07 Abril 2017
DAMASCO, Siria.- Líderes mundiales aliados de Estados Unidos apoyaron el ataque misilístico contra una base aérea siria, en respuesta al supuesto bombardeo con armas químicas ocurrido esta semana en ese país, pero Rusia condenó la "agresión" y suspendió su coordinación con la aviación militar de Washington en el espacio aéreo sirio.
El bombardeo de anoche, el primer ataque deliberado de Estados Unidos contra fuerzas del presidente sirio, Bashar Al Assad, fue rechazado por Rusia, Irán y China, pero respaldado por la oposición política y armada siria, que expresaron su deseo de que marque un quiebre en más de seis años de guerra arrasadora.
El ataque también constituyó la acción militar de mayor envergadura y perfil ordenada por el presidente Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca, hace menos de tres meses, y arrastra aún más a Estados Unidos a un conflicto tan complejo como devastador.
El gobierno del ex presidente demócrata Barack Obama amenazó con un ataque militar de Estados Unidos contra Al Assad luego de un bombardeo con armas químicas ocurrido cerca de Damasco en 2013, pero que luego no lanzó porque Siria aceptó entregar sus reservas de armas químicas para ser destruidas.
Trump, que llegó al poder con elogios al presidente ruso, Vladimir Putin, originalmente había dicho que el rol de su país en Siria se reduciría al combate contra el grupo Estado Islámico (EI), pero esta semana dijo que el supuesto nuevo ataque con armas químicas en suelo sirio había cambiado su parecer sobre la guerra.
El Pentágono dijo que 59 misiles Tomahawk fueron disparados anoche contra la base aérea de Shayrat, una pequeña instalación con dos pistas de aterrizaje de donde salen aviones sirios para bombardear objetivos en el norte y el centro de Siria y de donde, según Washington, se lanzó el ataque con armas químicas.
Los misiles fueron lanzados desde dos barcos de guerra en el Mediterráneo, en represalia por el supuesto ataque con armas químicas de esta semana en la norteña localidad siria de Khan Shaykhun, en la provincia de Idleb, controlada en su mayor parte por la filial siria de la red islamista radical Al Qaeda. (Télam)
El bombardeo de anoche, el primer ataque deliberado de Estados Unidos contra fuerzas del presidente sirio, Bashar Al Assad, fue rechazado por Rusia, Irán y China, pero respaldado por la oposición política y armada siria, que expresaron su deseo de que marque un quiebre en más de seis años de guerra arrasadora.
El ataque también constituyó la acción militar de mayor envergadura y perfil ordenada por el presidente Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca, hace menos de tres meses, y arrastra aún más a Estados Unidos a un conflicto tan complejo como devastador.
El gobierno del ex presidente demócrata Barack Obama amenazó con un ataque militar de Estados Unidos contra Al Assad luego de un bombardeo con armas químicas ocurrido cerca de Damasco en 2013, pero que luego no lanzó porque Siria aceptó entregar sus reservas de armas químicas para ser destruidas.
Trump, que llegó al poder con elogios al presidente ruso, Vladimir Putin, originalmente había dicho que el rol de su país en Siria se reduciría al combate contra el grupo Estado Islámico (EI), pero esta semana dijo que el supuesto nuevo ataque con armas químicas en suelo sirio había cambiado su parecer sobre la guerra.
El Pentágono dijo que 59 misiles Tomahawk fueron disparados anoche contra la base aérea de Shayrat, una pequeña instalación con dos pistas de aterrizaje de donde salen aviones sirios para bombardear objetivos en el norte y el centro de Siria y de donde, según Washington, se lanzó el ataque con armas químicas.
Los misiles fueron lanzados desde dos barcos de guerra en el Mediterráneo, en represalia por el supuesto ataque con armas químicas de esta semana en la norteña localidad siria de Khan Shaykhun, en la provincia de Idleb, controlada en su mayor parte por la filial siria de la red islamista radical Al Qaeda. (Télam)
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