21 Abril 2017
UNA BUENA ALTERNATIVA. Leonardo Rizo jugó un muy buen partido contra Crucero del Norte y demostró que puede ser una pieza importante dentro del equipo. El volante quiere seguir sumando minutos. la gaceta / foto de héctor peralta
“Tuve la oportunidad de jugar de entrada, algo que todo jugador siempre busca. Hace mucho tiempo que esperaba volver a hacerlo; por suerte todo salió bien.”
El tono de voz de Leonardo Rizo denota felicidad, tranquilidad por el deber cumplido y esperanza con un futuro inmediato con más minutos en cancha. El otrora enganche, ahora devenido en volante por izquierda, de pie hábil y buena visión de juego, fue una de las mejores armas que mostró San Martín en la ajustada, agónica, pero bien festejada victoria contra Crucero del Norte de Misiones.
Rizo prácticamente debutó en la Primera B Nacional, a pesar de que sus primeros pasos en la categoría los había dado el 18 de mayo de 2010, con 17 años, en cancha de Sportivo Italiano, por la última fecha de la temporada 2009/10.
Luego de ese aislado juego, pasaron los años en los que contó con los dedos de una mano las oportunidades en el Federal A. Eso se extendió hasta el miércoles por la noche, cuando Diego Cagna lo rescató del ostracismo para darle la camiseta número “10” y la responsabilidad de “salvar” a un equipo que venía de capa caída.
El volante nacido en Trancas les puso el pecho a las balas. Tras un comienzo dubitativo, se calzó el traje de conductor y aportó fútbol del bueno para que San Martín pudiera sacarse de encima al “Colectivero”. “Creo que hice un buen primer tiempo. Sé que tengo que corregir algunos errores, pero en líneas generales me sentí muy cómodo. En el segundo tiempo sufrí el cansancio lógico por la falta de ritmo. Pero eso es algo normal; ojalá pueda seguir sumando minutos”, explica la “joya” del “Santo”, que entre tanta responsabilidad, tuvo que hacerse cargo de una posición poco habitual para él. “Me sentí cómodo en un puesto nuevo para mí, al que estoy conociendo y que me gusta. Ojo, igual no es que recién esta semana Diego me puso como volante por izquierda. Hace tiempo que en las prácticas vengo practicando de esa manera. Es más, me siento cómodo porque me permite arrancar desde más atrás, con pelota dominada y, de esa manera, puedo lastimar al rival quebrando líneas o metiendo un pase gol”, cuenta, detallando la noche que casi fue como su primera vez.
Fue el autor intelectual de la jugada que derivó en el gol de Ramón Lentini, manejó los hilos del equipo y se movió como un titiritero, juntando rivales para dejar solos a sus compañeros. “Toda mi vida jugué como enganche y por eso estoy acostumbrado a moverme de esa manera. Es una virtud que me quedó y a la que trato de sacarle provecho”, explica Rizo, uno de los “mimados” de la gente que volvió a copar La Ciudadela. “Soy un agradecido al hincha de San Martín. A pesar de que no jugaba, siempre me empujaban a no bajar los brazos y a tratar de seguir peleándola. Salir al campo, ante ese gran marco, me llenó el corazón. Espero que las cosas sigan saliendo bien”.
El “Santo” volvió a ganar luego de cinco partidos y logró salir de la zona caliente en la tabla de promedios. Los planetas se alinearon y “Leo” tuvo una noche soñada. “Gracias a Dios pudimos ganar, que era lo que todos queríamos. Ojalá que a partir de este triunfo podamos seguir creciendo como equipo y sumando puntos, que es lo más importante en esta etapa”, sentencia Rizo, que tiene dos objetivos inmediatos a cumplir. “Será importante traernos algo de San Luis. Tenemos que recuperar la confianza para poder rendir mucho mejor; y en lo personal, sería lindo seguir sumando minutos y poder consolidarme de una vez por todas”, concluye el volante, que está feliz de la vida por esta nueva oportunidad.
El tono de voz de Leonardo Rizo denota felicidad, tranquilidad por el deber cumplido y esperanza con un futuro inmediato con más minutos en cancha. El otrora enganche, ahora devenido en volante por izquierda, de pie hábil y buena visión de juego, fue una de las mejores armas que mostró San Martín en la ajustada, agónica, pero bien festejada victoria contra Crucero del Norte de Misiones.
Rizo prácticamente debutó en la Primera B Nacional, a pesar de que sus primeros pasos en la categoría los había dado el 18 de mayo de 2010, con 17 años, en cancha de Sportivo Italiano, por la última fecha de la temporada 2009/10.
Luego de ese aislado juego, pasaron los años en los que contó con los dedos de una mano las oportunidades en el Federal A. Eso se extendió hasta el miércoles por la noche, cuando Diego Cagna lo rescató del ostracismo para darle la camiseta número “10” y la responsabilidad de “salvar” a un equipo que venía de capa caída.
El volante nacido en Trancas les puso el pecho a las balas. Tras un comienzo dubitativo, se calzó el traje de conductor y aportó fútbol del bueno para que San Martín pudiera sacarse de encima al “Colectivero”. “Creo que hice un buen primer tiempo. Sé que tengo que corregir algunos errores, pero en líneas generales me sentí muy cómodo. En el segundo tiempo sufrí el cansancio lógico por la falta de ritmo. Pero eso es algo normal; ojalá pueda seguir sumando minutos”, explica la “joya” del “Santo”, que entre tanta responsabilidad, tuvo que hacerse cargo de una posición poco habitual para él. “Me sentí cómodo en un puesto nuevo para mí, al que estoy conociendo y que me gusta. Ojo, igual no es que recién esta semana Diego me puso como volante por izquierda. Hace tiempo que en las prácticas vengo practicando de esa manera. Es más, me siento cómodo porque me permite arrancar desde más atrás, con pelota dominada y, de esa manera, puedo lastimar al rival quebrando líneas o metiendo un pase gol”, cuenta, detallando la noche que casi fue como su primera vez.
Fue el autor intelectual de la jugada que derivó en el gol de Ramón Lentini, manejó los hilos del equipo y se movió como un titiritero, juntando rivales para dejar solos a sus compañeros. “Toda mi vida jugué como enganche y por eso estoy acostumbrado a moverme de esa manera. Es una virtud que me quedó y a la que trato de sacarle provecho”, explica Rizo, uno de los “mimados” de la gente que volvió a copar La Ciudadela. “Soy un agradecido al hincha de San Martín. A pesar de que no jugaba, siempre me empujaban a no bajar los brazos y a tratar de seguir peleándola. Salir al campo, ante ese gran marco, me llenó el corazón. Espero que las cosas sigan saliendo bien”.
El “Santo” volvió a ganar luego de cinco partidos y logró salir de la zona caliente en la tabla de promedios. Los planetas se alinearon y “Leo” tuvo una noche soñada. “Gracias a Dios pudimos ganar, que era lo que todos queríamos. Ojalá que a partir de este triunfo podamos seguir creciendo como equipo y sumando puntos, que es lo más importante en esta etapa”, sentencia Rizo, que tiene dos objetivos inmediatos a cumplir. “Será importante traernos algo de San Luis. Tenemos que recuperar la confianza para poder rendir mucho mejor; y en lo personal, sería lindo seguir sumando minutos y poder consolidarme de una vez por todas”, concluye el volante, que está feliz de la vida por esta nueva oportunidad.
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