El cemento no deja crecer a los árboles

La ciudad crece a pasos agigantados y los árboles tienen cada vez menos espacio para crecer. “Hay que comprender que las ciudades están en continuo desarrollo. Tucumán creció un 400% desde el año 2010 y seguirá avanzando. Todos los espacios verdes de cañaverales, de citrus que todavía quedan entre Yerba Buena y Tafí Viejo, en El Manantial o en Los Nogales se van a transformar en una zona urbana. Tenemos que pensar ya como organizamos ese desarrollo”, dijo el doctor en biología, Alfredo Grau, quien inauguró la serie de charlas en el primer Simposio de Arbolado Urbano en Tafí Viejo.

El simposio fue organizado por la Municipalidad de Tafí Viejo, la Fundación Miguel Lillo y la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). La intención era abrir una discusión sobre el arbolado desde las distintas perspectivas. “El arbolado urbano es un tema de interés y de mucha sensibilidad para nosotros”, afirmó Oscar Barrionuevo, uno de los organizadores del evento.

Antes de ir a un receso, la abogada Ana María de la Vega analizó cómo la reforma del Código Civil y Comercial modificó la forma en que se relacionan el Estado y la comunidad. “El titular ahora es el Estado pero responde ya no sólo ante el propietario o frentista sino ante la comunidad. Esos intereses son los que denominamos derechos de incidencia colectiva”, explicó. “Es importante que comprendamos esto porque somos los individuos los que ponemos en práctica, en cada aspecto de nuestra vida, el nuevo código”, agregó.

Finalmente, el ingeniero agrónomo José Lucas y el arquitecto Oscar Chelela hablaron sobre la funcionalidad estética del árbol, desde la perspectiva paisajística. “Creo que a Tucumán le falta bastante planificación. Ni siquiera hace falta una ley sobre el arbolado urbano, sino que se apliquen todas las normas que tenemos. Si se pusieran en práctica correctamente, Tucumán podría ser un vergel”, sostuvo Lucas. El arquitecto, por su parte, resaltó la función social del árbol: “crean identidad en la sociedad. Cuando uno piensa en Tucumán, piensa en el lapacho rosado. Incluso en una época fue el logo de turismo de la provincia”.

Los compañeros de panel cerraron la charla con la presentación de un proyecto para plantar árboles en la diagonal que une las ciudades de Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán.

“El proyecto está listo y fue presentado a Vialidad provincial. Cuando el municipio lo disponga, se comenzará a aplicar”, contó Chelela. El trabajo consiste en plantar especies típicas de Tucumán para construir un paisaje con árboles. “Enriqueceremos la percepción sobre el territorio y le daremos identidad a la zona”, afirmó el arquitecto.

Alfredo Grau - Doctor en Biología

El arbolado urbano es una de las herramientas para moderar la temperatura, para mejorar la calidad de vida. No frena el calentamiento pero lo modera. Independientemente de la temperatura que es una cosa buena, el arbolado tiene un efecto positivo sobre los seres humanos, esto está comprobado científicamente. La gente que convive con el verde tiene mejor salud que la gente que no está en contacto con la naturaleza.

Ana María de la Vega- Abogada

El código civil nos tiene muy desconcertados. Reconozco que es muy importante difundirlo. Le ha dado una significación civil y comunitaria a la propiedad y una gran trascendencia a los valores ambientales. Ahora, el derecho de propiedad es menos absoluto que nunca, está condicionado por el derecho de la comunidad a un ambiente sano, a un paisaje, a la preservación del patrimonio y a la calidad de vida. 

José Lucas - Ingeniero Agrónomo

En Tucumán tenemos muchas posibilidades de forestación por la cantidad de árboles que tenemos, muchos de ellos con flores que los hacen muy vistosos, como el lapacho o el jacarandá. Entonces habría que usarlos de manera adecuada, en una sucesión de floraciones como para que a lo largo del año dispongamos de flores en la ciudad. Incluso le va marcando la personalidad de la ciudad, los árboles van a ir caracterizándola.

Oscar Chelela - Arquitecto paisajístico

Los paisajistas manejamos toda la cuestión morfológica de los árboles: sus copas, sus hojas, texturas, sonidos que producen, movimientos con el viento. Trabajamos en el paisaje con la percepción del territorio, por lo tanto, cada árbol transmite distintos tipos de sensaciones. Me centro en cuestiones que tienen que ver con otra parte del ser humano, que tiene que ver con satisfacer las necesidades vitales, estéticas.

Josefina Haedo - Doctora en biología

Me parece que ciudades que tengan más espacios verdes, siempre redundan en mejor calidad de vida para las personas. Siempre es lindo sentarse a tomar unos mates en el jardín, en un plaza, siempre uno busca momentos de recreación con la naturaleza. Eso trae aparejado también beneficios para la fauna. En estas charlas me gusta hacerles ver a las personas que pueden realizar aportes desde el jardín de su casa.