09 Abril 2017
ASUNCIÓN.- El ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo, condenó ayer la violencia que impera en su país y prometió que el Frente Guasú que lidera seguirá impulsando un cambio participativo, democrático y en paz. “Este cambio, más temprano que tarde, se está acercando”, expresó el actual senador progresista, quien reapareció en público en un acto realizado en Coronel Oviedo, a 150 kilómetros de Asunción.
Lugo fue criticado porque no salió a apaciguar los ánimos tras los enfrentamientos entre policías y manifestantes que dejaron un muerto, decenas de heridos, 211 detenidos y el edificio del Congreso incendiado. “Nos dolió y nos seguirá doliendo cómo se está segando vida inocente”, expresó y recordó que también han sido masacrados cientos de campesinos, además del joven dirigente Rodrigo Quintana, del Partido Liberal Radical Auténtico, acribillado el sábado pasado por la Policía.
“No creemos en la violencia. Siempre la condenamos provenga de donde provenga. Si pudiéramos bajar esta violencia verbal e inclusive física y hasta estructural”, clamó. El ex obispo se ha vuelto un aliado coyuntural del centroderechista Partido Colorado, en el gobierno, con el cual impulsa una enmienda para habilitar la reelección presidencial, prohibida por la Constitución. Esta inesperada alianza con quienes lo destituyeron mediante un juicio político en 2012 favorecería las aspiraciones del actual presidente, Horacio Cartes, y del propio Lugo, cuya situación es confusa ya que no llegó a completar el mandato de cinco años en el cargo de presidente. (DPA)
Lugo fue criticado porque no salió a apaciguar los ánimos tras los enfrentamientos entre policías y manifestantes que dejaron un muerto, decenas de heridos, 211 detenidos y el edificio del Congreso incendiado. “Nos dolió y nos seguirá doliendo cómo se está segando vida inocente”, expresó y recordó que también han sido masacrados cientos de campesinos, además del joven dirigente Rodrigo Quintana, del Partido Liberal Radical Auténtico, acribillado el sábado pasado por la Policía.
“No creemos en la violencia. Siempre la condenamos provenga de donde provenga. Si pudiéramos bajar esta violencia verbal e inclusive física y hasta estructural”, clamó. El ex obispo se ha vuelto un aliado coyuntural del centroderechista Partido Colorado, en el gobierno, con el cual impulsa una enmienda para habilitar la reelección presidencial, prohibida por la Constitución. Esta inesperada alianza con quienes lo destituyeron mediante un juicio político en 2012 favorecería las aspiraciones del actual presidente, Horacio Cartes, y del propio Lugo, cuya situación es confusa ya que no llegó a completar el mandato de cinco años en el cargo de presidente. (DPA)
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