Una joven ayudó a atrapar a su acosador

Una joven ayudó a atrapar a su acosador

La víctima era amenazada por mensajes que recibía por celular. Quedó libre

13 Abril 2017
Harta de ser acosada, la mujer se animó a denunciar la pesadilla que estaba viviendo desde hace varias semanas. Hasta ella misma participó del operativo en el que la Policía detuvo a un hombre de 40 años por acosarla a través de mensajes en un shopping de Yerba Buena.

La víctima, de 40 años, se presentó en la comisaría de Yerba Buena para denunciar que un hombre le estaba enviando mensajes a su celular a través de WhatsApp. Contó además que hace dos años atrás había sido atacada por la misma persona. Dijo que en esos momentos el hombre sabía cada uno de sus movimientos y que por ese motivo, vivió aterrorizada y soportando los problemas que le ocasionaban.

La mujer, que conocía al victimario, explicó que en las últimas semanas volvió a acosarla. El comisario Fernando Toledo ideó un plan para dar con el sospechoso. Le pidió a la denunciante que concretara una cita en un lugar público para evitar todo tipo de inconveniente. Ella aceptó y convocó al supuesto acosador a un shopping de avenida Aconquija al 1.400.

La denunciante llegó al lugar acordado. Allí ya se encontraba una comisión integrada por Andrea Ruiz, Ángel Díaz y César Gómez. Esperaron que el sospechoso se sentara y lo demoraron. También le secuestraron los dos celulares que tenía en su poder.

La fiscala María del Carmen Reuter les ordenó a los policías que lo aprehendieran. Si bien es cierto que no trascendieron los detalles de su declaración, se solicitó su detención, planteo que fue rechazado por un juez de instrucción, que sí aceptó la medida de prohibición de acercamiento que se le había solicitado a favor de la víctima.

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“No intervenimos mucho en este tipo de casos. Pero hay otras situaciones que se están repitiendo. Generalmente, cuando una mujer decide poner punto final a una relación, su pareja, para evitar la ruptura, amenaza con difundir detalles, imágenes o videos íntimos”, aseguró Marcelo Sallas, jefe de Seguridad Personal de la Policía.

El comisario indicó que los casos más complicados son los que se dan en el ámbito laboral. “Muchas veces, planteado el problema, después de pedirse las disculpas correspondientes, se hacen promesas de que nunca más volverá a repetir esos mensajes. Pero eso no termina cumpliéndose y se agrava el caso”, explicó en una charla con LA GACETA.

“Una víctima de estas amenazas debe realizar la denuncia correspondiente. Ya sea en la Policía o en la Justicia. Ese es el mejor camino que puede recorrer”, señaló. “Si no lo hace, el victimario siente que le tiene miedo, que podrá seguir acosando y que hará lo que sea para cumplir con su objetivo”, concluyó Sallas.

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