Las ganas de conseguir una nueva alegría se mezclan con la ansiedad lógica que genera en los futbolistas un encuentro vital para el futuro el rival. Al mismo tiempo, los corazones de los hinchas laten con más fuerza. Atlético protagonizó partidos importantes este año. Muchos. En su mayoría marcados a fuego por diferentes circunstancias. Por algo es el club argentino con más kilómetros y minutos de rodaje durante estos cuatro meses de 2017. Pero en el fútbol las sensaciones se renuevan día a día y esta tarde, en el Monumental, el “Decano” se juega una carta fundamental para su futuro en la Copa Libertadores.
La imagen de la película se centró, primero, en la revancha contra El Nacional en la altura de Quito, por la fase 2 de la Copa Libertadores. En aquel momento, el sueño de entrar a la fase de grupos parecía atado con alambre, después del 2 a 2 en el Monumental. Atlético hizo magia, ganó 1-0 con el cabezazo inolvidable de Fernando Zampedri. Pero por sobre todo, construyó su propia mística copera luego de tanto sufrir, llegando pasado de hora a la capital ecuatoriana y enfrentando a su rival con la camiseta de la Selección Sub 20 y no la “decana”. Historia. Eso es lo que hizo Atlético ese día.
Y volvió a escribirla luego, quizás sin tanto dramatismo, frente a Junior de Barranquilla, el último obstáculo antes de golpearse el pecho y sentirse miembro del grupo 5 junto con Palmeiras, Peñarol y Jorge Wilstermann. Perdió (1-0) en el paraíso de Cartagena de Indias y voló en 25 de Mayo y Chile. Voló tanto con su juego Atlético que en el único momento que bajó la marcha casi lo sufre. Cristian Lucchetti, el hombre de las manos doradas, sacó una pelota clave cuando el reloj decía basta y aseguró la clasificación. Otra vez historia.
Luego llegó la fase de grupos. Ese largo camino de sinsabores y alegrías atragantados, porque el equipo tuvo para cosechar varios puntos pero por fallas propias apenas sumó uno de nueve posibles.
Entonces, su deseo de continuar con vida en el torneo continental se reduce al partido que comenzará a las 19.30 y puede comenzar a cambiar el futuro o destruir la gran ilusión. Atlético necesita vencer a Wilstermann. Si no lo hace, no habrá mañana en el torneo
“No hay otro resultado que nos sirva. Si no ganamos, prácticamente nos quedaríamos sin chances de clasificarnos”, admite Lucchetti, minutos antes de llegar en compañía de Bruno Bianchi a la a concentración en el hotel Hilton. Su cara refleja preocupación, aunque “Laucha” asegure que no es así. “No es fácil encarar dos torneos como los que estamos jugando. Lo sabíamos, pero será un golpe para nosotros mismos no seguir. Queremos avanzar en los dos torneos y sería muy feo quedarnos afuera sabiendo que todavía restan, además de este, dos partidos más”, explica el capitán. Bianchi asiente.
Si hay un grupo que siempre salió a flote, es este, jura Lucchetti. Familia chica y recontra unida. “Sí, nos llevamos bien. Pese a que los resultados no nos han acompañado en algunos partidos, hemos dejado una gran imagen e identidad de juego, más allá del rival. Ahora tenemos la chance de demostrar que estamos vivos”.
Ignacio Canuto también se muestra optimista y asegura que nada está perdido. “No pensamos en otra copa porque estamos jugando la más importante, la Libertadores. Depende de nosotros. No pienso en clasificarnos terceros para jugar la Sudamericana. Queremos terminar primeros o segundos”, ratifica el central.
“Nosotros estamos convencidos de lo que hacemos”, resume Canuto, que sólo piensa en ganarle al conjunto boliviano para volver a poner a Atlético en carrera por la clasificación en el grupo 5. Es la única vía para construir un mañana en la Libertadores. Y ese mañana se define hoy
Inteligente y paciente, todo al mismo tiempo
La previa del duelo que sostendrán hoy Atlético y Jorge Wilstermann, en el Monumental, se vive con suspenso y una dosis de dramatismo. El anfitrión siente la una punta filosa de la espada que le recuerda que está obligado a salir airoso si pretende prolongar sus chances de acceder a los octavos de final de la Libertadores.
El “decano” jugará hoy, a las 19.30, por el oro o el barro. “Si no ganamos estaremos complicados. Pero de local somos muy fuertes. Ojalá consigamos el resultado que necesitamos”, se ilusiona Fabio Álvarez uno de los tapados en el proceso anterior que hace unas fechas comenzó a mostrarse con su fútbol.
Hoy Álvarez forma parte de una línea de volantes ofensivos internos que hacen las veces de doble cinco mentirosos. En realidad, el único volante central de marca que tiene el “Decano” en el medio es Nery Leyes. Del fútbol que pueden generar Álvarez, Guillermo Acosta (reemplaza a Rodrigo Aliendro), David Barbona y Leandro González, inclusive, depende Atlético para que Wilstermann no la pase nada bien. Y del poder de definición de Fernando Zampedri, porsupuesto.
La clave del cotejo estará, precisamente, en el medio campo. A Wilstermann, golpeado en el torneo de su país, cualquier resultado que no sea la derrota lo deja en condiciones de seguir soñando con la clasificación a octavos de final. En el grupo 5 marcha segundo con seis puntos. Atlético, en cambio, suma apenas una unidad.
Álvarez, de buen partido contra Racing en el 3-4 por el torneo local es uno de los alfiles a anular por la visita. “Me siento bien; sumando confianza gracias al equipo y al técnico. Era complicado no ser tenido en cuenta. pero nunca dejé de confiar en mis condicione. Sabía que iba a llegar la oportunidad y debía estar preparado”, explica el dueño de un recurso técnico visto como un lujo en el fútbol pero también como una cargada al rival: el caño. “Es mi estilo. . No lo hago para cargar a nadie, es un recurso. Voy a seguir tirando caños mientras pueda”, admite el cordobés, a la espera del partido más importante del semestre para Atlético. Y también para él.
Atlético tiene 90 minutos para obtener la victoria ante Jorge Wilstermann. No necesariamente debe empezar ganando desde el vestuario. Debe ser paciente y no dejarse dominar por los nervios si el marcador no lo acompaña en los primeros minutos.
Como contra Racing, el “Decano” deberá demostrar que la contundencia es su arma principal. Hoy volverá a estar en cancha Fernando Zampedri. El goleador del equipo se encargó de lastimar a la mayoría de las defensas que se enfrentaron al equipo de Lavallén. Que la racha se prolongue...
Las desconcentración le costaron muchos puntos a Atlético en la Copa: contra Palmeiras, Peñarol y Wilstermann. Hoy no puede dar lugar a esos pequeños baches que sufre, sobre todo en la defensa o cuando sale a buscar la victoria.