19 Abril 2017
CIVILES MILITARIZADOS. Los milicianos juraron lealtad al presidente Maduro y al gobierno bolivariano. Reuters
CARACAS/WASHINGTON.- Dirigentes de la oposición venezolana, de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) repudiaron el anuncio del presidente, Nicolás Maduro, en cuanto a que asegurará la entrega de un fusil a cada uno de los casi 500.000 miembros de la Milicia Nacional.
En una concentración en Caracas por el día de la Milicia Nacional, Maduro anunció el lunes a la noche que tiene asegurados los recursos para entregar a cada miliciano un fusil. Dijo, además, que espera expandir la milicia a un millón de efectivos.
El mandatario ordenó a los milicianos uniformados permanecer en las calles -allí están desde el lunes a la noche-, cuando la oposición tiene planeado realizar hoy una gran marcha en Caracas, en rechazo al gobierno y al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por haber aprobado una sentencia que despojó a la Asamblea Nacional (Congreso) de sus atribuciones. Aunque el TSJ retiró la sentencia, los diputados lo acusan de haber producido un “golpe de Estado”.
La Acnudh advirtió al gobierno de Maduro que la entrega de armas a civiles sólo exacerbará la tensión y el conflicto en Venezuela. “Lo que se necesita en este contexto de conflicto es que la tensión se apacigüe, no que se incremente, y dar armas a los civiles implica muchísimo riesgo”, alertó el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado, Rupert Colville. El vocero recordó al ejecutivo bolivariano que la libertad de asamblea y manifestación es un derecho humano universal y que por lo tanto debe respetarse.
También se refirió a los manifestantes y les dijo que deben protestar “de forma pacífica”.
“Reiteramos al gobierno que no debería haber detenciones masivas ni indiscriminadas y que el Ejecutivo debe hacer todo lo posible para apaciguar la tensión”, explicó Colville.
Hoy, se realizará en Caracas una caravana convocada por la fuerza motorizada del país (oficialistas), para conmemorar los 207 años de la independencia de Venezuela y los cuatro años de Maduro en el poder (el mandato dura seis años). Estas columnas podrían cruzarse y chocar con las de los opositores.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a su turno, consideró que el hecho de que el Gobierno venezolano arme a civiles es “una acción que incita a la violencia”.
“Las acciones del régimen, de repartir armas a civiles e instarlos a la confrontación, constituyen una acción represiva homicida que incita a la violencia”, afirmó Almagro en un comunicado. “Todos debemos condenar este tipo de acciones y el Gobierno (venezolano) debe revertir ese posicionamiento, que solamente incita al conflicto y a la confrontación. Pedimos que se respete el derecho del pueblo a manifestar en paz”, agregó.
Voces contrarias
El lopositor Henrique Capriles replicó a Maduro que el país no quiere fusiles sino alimentos y medicamentos, en medio de un prolongado desabastecimiento de los mercados. “El esperpento de Maduro anuncia un fusil para cada miliciano, está más desesperado que nunca”, señaló.
Igualmente, el diputado opositor Henry Ramos Allup advirtió que los fusiles prometidos por Maduro no callarán al pueblo ni aminorarán el “rechazo del 85% de los venezolanos”. “El culillo (terror) es libre. Lástima que quiera curárselo con 500.000 fusiles”, escribió Ramos en Twitter.
Rechazo latino
Once países de América latina pidieron a las autoridades de Venezuela impedir “cualquier acto de violencia” en contra de los manifestantes y lamentaron la muerte de seis personas durante las protestas. En un comunicado, los Gobiernos de Argentina, Perú, Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Uruguay reiteraron “su rechazo a la violencia” en el país sudamericano. (Télam)
En una concentración en Caracas por el día de la Milicia Nacional, Maduro anunció el lunes a la noche que tiene asegurados los recursos para entregar a cada miliciano un fusil. Dijo, además, que espera expandir la milicia a un millón de efectivos.
El mandatario ordenó a los milicianos uniformados permanecer en las calles -allí están desde el lunes a la noche-, cuando la oposición tiene planeado realizar hoy una gran marcha en Caracas, en rechazo al gobierno y al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por haber aprobado una sentencia que despojó a la Asamblea Nacional (Congreso) de sus atribuciones. Aunque el TSJ retiró la sentencia, los diputados lo acusan de haber producido un “golpe de Estado”.
La Acnudh advirtió al gobierno de Maduro que la entrega de armas a civiles sólo exacerbará la tensión y el conflicto en Venezuela. “Lo que se necesita en este contexto de conflicto es que la tensión se apacigüe, no que se incremente, y dar armas a los civiles implica muchísimo riesgo”, alertó el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado, Rupert Colville. El vocero recordó al ejecutivo bolivariano que la libertad de asamblea y manifestación es un derecho humano universal y que por lo tanto debe respetarse.
También se refirió a los manifestantes y les dijo que deben protestar “de forma pacífica”.
“Reiteramos al gobierno que no debería haber detenciones masivas ni indiscriminadas y que el Ejecutivo debe hacer todo lo posible para apaciguar la tensión”, explicó Colville.
Hoy, se realizará en Caracas una caravana convocada por la fuerza motorizada del país (oficialistas), para conmemorar los 207 años de la independencia de Venezuela y los cuatro años de Maduro en el poder (el mandato dura seis años). Estas columnas podrían cruzarse y chocar con las de los opositores.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a su turno, consideró que el hecho de que el Gobierno venezolano arme a civiles es “una acción que incita a la violencia”.
“Las acciones del régimen, de repartir armas a civiles e instarlos a la confrontación, constituyen una acción represiva homicida que incita a la violencia”, afirmó Almagro en un comunicado. “Todos debemos condenar este tipo de acciones y el Gobierno (venezolano) debe revertir ese posicionamiento, que solamente incita al conflicto y a la confrontación. Pedimos que se respete el derecho del pueblo a manifestar en paz”, agregó.
Voces contrarias
El lopositor Henrique Capriles replicó a Maduro que el país no quiere fusiles sino alimentos y medicamentos, en medio de un prolongado desabastecimiento de los mercados. “El esperpento de Maduro anuncia un fusil para cada miliciano, está más desesperado que nunca”, señaló.
Igualmente, el diputado opositor Henry Ramos Allup advirtió que los fusiles prometidos por Maduro no callarán al pueblo ni aminorarán el “rechazo del 85% de los venezolanos”. “El culillo (terror) es libre. Lástima que quiera curárselo con 500.000 fusiles”, escribió Ramos en Twitter.
Rechazo latino
Once países de América latina pidieron a las autoridades de Venezuela impedir “cualquier acto de violencia” en contra de los manifestantes y lamentaron la muerte de seis personas durante las protestas. En un comunicado, los Gobiernos de Argentina, Perú, Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Uruguay reiteraron “su rechazo a la violencia” en el país sudamericano. (Télam)
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