Se mudaron de Sud de Lazarte a La Madrid, hartos de las crecidas
“Somos los eternos fugitivos de las inundaciones”, asevera Juan Zelaya, quien dejó campo y casa para escapar del inclemente río Chico. Sin embargo, es ahora el río Marapa el que lo ha dejada sin nada. Otro tanto le ha ocurrido a Viviana Correa. “Dan ganas de seguir escapando”, lamentó
El agua no les pierde pisada. Donde van les llega sigilosa, voraz. Como un monstruo implacable, los abraza y los deja con lo puesto...
En los lugares de evacuaciones de La Madrid son más de medio centenar las personas que, desde hace décadas, vienen escapando de las crecientes que todos los años castigan al sudeste tucumano. Al principio vivieron en Esquina, luego se instalaron en Sud de Lazarte y, al final en La Madrid.
Pensaron que aquí podrían estar más a salvo. Y sin embargo otra vez los torrentes les dieron alcance. Viviana Beatriz Correa, madre de dos hijos, es una de las frustradas fugitivas de las crecientes. “Hace 17 años me vine de Sud de Lazarte. Hasta ahí llegaron mis padres desde Esquina, cuando era niña. Dejaron todo para no sufrir el apriete de las aguas del río Chico. Pero en ese pueblo la historia se repitió. Todos los años sufríamos inundaciones”, contó. “Por eso me vine hasta aquí” recordó.
Instalada en una carpa de plástico a orillas de la ruta 157, Viviana no puede creer que el agua, bendita para algunos, se le haya transformado en un tormento sin fin.
“Perdí todo una vez más. Ni sé cómo quedó mi casa. La levanté trabajando sin descanso. Nunca nadie me regaló nada. Ahora ni ganas dan de retornar a ver lo que quedó. En realidad dan ganas de seguir escapando”, se lamentó.
Abandono
Cerca, y con la mirada clavada en el suelo, Juan Zelaya, sentado en la banquina de la ruta 308, repetía: “no puede ser tanta desgracia. No puede ser...” Con el rostro desencajado por el golpe impiadoso de haber perdido todo bajo las aguas, contó que en La Madrid vive desde principios de 2.000. Y también llegó hasta este lugar desde Sud de Lazarte, fugándose de las aguas impiadosas que desmadran con frecuencia del río Chico.
“Me largué con mi esposa y dos hijos. Dejé todo allá: una casa, animales y cultivos. Me dolió mucho abandonar mi pueblo. Pero allá ya no se podía vivir. Me vine por la seguridad de mi familia”, apuntó.
Juan estaba instalado en la casa de su suegra cuando el sábado las aguas comenzaron a tapar La Madrid. “La creciente se llevó y destrozó todo lo que tenía. El corazón me quiere reventar de tanta angustia. Ahora, de nuevo, tengo que abandonar el hogar. Mi esposa se fue con mis hijos a Simoca y yo me quede cerca de casa”, relató.
“Nosotros, como otras varias familias de Esquina y Sud de Lazarte, somos los eternos fugitivos de las crecientes”, advirtió. “Ahora estoy pensando en irme a otro lado, no se adónde, pero me quiero ir. Aquí ya no me quedó nada” concluyó.
Desde Esquina y Sud de Lazarte, al este de Monteagudo, se estima que en los últimos años emigraron unas 600 familias. Todas, expulsadas por los constantes desbordes del río Chico. Muchas se instalaron en La Madrid y otras en Monteagudo y Simoca.
LA MADRID.- Funcionarios nacionales del Plan Belgrano, encabezados por José Cano, recorrieron en lancha la localidad más afectada.
SIMOCA.- El gobernador Juan Manzur y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, visitaron escuelas que funcionan como centros de evacuados.
AGRADECIMIENTO.- El ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, agradeció la labor social de los docentes. Estuvo en Graneros.
DESDE EL CIELO.- El secretario General de la Gobernación y coordinador del Comité de Emergencias, Pablo Yedlin, sobrevoló las áreas del sur provincial, como La Madrid, donde comenzó a bajar el agua.
LA INVERNADA Y LA COCHA.- El diputado nacional Facundo Garretón y la coordinadora del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Laura Costa, llevaron ayuda a los vecinos de La Invernada, El Puesto, La Cocha y Graneros.
Construirán defensas extra y abrirán centro para evacuados de manera preventiva
La gobernadora de Santiago del Estero, Claudia Abdala, decretó ayer la emergencia social para las ciudades afectadas por las lluvias. Sucedió luego de que encabezara una reunión del comité de emergencia.
La preocupación en la vecina provincia es que las tormentas y el estado del Embalse afecten a más familias de la capital, La Banda y Las Termas de Río Hondo. Las autoridades afirmaron que el dique recibe grandes aportes de agua por las intensas lluvias en la cuenca alta y de las derivaciones de los embalses tucumanos Escaba y El Cadillal.
Abdala ordenó la construcción de defensas extra para garantizar la seguridad de los vecinos; que se dispongan de bolsas de arena por si se necesitan para frenar eventualmente el agua en algunos barrios y la apertura preventiva de centros de evacuados en la capital y La Banda.