29 Marzo 2017
AL ATAQUE. Los exabruptos del venezolano Moncada (izquierda, hablando) casi abortan las deliberaciones. oea
WASHINGTON.- El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) finalizó su sesión de ayer sobre la crisis en Venezuela, luego de un intenso debate, sin realizar una votación ni emitir una declaración. Hubo una presentación de las delegaciones diplomáticas y la deliberación incluyó en una acalorada intervención del vicecanciller chavista, quien realizó airadas acusaciones a dos países.
La jornada inició con una prolongada discusión en la que las delegaciones de Venezuela, Bolivia y Nicaragua solicitaron que no se realice la sesión. Después de una hora de debate, la orden del día fue aprobada por 20 de 34 países, mientras que 11 naciones se opusieron infructuosamente a la realización del debate. Todo terminó conn una votación sobre una declaración que pide que la OEA siga “examinando opciones para lograr el restablecimiento de la normalidad democrática dentro del marco constitucional venezolano”.
México fue el primer país en intervenir, asegurando que la decisión de suspender a un país miembro es el último recurso y que antes deben agotarse otras instancias. No obstante, reclamó un cronograma electoral claro para crear un clima de consenso político y propuso que se lleve a cabo una revisión mensual de la situación en Venezuela.
“No sabemos dónde terminará esta crisis. Necesitamos actuar con urgencia”, manifestó el representante estadounidense, Michael Fitzpatrick, quien reclamó la liberación de presos políticos, comenzando por el líder opositor Leopoldo López.
En contraste, el diplomático por Haití, Jean Víctor Harvel Jean Baptiste, calificó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, como “golpista” por pedir la discusión de la situación venezolana. “Es un golpe de Estado maquillado a Venezuela. Las sanciones no son la respuesta”, acusó.
El enviado argentino, Juan José Arcuri, pidió un diálogo con resultados concretos. “Estamos preocupados por la crisis casi integral que atraviesa el hermano país. Para que dicho diálogo sea conducente y no sólo una pantalla, es necesario que se avance. Son necesarias soluciones prácticas y bien intencionadas”, señaló.
Tras escuchar las posiciones de sus pares, el delegado venezolano aseguró que no puede reconocer a los miembros de la OEA como miembros de buena voluntad. “Ustedes quieren obligarme a mí a violar mi propia Constitución”, esgrimió Samuel Moncada. “Ustedes están provocando un golpe de Estado en Venezuela. Muchos aquí han expresado su ignorancia. Creen que están ayudando cuando están haciendo daño”.
Luego, con vehemencia, Moncada realizó duras acusaciones contra Brasil y Colombia. Calificó al gobierno de Michel Temer de “golpista” y agregó: “si Colombia nos quiere ayudar, que pare la producción de cocaína”. Como reacción, varios embajadores amenazaron con dejar la sala en señal de protesta.
Una propuesta
La delegación de Canadá presentó un texto firmado por 20 países, que acordaron emplazar a la OEA a concretar una hoja de ruta para “apoyar el funcionamiento de la democracia y el respeto al Estado de Derecho” en Venezuela.
“Coincidimos en la necesidad de que encontremos propuestas concretas para definir un curso de acción que coadyuve a identificar soluciones diplomáticas, en el menor plazo posible, en el marco institucional de nuestra organización y a través de consultas con todos los Estados miembros”, indica el texto.
Sin embargo, no incluye las demandas de fijar un calendario electoral, liberar presos políticos y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Entre los firmantes del texto están Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Jamaica, Santa Lucía, Antigua y Barbuda, Barbados y Guyana. (el-nacional.com/diariolasamericas.com/ElUniverso.com)
La jornada inició con una prolongada discusión en la que las delegaciones de Venezuela, Bolivia y Nicaragua solicitaron que no se realice la sesión. Después de una hora de debate, la orden del día fue aprobada por 20 de 34 países, mientras que 11 naciones se opusieron infructuosamente a la realización del debate. Todo terminó conn una votación sobre una declaración que pide que la OEA siga “examinando opciones para lograr el restablecimiento de la normalidad democrática dentro del marco constitucional venezolano”.
México fue el primer país en intervenir, asegurando que la decisión de suspender a un país miembro es el último recurso y que antes deben agotarse otras instancias. No obstante, reclamó un cronograma electoral claro para crear un clima de consenso político y propuso que se lleve a cabo una revisión mensual de la situación en Venezuela.
“No sabemos dónde terminará esta crisis. Necesitamos actuar con urgencia”, manifestó el representante estadounidense, Michael Fitzpatrick, quien reclamó la liberación de presos políticos, comenzando por el líder opositor Leopoldo López.
En contraste, el diplomático por Haití, Jean Víctor Harvel Jean Baptiste, calificó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, como “golpista” por pedir la discusión de la situación venezolana. “Es un golpe de Estado maquillado a Venezuela. Las sanciones no son la respuesta”, acusó.
El enviado argentino, Juan José Arcuri, pidió un diálogo con resultados concretos. “Estamos preocupados por la crisis casi integral que atraviesa el hermano país. Para que dicho diálogo sea conducente y no sólo una pantalla, es necesario que se avance. Son necesarias soluciones prácticas y bien intencionadas”, señaló.
Tras escuchar las posiciones de sus pares, el delegado venezolano aseguró que no puede reconocer a los miembros de la OEA como miembros de buena voluntad. “Ustedes quieren obligarme a mí a violar mi propia Constitución”, esgrimió Samuel Moncada. “Ustedes están provocando un golpe de Estado en Venezuela. Muchos aquí han expresado su ignorancia. Creen que están ayudando cuando están haciendo daño”.
Luego, con vehemencia, Moncada realizó duras acusaciones contra Brasil y Colombia. Calificó al gobierno de Michel Temer de “golpista” y agregó: “si Colombia nos quiere ayudar, que pare la producción de cocaína”. Como reacción, varios embajadores amenazaron con dejar la sala en señal de protesta.
Una propuesta
La delegación de Canadá presentó un texto firmado por 20 países, que acordaron emplazar a la OEA a concretar una hoja de ruta para “apoyar el funcionamiento de la democracia y el respeto al Estado de Derecho” en Venezuela.
“Coincidimos en la necesidad de que encontremos propuestas concretas para definir un curso de acción que coadyuve a identificar soluciones diplomáticas, en el menor plazo posible, en el marco institucional de nuestra organización y a través de consultas con todos los Estados miembros”, indica el texto.
Sin embargo, no incluye las demandas de fijar un calendario electoral, liberar presos políticos y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Entre los firmantes del texto están Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Jamaica, Santa Lucía, Antigua y Barbuda, Barbados y Guyana. (el-nacional.com/diariolasamericas.com/ElUniverso.com)
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