Horas antes de su liberación, se confirmó que “Pico” Peralta trabajó en el Concejo de la capital
El sospechado de liderar “Los 30” está detenido desde septiembre. “No había razones para procesarlo”, advirtió su abogada. La Cámara Federal de Apelaciones concluyó que no hay elementos para vincularlo con la venta de drogas, aunque no fue sobreseído.
El mismo día en que le comunicaron su libertad por falta de mérito a José Antonio “Pico” Peralta, sospechado de liderar una banda de narcomenudeo, se confirmó que trabajó en el Concejo Deliberante hasta 2015, cuando ya tenía pedido de captura ordenado por la Justicia Federal. Su nombre cobró notoriedad luego de que se fugara de la comisaría de Delfín Gallo.
Poco antes de las 12, una unidad de traslado del Servicio Penitenciario se estacionó frente al edificio de Las Piedras al 400. Vigilado por dos guardiacárceles, Peralta descendió del vehículo y fue escoltado hasta el quinto piso del edificio. Allí fue notificado sobre su inminente liberación. Efectivos de la Policía Federal custodiaron celosamente los pasillos hasta que Peralta fue llevado nuevamente al penal.
El sospechado de ser líder de la banda narco “Los 30” había sido procesado por el juez federal Fernando Poviña, pero la Cámara Federal de Apelaciones revocó el procedimiento. “No pueden tenerse por configurados los elementos del tipo penal tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, estimaron los jueces Ricardo Sanjuán, Marina Cossio y Ernesto Wayar.
Poviña le había dictado un procesamiento el año pasado, al sospechar que Peralta era el responsable de un quiosco de venta de marihuana y cocaína que fue encontrado en su casa familiar, durante un allanamiento realizado por el 911 en 2014.
Su defensa, en cambio, respondió que “Pico” no tenía nada que ver con la sustancia encontrada y que la Policía había montado todo un escenario para perjudicarlo y cobrarle sobornos para no detenerlo.
Peralta declaró que estaba inscripto en la AFIP como monotributista y que sus ingresos provenían de su trabajo en Tucumán Central como jugador y preparador físico en el parque 9 de Julio.
“Hubo deficiencias en la investigación y por eso dictaron la falta de mérito. De todos modos, se mandó a profundizar la investigación. No había razones para procesarlo. Tampoco tiene un caudal económico que genere sospecha”, argumentó su defensora Silvia Furque.
El ex concejal peronista Eloy del Pino, quien estuvo a cargo del club, recordó a Peralta de esa época, pero aclaró que desconocía que este se desempeñaba como empleado del Concejo Deliberante.
“Lo conocía del club, porque yo estaba a cargo de la institución y él jugaba ahí. Es un club chico y yo nunca me metí en las decisiones de los entrenadores. Después se produjo el enfrentamiento con la banda de ‘Los Garra’ y ahí me enteré de esa situación. En el Concejo no fue nombrado por mí, pero hay que tener en cuenta que estuve en un acople que aglutina a mucha gente. Desconozco si fue nombrado. No era un militante político”, aclaró, sobre el pasado del acusado allí. Furque afirmó que Peralta realizaba tareas administrativas.
Desde muy joven “Pico” y su hermano “Oreja” entraron y salieron más de una vez de un calabozo, acusados de robo. Los investigadores sospechan que hace unos 10 años, los hermanos habrían decidido probar suerte en el negocio de las drogas. Se estima que comenzaron como “transas” y después formaron la banda conocida como “Los 30”.
Después de quedarse con el dominio de su barrio, fueron por más. El 11 de Marzo, el Alejandro Heredia y San Cayetano, según se sospecha, fueron algunos de los destinos que habrían elegido para instalar sus puntos de venta.
El 14 de noviembre de 2015, se conoció que la zona sur de la capital era codiciada por dos grupos narco que querían imponer su dominio. ”Los 30” se enfrentaron con “Los Garras”, en una batalla por quedarse con los clientes del barrio Victoria. Mariana de los Ángeles Ramallo (19), quedó en medio del fuego cruzado y fue acribillada. Ese día, todos quedaron en la mira.
Lo acusaron de ser uno de los grandes narcos de la provincia
La droga estuvo en el centro de la escena varias veces en 2016. Además de la fuga de José “Pico” Peralta -detenido por venta de estupefacientes-, el tema ganó las portadas cuando las fuerzas -Gendarmería, PSA, Policía Federal y Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop)- dieron golpes contra grandes organizaciones al detener a sus cabecillas. El primero en caer fue Jorge “Perro Kitín” Fernández, en junio.. En septiembre, la Federal ingresó a La Costanera y se llevó a Rogelio “Gordo” Villalba, quien habría traído droga desde Orán. En noviembre la Digedrop atrapó a Luis “Gordo Vaca” Vega y a su mano derecha, Rubén “Seco Ale” Astorga. Tenían consigo 165 kilos de estupefacientes