Es tiempo de hacer terapia en Atlético

Es tiempo de hacer terapia en Atlético

La caída ante Gimnasia afectó los ánimos en el "Decano".

DEMASIADO INTENSO. Lavallén no respiró un segundo durante el partido con Gimnasia que significó su primera derrota como DT de Atlético en el torneo de Primera. Los cambios que propuso tampoco ayudaron. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA DEMASIADO INTENSO. Lavallén no respiró un segundo durante el partido con Gimnasia que significó su primera derrota como DT de Atlético en el torneo de Primera. Los cambios que propuso tampoco ayudaron. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
02 Abril 2017

Entre las frases sueltas dejadas por los jugadores de Atlético el viernes por la noche, consumada la derrota con Gimnasia y Esgrima La Plata, hay varias que describen sensaciones que producen un desencuentro casi insólito en el grupo.

Pablo Lavallén habló de su mensaje, de que le duele el hecho de ver que sus jugadores no captaron su idea futbolística y de que por primera vez se jugó realmente a lo que él no quiere. También dijo el entrenador que si sus dirigidos no lo entienden, él será quien intente comprenderlos. Algo así como que si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma irá a la montaña.

Lavallén necesita predicar y que su palabra sean entendible. Sus gestos de hombre abatido plasmaban una historia como que el DT les habla en otro idioma a sus discípulos.

“Gimnasia fue certero, nos metió el gol en un momento en que por ahí el equipo estaba acomodándose. Nos vamos tristes. No esperábamos esto, porque hace mucho no se perdía en casa. Hay que levantar la cabeza, trabajar y seguir remontando. Este es un gran equipo que sabe como recuperarse”, puntualizó Nery Leyes. Atlético no perdía en el Monumental desde el 3 de octubre pasado, por la fecha 5 del actual torneo de Primera, 2-0 ante Huracán.

“Ahora nos están metiendo goles y antes eso no pasaba. Mantener el cero era una de nuestras fortalezas. Hoy nos está costando”, asumió Leyes.

Durante la noche del viernes, y pese a que el equipo jugó mejor de lo que lo hizo en el 0-0 milagroso contra Aldosivi, también en 25 de Mayo y Chile, a varios de los protagonistas lucieron perdidos en el campo. Como si estuvieran chocándose unos a otros sin saber para dónde disparar.

“Por ahí tenemos que tener un poco más de práctica para funcionar mejor con el esquema que quiere el DT. Tenemos que levantar la cabeza”, señaló Guillermo Acosta, y luego se sinceró: “estamos perdiendo partidos que son ganables”. “Bebé” fue más allá, incluso: “La prioridad es el campeonato y siento que le estamos soltando la mano”.

Durante el entretiempo del partido con el “Lobo”, Lavallén habló con sus jugadores. En realidad, más que hablar les preguntó qué les estaba pasando. Su equipo había perdido la iniciativa y había dejado de presionar como él quería.

Hasta dijo que notaba que había una falta de carácter. La arenga en la pausa de 15 minutos no surtió efecto. Atlético no reaccionó perdió el partido

En cuanto a números, Atlético no está mal en el torneo, pero dejó pasar puntos importantes, teniendo en cuenta que ahora se viene una seguidilla que pinta de complicada: Rosario Central, Wilstermann (Copa), San Lorenzo, Racing, Wilstermann, River y Peñarol (Copa).

Eso sí, ante la consulta si perciben el inicio de una crisis, algunos futbolistas, caso Ignacio Canuto, lo negaron enfáticamente. “A mí me parece que es el mejor momento de la historia de Atlético. No me parece que sea un momento difícil. Me pareció injusto el resultado, pero ellos fueron contundentes y se llevaron el triunfo”, sostuvo.

“Soy responsable de las derrotas y lógicamente tendré que tratar de profundizar con los jugadores el mejor método para encarar los partidos que se vienen”, agregó durante la conferencia de prensa Lavallén, un Lavallén sincero y dolido. “Preocupa el no poder convencer a los futbolistas de la forma que yo quiero que jueguen”, siguió.

Acostumbrado a escapar de las difíciles, Atlético tiene la chance de demostrar el próximo viernes, en Rosario, que esta serie de derrotas y empates fueron apenas un bache en una historia deportiva que se niega a perder su brillo.

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