puedan sacar afuera lo que sienten. Lo principal, en todo momento, es estar atentos.
“Nos ha pasado que hablamos con padres y nos dicen que sus hijos no tienen idea de la serie. Después, los chicos les cuentan que ya van por los últimos capítulos. Todos están viendo y hablando de lo mismo”, contó. “Nunca hay que desestimar; hay que acercarse y hablar con los chicos, sobre todo entendiéndolos, con empatía, no juzgándolos. Estas situaciones son muy provechosas”, señaló la psicóloga.
Sugirió que quienes vean la serie y conversen sobre esto, sobre los miedos y las dudas que les despierta, sean mayores de 12 años.
La experta aseguró que la División Salud Mental del Ministerio de Salud ya envió a todos los establecimientos y reparticiones una serie de recomendaciones sobre cómo hablar de la serie y del juego “La ballena azul”. Además, dijo, están capacitando a supervisores y directores para que hagan la bajada en cada institución.
- Tal como muestra la serie, ¿hay una relación estrecha entre bullying y suicidio? ¿Es preocupante?
- ¡Sí! Es muy fuerte esta relación. Es un factor muy determinante en los casos de suicidio. El adolescente busca ser aceptado por sus pares y si no lo es, se vuelve muy vulnerable. Por eso estamos trabajando mucho en conexión con otras áreas relacionadas al tema.
- ¿Se puede decir que hay un perfil de chicos más vulnerables a estos juegos macabros y al suicidio en general?
- Sí. Son los chicos con autoestima baja, dificultad para comunicarse, que en sus familias hay diálogo muy débil, que pasan muchas horas viendo contenido en internet y, además, tienen un rasgo común: son negativos en su forma de ver la realidad.
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