05 Abril 2017
Además de las pérdidas materiales, las inundaciones propinan otros golpes a la persona: en muchos casos, afectan su salud física y mental. A raíz de ello, entre las primeras comitivas oficiales que llegaron a La Madrid, el miércoles, se contó un equipo de Emergencias del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), que permanece sobre la vera de la ruta nacional N° 157.
“Atendimos cuadros de emergencia, sobre todo lipotimia -debido al cansancio- y deshidratación. También atendimos patologías crónicas agudizadas, debido a que mucha gente que sufre hipertensión, insuficiencia cardíaca o epilepsia dejó su medicamento cuando tuvo que ser evacuado. Y finalmente se atendieron patologías como consecuencia de las inundaciones: personas con fiebre, o diarrea con dolor abdominal. Fueron pocos, pero ahora sabemos que esto se va presentando con mayor frecuencia a medida de que van pasando los días”, explicó el subdirector de Emergencias Sanitarias de Tucumán, Juan Palavecino.
Contó que en La Madrid se presentaron cuadros que requirieron la derivación a los hospitales de Alberdi y de Aguilares. “Hemos tenido un par de casos graves, personas que presentaron convulsiones, que se habían descompensado. Pero fueron atendidos con celeridad”, precisó.
Añadió que no sólo atendieron las cuestiones estrictamente sanitarias, sino que también colaboraron en las evacuaciones de los habitantes de zonas afectadas.
Pero no sólo se vieron estos casos. También se atendieron cuestiones vinculadas a la salud mental. “En especial, realizamos atenciones de crisis. Específicamente hemos asistido cuadros de excitación psicomotriz, estrés agudo -obviamente debido al duelo que produjo todo esto, porque en esta zona las familias perdieron pertenencias, sus casas-; y se exacerbaron patologías crónicas de pacientes que vienen con tratamiento neurológico o psiquiátrico, por la situación de catástrofe. Por el momento, está todo contenido”, explicó a LA GACETA el director General de Salud Mental y adicciones del Siprosa, Walter Sigler.
“Atendimos cuadros de emergencia, sobre todo lipotimia -debido al cansancio- y deshidratación. También atendimos patologías crónicas agudizadas, debido a que mucha gente que sufre hipertensión, insuficiencia cardíaca o epilepsia dejó su medicamento cuando tuvo que ser evacuado. Y finalmente se atendieron patologías como consecuencia de las inundaciones: personas con fiebre, o diarrea con dolor abdominal. Fueron pocos, pero ahora sabemos que esto se va presentando con mayor frecuencia a medida de que van pasando los días”, explicó el subdirector de Emergencias Sanitarias de Tucumán, Juan Palavecino.
Contó que en La Madrid se presentaron cuadros que requirieron la derivación a los hospitales de Alberdi y de Aguilares. “Hemos tenido un par de casos graves, personas que presentaron convulsiones, que se habían descompensado. Pero fueron atendidos con celeridad”, precisó.
Añadió que no sólo atendieron las cuestiones estrictamente sanitarias, sino que también colaboraron en las evacuaciones de los habitantes de zonas afectadas.
Pero no sólo se vieron estos casos. También se atendieron cuestiones vinculadas a la salud mental. “En especial, realizamos atenciones de crisis. Específicamente hemos asistido cuadros de excitación psicomotriz, estrés agudo -obviamente debido al duelo que produjo todo esto, porque en esta zona las familias perdieron pertenencias, sus casas-; y se exacerbaron patologías crónicas de pacientes que vienen con tratamiento neurológico o psiquiátrico, por la situación de catástrofe. Por el momento, está todo contenido”, explicó a LA GACETA el director General de Salud Mental y adicciones del Siprosa, Walter Sigler.
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