COCHABAMBA, Bolivia (Enviado especial de LAGACETA.COM, Martín Soto).- Al ingresar al estadio Félix Capriles, el olfato es el sentido que más se agudiza. Bajo las gradas hay ubicadas varios puestos de comida caliente que lejos están de ofrecer hamburguesas, panchos o choripanes.
Entre las opciones se encuentraron sandwich de huevo frito, a 4 pesos bolivianos (unos 9 pesos), sandwich de lomito a 10 bolivianos (unos 23 pesos), empanadas picantes o de queso a 5 (11 pesos) y apanado, que es una suerte de milanesa hecha con carne procesada (vale 7 bolivianos, unos 15 pesos).
En las tribunas también se podían comprar empanadas y todo tipo de snacks fritos, incluso hasta batatas. Los más solicitados de la noche, sin embargo no fueron los productos gastronómicos sino los "ponchillos", unas capas para protegerse del agua.
La lluvia, por momentos intensa, obligó a casi todos a adquirir el suyo por unos 23 pesos (10 bolivianos).