“El bote se dio vuelta por la correntada y a los gritos cada cual alcanzó a agarrarse de los yuyos para que el agua no nos llevara. A mi hijo Marcelo, de 12 años, lo alcanzó a tomar uno de los rescatistas. Parecía que era nuestro último momento de vida. Pero yo repetía no, no me voy a morir”. El relato, angustiante y cargado de dramatismo, lo desgranó María Aguirre (43 años). Es una de las 100 personas que permanecían ayer evacuadas en la escuela Belisario López, de Graneros, a causa de las inundaciones que castigaron la zona a partir de la tarde del lunes.
Al lado de María, doña Margarita Cuello (75 años) lloraba desconsolada porque el agua le había llevado todas sus pertenencias. “Heladera, cama, dos freezers, televisor... Nada, nada me dejó”, repetía. Nadie lograba calmarla. Margarita fue otra de las sobrevivientes a bordo del bote de Defensa Civil que zozobró cuando, junto a otros seis parientes, ella era rescatada de la vivienda que posee en el km14 de la ruta 308.
“Eran como las dos de la tarde. Ni siquiera habíamos almorzado cuando comenzamos a escuchar un rumor raro. Al poco tiempo asomó una lengua de agua. Cuando nos dimos cuenta la correntada nos tenía acorralados”, contó angustiada Norma Vega. “Apenas tuvimos tiempo de subirnos desesperados a una pila de ladrillos y a los árboles que teníamos en el patio. Ahí estuvimos hasta que llegaron a auxiliarnos”, añadió. “Pensé que ya estábamos a salvo cuando nos hicieron subir al bote. Pero a los pocos metros de avanzar un fuerte torrente nos tiró al agua. Fue desesperante”, recordó Norma. “Teníamos agua a la vuelta. Ni siquiera veíamos a las cabras ni gallinas. Parece que ni eso nos dejó la creciente. Nunca sufrimos una situación igual”, apuntó.
Afortunadamente, el accidente no arrojó víctimas y se produjo a metros de la ruta. Los rescatistas de Defensa Civil tuvieron tiempo de ayudar a los náufragos a llegar hasta la carretera, el sector más elevado, para ponerlos a salvo. Las 100 personas evacuadas sufrieron la feroz arremetida de las aguas que desbordaron canales y acequias. Viven a orillas del tramo de la carretera que se extiende desde el km 14 hasta el 16. Ahí el nivel de las aguas llegó a cerca de dos metros.
Aunque el agua también avanzó al microcentro de Graneros, allí no provocó daños importantes ni obligó a evacuaciones.
En la escuela Belisario López los evacuados recibieron asistencia alimenticia y médica. La intendenta, María Alejandra Cejas, con autoridades de los ministerios del Interior, de Salud y Desarrollo Social de la Provincia, recorrió los sectores afectados por la inundación con el fin de definir las ayudas para los damnificados.
El jefe de la Regional Sur, comisario general Fermín Porello, indicó que La Cocha, Graneros y Alberdi tuvieron un registro pluviométrico elevado, con 120 mm en la zona de La Invernada entre las 7 y las 14 del lunes. “Es una de las causas principales del anegamiento que sufrieron varias poblaciones. En todos los casos hemos socorrido a esos lugares con la premura necesaria y tratando de auxiliar a la gente en situación de emergencia”, sostuvo.
Vuelve la normalidad
En Alberdi la creciente que padecieron los pobladores de varios barrios obligó a evacuar a 12 personas al Centro de Salud Municipal. Ayer la mayoría ya había retornado a sus hogares. Los establecimientos educativos privados y estatales no dictaron clases.
La escuela y la comisaría de Amberes quedaron anegadas
Acequias y canales que atraviesan Amberes (Simoca), localidad ubicada al este de Villa Quinteros, colapsaron durante la mañana de ayer. Familias de la zona y establecimientos estatales resultaron afectados. El agua ingresó a la comisaría, a la escuela 14 “Primero de Mayo” y a la secundaria. En ambos locales no se dictaron clases: los chicos no podían ingresar a las aulas.
La comisionada comunal, Graciela Silman, informó que no fue necesario realizar evacuaciones, pero apuntó que algunas familias permanecían aisladas porque se inundaron los caminos internos. “Es consecuencia de que los canales y acequias que bajan desde Villa Quinteros están en malas condiciones. El problema empeoró debido a la gran cantidad de agua caída”, comentó el agricultor Rolando Campos. “Esta es una zona de productores cañeros que demanda una inversión importante en el acondicionamiento de los desagües. De lo contrario corremos el riesgo de perder nuestros cultivos”, acotó.
En la escuela 14 los docentes contaron que es la segunda vez que el establecimiento sufre por culpa del desborde del canal que pasa por el frente. “Si los canales que bordean la ruta provincial fueran acondicionados para que el agua se escurra sin problemas no nos hubiéramos inundados. Si esto no se arregla, en el futuro será peor”, vaticinó Campos.
El desborde de los canales es el problema de fondo a solucionar
El desborde de los canales motivó las inundaciones en las zonas rurales del sur provincial, de acuerdo con lo informado por Ramón Imbert, subsecretario de Defensa Civil. El funcionario analizó la situación desde la escuela 159 “Base Naval Puerto Belgrano”, de La Invernada. Allí hizo base el comité de emergencia. Anoche seguía lloviendo, aunque la situación tendía a estabilizarse.
Imbert explicó que ayer fue imposible llegar por vía terrestre a Alto El Puesto, donde varias familias siguen aisladas, debido a que los caminos estaban intransitables. “En algunos puntos se formaron barrancos de hasta tres metros de alto”, apuntó. El problema es que cayó mucha agua en el campo, el suelo no pudo absorberla y por eso los canales no dieron abasto, estimó Imbert.
El Gobierno informó que hay 120 evacuados y que 2.000 metros de cañerías fueron dañadas por la tormenta, asi que estudian sistemas alternativos de provisión de agua potable. Se mantiene la alerta meteorológica.