19 Abril 2017
BUENOS AIRES.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la Argentina crecerá 2,2% este año y 2,3% en 2018, reflejando así el gradual rebote de la inversión pública y de las exportaciones. Asimismo, en su informe global difundido ayer en Washington, el organismo proyecta una declinación progresiva de la tasa de inflación para los próximos años.
“Tras contraerse el año pasado (-2,3%) la actividad (económica) tiene visos de expandirse también en la Argentina (con un crecimiento del PBI) en 2,2% en 2017 gracias al aumento del consumo y la inversión pública, y, en 2,3% en 2018 a medida que vayan recuperándose la inversión privada y las exportaciones”, proyectó.
El informe del FMI contempló un comportamiento declinante de la inflación anual de la Argentina partiendo de una proyección promedio de 25,6% para 2017 y de 18,7% para 2018, y, sin citar estimaciones para 2019, 2020 y 2021, añade que los precios al consumidor estarán en 9,1% para el 2022.
De todos modos, el FMI considera también que la inflación al final de cada uno de estos períodos estará por debajo de estas cifras. De este modo, el organismo internacional estima una tasa de inflación para el cierre de 2017, de 21,6% anual y para el 2018 prevé una cifra final de 17,2%.
Aunque las cifras parecieran confusas, en la metodología del FMI la proyección promedio es la que se calcula mes a mes, con el acumulado resultante. En cambio, la inflación al final del período sería la evolución de precios del año calendario. En los análisis proyectivos del FMI, se estima un balance de cuenta corriente con signo negativo de 2,9% para 2017 y de -3,4% para 2018. En el informe anual también se considera que el desempleo para 2017 cerrará en un nivel de 7,4% y de 7,3% para 2018, marcando también una tendencia levemente declinante.
La región, más débil
En el contexto de América latina y el Caribe, se prevé un crecimiento más débil de lo esperado, con tasas de evolución regional de 1,1% para 2017 y de 2,0% para 2018, de modo que las proyecciones de crecimiento del PBI para la Argentina están por encima de los promedios regionales proyectados.
El Fondo considera que las perspectivas de crecimiento dentro de la región varían sustancialmente según el país. “Si bien la actividad de la mayor parte de los exportadores de materias primas estaría respaldada por la recuperación de los precios de las commodities, los fundamentos internos continuarían desempeñando un papel determinante en las perspectivas de algunos países grandes”, señaló el organismo.
El Fondo consideró que, entre los exportadores de materia prima, se espera que Brasil emerja de una de sus peores recesiones, con una previsión de crecimiento de 0,2% en 2017 y 1,7% en 2018”. (Télam)
“Tras contraerse el año pasado (-2,3%) la actividad (económica) tiene visos de expandirse también en la Argentina (con un crecimiento del PBI) en 2,2% en 2017 gracias al aumento del consumo y la inversión pública, y, en 2,3% en 2018 a medida que vayan recuperándose la inversión privada y las exportaciones”, proyectó.
El informe del FMI contempló un comportamiento declinante de la inflación anual de la Argentina partiendo de una proyección promedio de 25,6% para 2017 y de 18,7% para 2018, y, sin citar estimaciones para 2019, 2020 y 2021, añade que los precios al consumidor estarán en 9,1% para el 2022.
De todos modos, el FMI considera también que la inflación al final de cada uno de estos períodos estará por debajo de estas cifras. De este modo, el organismo internacional estima una tasa de inflación para el cierre de 2017, de 21,6% anual y para el 2018 prevé una cifra final de 17,2%.
Aunque las cifras parecieran confusas, en la metodología del FMI la proyección promedio es la que se calcula mes a mes, con el acumulado resultante. En cambio, la inflación al final del período sería la evolución de precios del año calendario. En los análisis proyectivos del FMI, se estima un balance de cuenta corriente con signo negativo de 2,9% para 2017 y de -3,4% para 2018. En el informe anual también se considera que el desempleo para 2017 cerrará en un nivel de 7,4% y de 7,3% para 2018, marcando también una tendencia levemente declinante.
La región, más débil
En el contexto de América latina y el Caribe, se prevé un crecimiento más débil de lo esperado, con tasas de evolución regional de 1,1% para 2017 y de 2,0% para 2018, de modo que las proyecciones de crecimiento del PBI para la Argentina están por encima de los promedios regionales proyectados.
El Fondo considera que las perspectivas de crecimiento dentro de la región varían sustancialmente según el país. “Si bien la actividad de la mayor parte de los exportadores de materias primas estaría respaldada por la recuperación de los precios de las commodities, los fundamentos internos continuarían desempeñando un papel determinante en las perspectivas de algunos países grandes”, señaló el organismo.
El Fondo consideró que, entre los exportadores de materia prima, se espera que Brasil emerja de una de sus peores recesiones, con una previsión de crecimiento de 0,2% en 2017 y 1,7% en 2018”. (Télam)
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