11 Abril 2017
BARDÓN. “La educación científica tiene que ser una política de Estado”.
“Tiene que ser política de Estado que la educación científica comience a temprana edad”, reflexionó la rectora Alicia Bardón en la celebración del día del Investigador Científico que se celebró ayer en la sala de Consejo Superior de la UNT. Para eso, agregó, es necesario que los científicos se acerquen a la comunidad. “Ningún científico debe sentirse mal por ir a una escuela a reunirse con los maestros y preparar una charla una mesa redonda”, añadió. La celebración se hace en homenaje al natalicio del científico Bernardo Houssay (1887-1971).
El país atraviesa un delicado contexto educativo. Los desalentadores datos de la prueba Aprender dejaron en evidencias las falencias en la construcción del conocimiento de los estudiantes de escuelas públicas primarias y secundarias y las desigualdades entre el interior y las ciudades cabeceras. Esto corrobora un problema que desde hace tiempo es tema de debate: la desarticulación entre el secundario y la universidad. Que lleva a tener altas tasas de deserción durante los primeros años.
Con este panorama, la exigencia hoy en un mundo que sigue avanzando es la integración y la llegada de los científicos a las aulas.
“Quiero recordar a Leonor de Cudmani, una investigadora de física que con su grupo formó la Asociación de profesores del secundario y trabajaron en talleres de capacitación para los profesores de física. Esto es un ejemplo de transferencia de los grupos científicos a la comunidad”, destacó Elisa Colombo, directora del Conicet Tucumán.
“Si un docente que hace investigación es capaz de transmitirle a su alumno que la ciencia no es cerrada, que está en permanente construcción, ahí tenés un futuro investigador”, destacó la profesional.
Del acto también participaron el subsecretario Innovación y Desarrollo Tecnológico de la Provincia (Sidetec), Roberto Tagashira; la secretaria de Ciencia, Arte e Innovación Tecnológica de la UNT (Scait), Cristina Apella y el director técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Daniel Ploper.
Colombo dijo que la investigación científica es una tarea de mucho compromiso y vocación, de mucha dedicación hacia la región y el país. Agregó que el Conicet Tucumán tiene 1.000 personas trabajando en total: un 33% son investigadores, un 35% 0 40% son becarios y luego está el personal de apoyo y el administrativo. Agregó que posee 16 unidades ejecutoras, de las cuales 11 son de doble pertenencia con la UNT, que es el principal socio de la institución en actividades científicas.
La directora del Conicet dijo que la sociedad reclama hoy a los investigadores “alimentos, medicación y que sean accesibles y funcionales que mejoren la calidad de vida y que estén al alcance de la comunidad”.
Con recortes y asimetrías
El bajo presupuesto para ciencia y tecnología que aprobó el Congreso de la Nación motivó que la comunidad científica saliera de los laboratorios y bibliotecas para protestar. Colombo y Bardón coincidieron en señalar también la asimetría en la distribución de investigadores en el país. “Luego del recorte que hubo (de ingresos a la carrera del Conicet) la distribución que se hizo no siguió los parámetros de la federalización. Si vemos el porcentaje de cada región nos tocó menos de lo que nos correspondía”, sostuvo Colombo.
Además de eso alertó sobre la baja cantidad de investigadores que tiene el país respecto del resto del mundo. Los estándares internacionales indican que hay entre 4.000 y 8.000 investigadores cada millón de habitantes. “Nosotros estamos en 2.000 aproximadamente. Tener más investigadores es como tener gente que se ha formado en los colegios. No está mal. Hay países en los que para ser docente del primario tenés que tener un título universitario o un doctorado, así han salido adelante. O sea que todo lo que hagamos por la Educación y la investigación es muy bueno”, insistió la directora del Conicet Tucumán.
Bardón por su parte confirmó el envío de una parte de los $ 500 millones que la Nación prometió para Ciencia y Técnica. En principio serán $ 8 millones los que les corresponde a la UNT. La rectora dijo que la escasez de presupuesto para las ciencias no es solo un problema de la Argentina. Sucede en muchos países.
