20 Marzo 2017
El arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca. ARCHIVO.
El sábado próximo la Iglesia católica celebra la solemnidad de la Anunciación del Señor y, en consonancia con ella, la jornada del niño por nacer.
Con ese motivo, el arzobispado de Tucumán convocó a la comunidad en general, parroquias, movimientos y colegios a la peregrinación por la vida y la familia que tendrá lugar ese día a partir de las 18. La peregrinación partirá desde la plaza Urquiza y se dirigirá hasta la Catedral, donde se celebrará la Eucaristía. Además, se hará un acto de desagravio “al dulce nombre de María y a su Hijo, nuestro Redentor”.
El arzobispo local, monseñor Alfredo Horacio Zecca, hizo pública una carta a sus fieles mediante la cual los exhorta a participar de estas actividades. “En este año la celebración tiene lugar en el marco de un horizonte que presenta ante nuestros ojos el lamentable deterioro que sufre nuestra sociedad”, expresa el prelado en uno de los párrafos de su carta. Y agrega: “La burda, insolente e irrespetuosa escenificación de la Santísima Virgen María abortando a su hijo Jesús en las mismas puertas de la Catedral ha significado un sacrilegio y una falta de respeto no sólo a la Iglesia sino -lo que es peor aún- a la fe del pueblo tucumano”.
El arzobispo aludió así a la performance que hizo un grupo de jóvenes de la organización “Socorros rosas” durante la marcha realizada en Tucumán el Día Internacional de la Mujer.
Derechos
“La defensa de los derechos de la mujer forma, sin lugar a dudas, parte del Evangelio de la Vida que está en el centro del mensaje de Jesús”, destaca monseñor Zecca en su carta. “Ciertamente no hay nada que objetar sino, por el contrario, es indispensable promover la igualdad de derechos y la complementariedad mutua entre el hombre y la mujer, expresada tanto en la revelación judeocristiana como en la ley natural”, añade el arzobispo. Y destaca: “pero la defensa de un valor tan importante no puede dar derecho a un pequeño grupo a pasar a la agresión a la fe religiosa de los cristianos que profesa la inmensa mayoría de nuestro pueblo”.
El mensaje de Zecca va más allá y alude también a la eutanasia. “En el plano cultural, social y político es cada vez más frecuente la interpretación de delitos como el aborto o la eutanasia como legítimas expresiones de la libertad individual, que deben reconocerse y ser protegidas como verdaderos y propios derechos”.
El prelado concluye su mensaje con una invitación “a manifestar, desagraviar y renovar nuestro pacto de fidelidad como pueblo tucumano con nuestra Madre la Virgen de La Merced... y repudiando toda manifestación de odio, discriminación o violencia contra quienes han cometido este sacrilegio, y pedir a Dios que les abra la mente para que descubran el misterio del hombre...”
Con ese motivo, el arzobispado de Tucumán convocó a la comunidad en general, parroquias, movimientos y colegios a la peregrinación por la vida y la familia que tendrá lugar ese día a partir de las 18. La peregrinación partirá desde la plaza Urquiza y se dirigirá hasta la Catedral, donde se celebrará la Eucaristía. Además, se hará un acto de desagravio “al dulce nombre de María y a su Hijo, nuestro Redentor”.
El arzobispo local, monseñor Alfredo Horacio Zecca, hizo pública una carta a sus fieles mediante la cual los exhorta a participar de estas actividades. “En este año la celebración tiene lugar en el marco de un horizonte que presenta ante nuestros ojos el lamentable deterioro que sufre nuestra sociedad”, expresa el prelado en uno de los párrafos de su carta. Y agrega: “La burda, insolente e irrespetuosa escenificación de la Santísima Virgen María abortando a su hijo Jesús en las mismas puertas de la Catedral ha significado un sacrilegio y una falta de respeto no sólo a la Iglesia sino -lo que es peor aún- a la fe del pueblo tucumano”.
El arzobispo aludió así a la performance que hizo un grupo de jóvenes de la organización “Socorros rosas” durante la marcha realizada en Tucumán el Día Internacional de la Mujer.
Derechos
“La defensa de los derechos de la mujer forma, sin lugar a dudas, parte del Evangelio de la Vida que está en el centro del mensaje de Jesús”, destaca monseñor Zecca en su carta. “Ciertamente no hay nada que objetar sino, por el contrario, es indispensable promover la igualdad de derechos y la complementariedad mutua entre el hombre y la mujer, expresada tanto en la revelación judeocristiana como en la ley natural”, añade el arzobispo. Y destaca: “pero la defensa de un valor tan importante no puede dar derecho a un pequeño grupo a pasar a la agresión a la fe religiosa de los cristianos que profesa la inmensa mayoría de nuestro pueblo”.
El mensaje de Zecca va más allá y alude también a la eutanasia. “En el plano cultural, social y político es cada vez más frecuente la interpretación de delitos como el aborto o la eutanasia como legítimas expresiones de la libertad individual, que deben reconocerse y ser protegidas como verdaderos y propios derechos”.
El prelado concluye su mensaje con una invitación “a manifestar, desagraviar y renovar nuestro pacto de fidelidad como pueblo tucumano con nuestra Madre la Virgen de La Merced... y repudiando toda manifestación de odio, discriminación o violencia contra quienes han cometido este sacrilegio, y pedir a Dios que les abra la mente para que descubran el misterio del hombre...”
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