Maduro rechaza las quejas de la gente que pasa hambre

Maduro rechaza las quejas de la gente que pasa hambre

En TV, el mandatario responde con evasivas

EN CARACAS. Mujeres con sus bebés en brazos esperan en una farmacia. reuters EN CARACAS. Mujeres con sus bebés en brazos esperan en una farmacia. reuters
24 Marzo 2017
CARACAS.- Una madre soltera le dice al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en vivo por televisión, que no puede alimentar adecuadamente a sus cuatro hijos, pero el mandatario en una visita a un centro de salud le cambia el tema y comenta a Joandry Smith que su nombre se parece al de una actriz.

Una joven denuncia ante el mandatario que sus compañeros de clases a veces se desmayan del hambre, y Maduro la reprende por no tomar el problema en sus manos. Y otro niño le comenta que se perdió una final de fútbol porque estaba hospitalizado, y Maduro opta por recomendarle que busque el juego en YouTube.

Las largas visitas televisadas a hospitales o escuelas del presidente socialista están destinadas a suavizar su imagen, pero sus adversarios señalan que en vez de ayudarlo más bien muestran su desconexión con la crisis económica por la que millones de personas se saltan comidas o padecen por falta de medicamentos.

“La verdad, por más que traten de ocultarla, siempre sale y les golpea en la cara y ‘en vivo por televisión’”, dijo el líder opositor y gobernador Henrique Capriles, en un discurso público. “El único que engorda en Venezuela es Maduro que ya ni cabe en la pantalla”, agregó, burlándose de la corpulenta figura del ex líder sindical.

En un país sumergido en su cuarto año de recesión económica, sus oponentes contrastan la imagen de Maduro con los resultados de recientes estudios de opinión.

Alrededor del 93% de los consultados en una encuesta reciente hecha por tres universidades dijeron no poder comprar suficiente comida y el 73% afirmó haber perdido peso en el último año.

“Para mantenerse en el poder, dicen que no está pasando nada”, apuntó Ludy Berrio, una trabajadora doméstica de 48 años, sentada en una acera mientras esperaba su turno en una larga fila para comprar dos paquetes de pasta y arroz en Caracas.

“Lo que hay es más hambruna cada día”, dijo la madre de dos niños que perdió unos 23 kilos el año pasado y que pasa los días alimentándose con arroz, plátanos y arepa de maíz.

Dieta obligada

Desde hace ya varios años, los venezolanos deben hacer largas filas para poder adquirir productos escasos, en particular alimentos con precios controlados por el Gobierno. Las fuerzas de seguridad a menudo custodian las colas, pero muchas veces ni eso evita las escaramuzas, e incluso algunos se desmayan bajo el sol.

En la actual coyuntura, algunos se han ofendido por el trato brusco de Maduro hacia las personas que dicen tener hambre en actos transmitidos por televisión. Un reciente comentario que hizo el Presidente sobre lo mucho que le gusta el pollo cocinado al vino no fue bien recibido por el público.

Muchos han llamado con ironía a su pérdida de peso la “dieta de Maduro”. Pero el mandatario se burló de la queja popular durante un evento para promover un programa de distribución de comida:

“La dieta de Maduro te pone duro.... sin necesidad de Viagra”, dijo el mandatario. (Reuters)

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