Colombo, por su parte, explicó que están buscando la manera de que se integren los investigadores en organismos públicos y en la actividad privada. También comentó que se está trabajando con el ministerio de Salud en la creación de una institución de doble dependencia en un hospital público “para que lo que investiguemos llegue a la cama del paciente”.
El país atraviesa un delicado contexto educativo. Los desalentadores datos de la prueba Aprender dejaron en evidencias las falencias en la construcción del conocimiento de los estudiantes de escuelas públicas primarias y secundarias y las desigualdades entre el interior y las ciudades cabeceras. Esto corrobora un problema que desde hace tiempo es tema de debate: la desarticulación entre el secundario y la universidad. Que lleva a tener altas tasas de deserción durante los primeros años.
Con este panorama, la exigencia hoy en un mundo que sigue avanzando es la integración y la llegada de los científicos a las aulas.
“Quiero recordar a Leonor de Cudmani, una investigadora de física que con su grupo formó la Asociación de profesores del secundario y trabajaron en talleres de capacitación para los profesores de física. Esto es un ejemplo de transferencia de los grupos científicos a la comunidad”, destacó Elisa Colombo, directora del Conicet Tucumán.
“Si un docente que hace investigación es capaz de transmitirle a su alumno que la ciencia no es cerrada, que está en permanente construcción, ahí tenés un futuro investigador”, destacó la profesional.
Del acto también participaron el subsecretario Innovación y Desarrollo Tecnológico de la Provincia (Sidetec), Roberto Tagashira; la secretaria de Ciencia, Arte e Innovación Tecnológica de la UNT (Scait), Cristina Apella y el director técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Daniel Ploper.
Colombo dijo que la investigación científica es una tarea de mucho compromiso y vocación, de mucha dedicación hacia la región y el país. Agregó que el Conicet Tucumán tiene 1.000 personas trabajando en total: un 33% son investigadores, un 35% 0 40% son becarios y luego está el personal de apoyo y el administrativo. Agregó que posee 16 unidades ejecutoras, de las cuales 11 son de doble pertenencia con la UNT, que es el principal socio de la institución en actividades científicas.
La directora del Conicet dijo que la sociedad reclama hoy a los investigadores “alimentos, medicación y que sean accesibles y funcionales que mejoren la calidad de vida y que estén al alcance de la comunidad”.
Con recortes y asimetrías
El bajo presupuesto para ciencia y tecnología que aprobó el Congreso de la Nación motivó que la comunidad científica saliera de los laboratorios y bibliotecas para protestar. Colombo y Bardón coincidieron en señalar también la asimetría en la distribución de investigadores en el país. “Luego del recorte que hubo (de ingresos a la carrera del Conicet) la distribución que se hizo no siguió los parámetros de la federalización. Si vemos el porcentaje de cada región nos tocó menos de lo que nos correspondía”, sostuvo Colombo.
Además de eso alertó sobre la baja cantidad de investigadores que tiene el país respecto del resto del mundo. Los estándares internacionales indican que hay entre 4.000 y 8.000 investigadores cada millón de habitantes. “Nosotros estamos en 2.000 aproximadamente. Tener más investigadores es como tener gente que se ha formado en los colegios. No está mal. Hay países en los que para ser docente del primario tenés que tener un título universitario o un doctorado, así han salido adelante. O sea que todo lo que hagamos por la Educación y la investigación es muy bueno”, insistió la directora del Conicet Tucumán.
Bardón por su parte confirmó el envío de una parte de los $ 500 millones que la Nación prometió para Ciencia y Técnica. En principio serán $ 8 millones los que les corresponde a la UNT. La rectora dijo que la escasez de presupuesto para las ciencias no es solo un problema de la Argentina. Sucede en muchos países.
Colombo, por su parte, explicó que están buscando la manera de que se integren los investigadores en organismos públicos y en la actividad privada. También comentó que se está trabajando con el ministerio de Salud en la creación de una institución de doble dependencia en un hospital público “para que lo que investiguemos llegue a la cama del paciente”.
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