26 Abril 2017
TRANQUILIDAD. “Estoy realizando trabajos especificos con el ‘profe’ para recuperar mi mejor condición física”, dijo Leandro Gracián. foto de nicolás varvara especial para la gaceta
Luis Sandrini fue un actor respetado y querido por el público y los críticos su la época. Ellos destacaban la capacidad que tenía para hacer reír y llorar a los espectadores en una misma película. Esa definición se puede aplicar perfectamente al presente futbolístico de San Martín, en la B Nacional. Los dirigidos por Diego Cagna sufren una llamativa irregularidad en su juego. Durante los 90 minutos que dura un encuentro, muestran dos caras opuestas. Por momentos ilusiona y permite que sus hinchas disfruten. Después, le entrega el protagonismo al rival y deja rostros de preocupación. Esto es una constante y ya no sorprende a nadie. El domingo, en San Luis, volvió a repetirse la historia.
¿Por qué el equipo no muestra el nivel de juego que los simpatizantes pretenden? Una de las causas es que varios futbolistas, considerados fundamentales en la estructura del equipo, no atraviesan un buen momento. Entre ellos se puede incluir a Leandro Gracián, uno de los refuerzos que se sumó tras el receso.
Uno de los argumentos que el “Tano” esgrimió para justificar su bajo rendimiento es la escasa competencia oficial que tuvo desde que llegó al club, en enero. “La lesión que sufrí me afectó. Desde que se reanudó el torneo apenas pude jugar en tres partidos: contra Gimnasia de Jujuy, Instituto y Estudiantes. No puedo conseguir el ritmo que necesito para serle útil al equipo. Pero soy optimista. A medida que pasen los partidos voy a mejorar mi rendimiento”, explicó el volante, que realiza un trabajo físico específico con el profesor Diego Riberi buscando mayor movilidad y velocidad en sus desplazamientos.
La experiencia acumulada a lo largo de su carrera profesional le permite a Gracián analizar el presente de San Martín y buscar las razones de la irregularidad en su juego. “Nos cuesta superar los momentos desfavorables que aparecen en los partidos. Un claro ejemplo pasó en San Luis. Ese gol en el arranque en el complemento fue como un golpe de nocaut. Nos dejó sentidos y no pudimos reaccionar. Cuando lo aconsejable era parar la pelota empezamos revolearla y dejamos que nuestro rival creciera” señaló el ex jugador de Boca y Vélez, entre otros clubes.
Las alarmas se encendieron otra vez en La Ciudadela. El triunfo logrado por Central Córdoba sobre Santamarina por 3-0, al completarse la fecha 29 de la B Nacional, hizo que San Martín y los santiagueños compartan la posición 25 en la tabla de promedios (1,222). Esto significa que si hoy terminara el certamen, ambos deberían jugar un partido desempate para definir la cuarta plaza de descenso. En los otros dos partidos que se jugaron, Los Andes derrotó 1-0 a All Boys y Douglas Haig, el próximo rival de los “Santos” igualó 0-0 con Chacarita.
Con miras a ese cotejo frente a los pergaminenses -está programado para el domingo, a las 17, pero podría adelantarse para el sábado- el plantel se entrenó en el complejo “Natalio Mirkin”. Los jugadores que fueron titulares ante los puntanos sólo realizaron actividades recreativas. El resto realizó fútbol informal. Ramón Lentini que regresó lesionado en el muslo, realizó tareas diferenciadas en el gimnasio del complejo.
¿Por qué el equipo no muestra el nivel de juego que los simpatizantes pretenden? Una de las causas es que varios futbolistas, considerados fundamentales en la estructura del equipo, no atraviesan un buen momento. Entre ellos se puede incluir a Leandro Gracián, uno de los refuerzos que se sumó tras el receso.
Uno de los argumentos que el “Tano” esgrimió para justificar su bajo rendimiento es la escasa competencia oficial que tuvo desde que llegó al club, en enero. “La lesión que sufrí me afectó. Desde que se reanudó el torneo apenas pude jugar en tres partidos: contra Gimnasia de Jujuy, Instituto y Estudiantes. No puedo conseguir el ritmo que necesito para serle útil al equipo. Pero soy optimista. A medida que pasen los partidos voy a mejorar mi rendimiento”, explicó el volante, que realiza un trabajo físico específico con el profesor Diego Riberi buscando mayor movilidad y velocidad en sus desplazamientos.
La experiencia acumulada a lo largo de su carrera profesional le permite a Gracián analizar el presente de San Martín y buscar las razones de la irregularidad en su juego. “Nos cuesta superar los momentos desfavorables que aparecen en los partidos. Un claro ejemplo pasó en San Luis. Ese gol en el arranque en el complemento fue como un golpe de nocaut. Nos dejó sentidos y no pudimos reaccionar. Cuando lo aconsejable era parar la pelota empezamos revolearla y dejamos que nuestro rival creciera” señaló el ex jugador de Boca y Vélez, entre otros clubes.
Las alarmas se encendieron otra vez en La Ciudadela. El triunfo logrado por Central Córdoba sobre Santamarina por 3-0, al completarse la fecha 29 de la B Nacional, hizo que San Martín y los santiagueños compartan la posición 25 en la tabla de promedios (1,222). Esto significa que si hoy terminara el certamen, ambos deberían jugar un partido desempate para definir la cuarta plaza de descenso. En los otros dos partidos que se jugaron, Los Andes derrotó 1-0 a All Boys y Douglas Haig, el próximo rival de los “Santos” igualó 0-0 con Chacarita.
Con miras a ese cotejo frente a los pergaminenses -está programado para el domingo, a las 17, pero podría adelantarse para el sábado- el plantel se entrenó en el complejo “Natalio Mirkin”. Los jugadores que fueron titulares ante los puntanos sólo realizaron actividades recreativas. El resto realizó fútbol informal. Ramón Lentini que regresó lesionado en el muslo, realizó tareas diferenciadas en el gimnasio del complejo.
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