Por una Pascua en paz

Por una Pascua en paz

Antes de impartir la bendición “Urbi et orbi”, el Papa emitirá hoy un poderoso llamado contra la violencia, en un mundo que luce peligrosamente descontrolado. Ayer, durante la misa de Vigilia Pascual, exhortó a los cristianos a identificarse con los pobres y con los perseguidos. Roma está blindada: 3.000 agentes vigilan las calles.

EN LA BASÍLICA DE SAN PEDRO. El Papa condenó la corrupción, el egoísmo y la “burocracia paralizante y estéril”. REUTERS EN LA BASÍLICA DE SAN PEDRO. El Papa condenó la corrupción, el egoísmo y la “burocracia paralizante y estéril”. REUTERS
16 Abril 2017
Una invitación a conmoverse e identificarse con el sufrimiento de los que menos tienen. A ponerse en la piel de los pobres, de los perseguidos. Y por sobre todo, a luchar por la paz en un mundo que luce descontrolado. Esas fueron las exhortaciones que realizó el Papa en la basílica de San Pedro, donde ofició la misa por la Vigilia de Pascua.
“Si hacemos un esfuerzo con nuestra imaginación, en el rostro de estas mujeres podemos encontrar los rostros de tantas madres y abuelas, el rostro de niños y jóvenes que resisten el peso y el dolor de tanta injusticia inhumana”, dijo Francisco durante la homilía, refiriéndose a un pasaje bíblico que menciona a María y a María Magdalena. 
Antes de celebrar hoy la misa de Pascua e impartir desde el balcón central la bendición “Urbe et orbi (a Roma y al mundo)”, Francisco expresó: “vemos reflejados en ellas el rostro de todos aquellos que caminando por la ciudad sienten el dolor de la miseria, el dolor por la explotación y la trata”. 
“En ellas vemos el rostro de aquellos que sufren el desprecio por ser inmigrantes, huérfanos de tierra, de casa, de familia; el rostro de aquellos cuya mirada revela soledad y abandono por tener las manos demasiado arrugadas”, planteó Jorge Bergoglio.
“Ellas son el rostro de mujeres, madres que lloran por ver cómo la vida de sus hijos queda sepultada bajo el peso de la corrupción, que quita derechos y rompe tantos anhelos; bajo el egoísmo cotidiano que crucifica y sepulta la esperanza de muchos, bajo la burocracia paralizante y estéril que no permite que las cosas cambien”, denunció.
Mientras, en los alrededores de San Pedro un fuerte operativo de seguridad se preparaba para la celebración de hoy, con el tránsito cerrado y drones patrullando los alrededores del Vaticano. Hay unos 3.000 agentes movilizados bajo el paraguas de “nivel 2” de seguridad, el único debajo del reservado a “ataque en curso”.
Anticipos
El momento es delicado, porque Francisco impulsa cambios de fondo en la Curia romana que incluyen una nueva Constitución. El Papa prepara esas reformas junto a su consejo de nueve cardenales asesores, en el marco de otros cambios que apuntan a desburocratizar la Iglesia.
A la celebración de ayer concurrió el embajador argentino en Italia, Tomás Ferrari, y durante su transcurso el Papa bautizó a 11 personas llegadas de España, República Checa, Italia, Estados Unidos, Albania, Malta y China. 
La Vigilia de este año tiene como marco la extrema preocupación del Pontífice ante lo que él denomina la “tercera guerra mundial en pedazos” y para la que pidió a los líderes mundiales no responder a la violencia con más violencia.
En esa línea, confirmaron fuentes vaticanas a Télam, habrá un gran llamado del Papa por la paz y la no violencia durante su mensaje de hoy al mediodía, con especial énfasis en los conflictos de Siria, Venezuela y la península coreana.
La celebración de Pascua coincidirá hoy con el cumpleaños 90 del papa emérito Benedicto XVI, por lo que Francisco visitó en la noche del jueves el monasterio Matter Ecclesiae en el que su antecesor vive, dentro del Vaticano, para felicitarlo. El anuncio lo hizo la Santa Sede, aunque no trascendieron fotos del encuentro entre ambos, el primero desde la Navidad de 2016.

Una invitación a conmoverse e identificarse con el sufrimiento de los que menos tienen. A ponerse en la piel de los pobres, de los perseguidos. Y por sobre todo, a luchar por la paz en un mundo que luce descontrolado. Esas fueron las exhortaciones que realizó el Papa en la basílica de San Pedro, donde ofició la misa por la Vigilia de Pascua.

“Si hacemos un esfuerzo con nuestra imaginación, en el rostro de estas mujeres podemos encontrar los rostros de tantas madres y abuelas, el rostro de niños y jóvenes que resisten el peso y el dolor de tanta injusticia inhumana”, dijo Francisco durante la homilía, refiriéndose a un pasaje bíblico que menciona a María y a María Magdalena. 

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Antes de celebrar hoy la misa de Pascua e impartir desde el balcón central la bendición “Urbe et orbi (a Roma y al mundo)”, Francisco expresó: “vemos reflejados en ellas el rostro de todos aquellos que caminando por la ciudad sienten el dolor de la miseria, el dolor por la explotación y la trata”. 

“En ellas vemos el rostro de aquellos que sufren el desprecio por ser inmigrantes, huérfanos de tierra, de casa, de familia; el rostro de aquellos cuya mirada revela soledad y abandono por tener las manos demasiado arrugadas”, planteó Jorge Bergoglio.

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“Ellas son el rostro de mujeres, madres que lloran por ver cómo la vida de sus hijos queda sepultada bajo el peso de la corrupción, que quita derechos y rompe tantos anhelos; bajo el egoísmo cotidiano que crucifica y sepulta la esperanza de muchos, bajo la burocracia paralizante y estéril que no permite que las cosas cambien”, denunció.

Mientras, en los alrededores de San Pedro un fuerte operativo de seguridad se preparaba para la celebración de hoy, con el tránsito cerrado y drones patrullando los alrededores del Vaticano. Hay unos 3.000 agentes movilizados bajo el paraguas de “nivel 2” de seguridad, el único debajo del reservado a “ataque en curso”.

Anticipos

El momento es delicado, porque Francisco impulsa cambios de fondo en la Curia romana que incluyen una nueva Constitución. El Papa prepara esas reformas junto a su consejo de nueve cardenales asesores, en el marco de otros cambios que apuntan a desburocratizar la Iglesia.

A la celebración de ayer concurrió el embajador argentino en Italia, Tomás Ferrari, y durante su transcurso el Papa bautizó a 11 personas llegadas de España, República Checa, Italia, Estados Unidos, Albania, Malta y China. 

La Vigilia de este año tiene como marco la extrema preocupación del Pontífice ante lo que él denomina la “tercera guerra mundial en pedazos” y para la que pidió a los líderes mundiales no responder a la violencia con más violencia.

En esa línea, confirmaron fuentes vaticanas a Télam, habrá un gran llamado del Papa por la paz y la no violencia durante su mensaje de hoy al mediodía, con especial énfasis en los conflictos de Siria, Venezuela y la península coreana.

La celebración de Pascua coincidirá hoy con el cumpleaños 90 del papa emérito Benedicto XVI, por lo que Francisco visitó en la noche del jueves el monasterio Matter Ecclesiae en el que su antecesor vive, dentro del Vaticano, para felicitarlo. El anuncio lo hizo la Santa Sede, aunque no trascendieron fotos del encuentro entre ambos, el primero desde la Navidad de 2016.

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