15 Marzo 2017
Desde Salta, la temible roya asiática amenaza con infectar los cultivos de soja de Tucumán
La EEAOC recomendó a los productores extremar los cuidados y realizar un monitoreo semanal para evaluar la sanidad de los campos Aseguran que las condiciones ambientales adversas favorecen el desarrollo de la enfermedad. Consejos
AMENAZA LATENTE. La roya asiática de la soja provoca lesiones en las hojas, lo cual reduce abruptamente el rendimiento final de los cultivos. ARCHIVO
La campaña actual de granos (2016/17) viene afrontando situaciones ambientales adversas durante los últimos meses, con periodos de estrés hídrico y térmico severos, lo que ha causado alarma entre los productores. Ahora, desde la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) salió otro aviso de alarma: la amenaza de la temible roya asiática de la soja.
Según el director técnico de la entidad, Daniel Ploper, en el laboratorio de la sección Fitopatología, el 10 de marzo se realizó la primera detección en el NOA de la roya, enfermedad causada por el hongo Phakopsora pachyrhizi. “La muestra corresponde a un lote comercial de soja que se encuentra en el estado fenológico R5, en la localidad de Mosconi, departamento San Martín (Salta). Allí se registraron valores de incidencia del 10% y severidad a nivel de trazas”, enfatizó Ploper.
Por esa razón, y considerando que existen condiciones favorables para la presencia de esta plaga y también de otras enfermedades de fin de ciclo, el directivo recomendó enfáticamente a los productores de Tucumán continuar el monitoreo semanal para evaluar el estado sanitario de los cultivos. “Hay que estar preparados para realizar aplicaciones de fungicidas si persisten dichas condiciones en los próximos días”, declaró.
El estado de los cultivos
Según expertos, los problemas ambientales registrados en los últimos meses, repercutieron en los diferentes cultivos de granos de manera generalizada y, especialmente en el caso de la soja, están provocando daños en los cultivos. Estos daños, dijo, tuvieron diferente intensidad en función de los factores particulares de cada situación. Los lotes más afectados fueron aquellos donde la soja fue sembrada en fechas tempranas, con cultivares de ciclo corto.
“En algunos de estos casos los daños son de magnitud significativa y afectarán los rendimientos, ya que el cultivo se encuentra hoy en periodos reproductivos, que son sus etapas más críticas. Incluso hay lotes que por falta de precipitaciones no pudieron ser sembrados con soja ni maíz, y quizás sean destinados a poroto”, señaló.
Las restantes fechas de siembras y cultivares de grupos de madurez más largo, también sufrieron el efecto ambiental, pero han incidido fundamentalmente en su estructura, generando plantas de menor porte que no logran cerrar el espacio entre líneas de siembra. “En estos entresurcos descubiertos, están apareciendo malezas que posiblemente no incidan demasiado en el rendimiento, pero que pueden repercutir de manera indirecta, lo cual incrementa el banco de semillas y dificulta la trilla.
Por otra parte, en algunas localidades, y especialmente en los ambientes del sur de la provincia de Tucumán y los que se encuentran en el sudeste catamarqueño, se realizaron siembras tardías (principio de enero) en un importante porcentaje de su superficie, debido a la demora en las precipitaciones en momentos óptimos. “Esta situación de retraso normalmente ocasiona menores rindes, porque al acotar el periodo vegetativo se desarrollan plantas con insuficiente estructura para lograr los mejores rindes, a lo que debe sumarse que también sufrieron los períodos de estrés antes mencionados”, según destacó un informe de la EEAOC.
Estos casos pueden agravarse en lotes que no tuvieron como antecesor una gramínea, o en suelos con baja fertilidad, o en aquellos en los que el control de malezas no fue el adecuado. Se ha incrementado considerablemente la presencia de malezas resistentes y tolerantes a los herbicidas. Las mismas compiten por el agua, los nutrientes y la luz; lo que también ocasiona reducciones en el rendimiento.
Las plagas
En relación a plagas y enfermedades, por el momento no se registraron problemas importantes con estos factores reductores del rendimiento, pero su influencia dependerá mucho de las condiciones ambientales próximas.
“Los rendimientos finales dependerán de diversos factores a partir de ahora. En las localidades más afectadas por el déficit hídrico, solo hay que esperar que se regularicen las lluvias, de manera que permitan mejorar el desarrollo del cultivo, especialmente en los estadios más críticos, que ya se iniciaron y se prolongarán en los próximos meses”, destacó la EEAOC.
Por supuesto será clave el manejo sanitario en lo que resta del ciclo del cultivo, ya que son las etapas que definen el rendimiento final. “Es fundamental entonces el monitoreo de los productores”, finalizó.
Según el director técnico de la entidad, Daniel Ploper, en el laboratorio de la sección Fitopatología, el 10 de marzo se realizó la primera detección en el NOA de la roya, enfermedad causada por el hongo Phakopsora pachyrhizi. “La muestra corresponde a un lote comercial de soja que se encuentra en el estado fenológico R5, en la localidad de Mosconi, departamento San Martín (Salta). Allí se registraron valores de incidencia del 10% y severidad a nivel de trazas”, enfatizó Ploper.
Por esa razón, y considerando que existen condiciones favorables para la presencia de esta plaga y también de otras enfermedades de fin de ciclo, el directivo recomendó enfáticamente a los productores de Tucumán continuar el monitoreo semanal para evaluar el estado sanitario de los cultivos. “Hay que estar preparados para realizar aplicaciones de fungicidas si persisten dichas condiciones en los próximos días”, declaró.
El estado de los cultivos
Según expertos, los problemas ambientales registrados en los últimos meses, repercutieron en los diferentes cultivos de granos de manera generalizada y, especialmente en el caso de la soja, están provocando daños en los cultivos. Estos daños, dijo, tuvieron diferente intensidad en función de los factores particulares de cada situación. Los lotes más afectados fueron aquellos donde la soja fue sembrada en fechas tempranas, con cultivares de ciclo corto.
“En algunos de estos casos los daños son de magnitud significativa y afectarán los rendimientos, ya que el cultivo se encuentra hoy en periodos reproductivos, que son sus etapas más críticas. Incluso hay lotes que por falta de precipitaciones no pudieron ser sembrados con soja ni maíz, y quizás sean destinados a poroto”, señaló.
Las restantes fechas de siembras y cultivares de grupos de madurez más largo, también sufrieron el efecto ambiental, pero han incidido fundamentalmente en su estructura, generando plantas de menor porte que no logran cerrar el espacio entre líneas de siembra. “En estos entresurcos descubiertos, están apareciendo malezas que posiblemente no incidan demasiado en el rendimiento, pero que pueden repercutir de manera indirecta, lo cual incrementa el banco de semillas y dificulta la trilla.
Por otra parte, en algunas localidades, y especialmente en los ambientes del sur de la provincia de Tucumán y los que se encuentran en el sudeste catamarqueño, se realizaron siembras tardías (principio de enero) en un importante porcentaje de su superficie, debido a la demora en las precipitaciones en momentos óptimos. “Esta situación de retraso normalmente ocasiona menores rindes, porque al acotar el periodo vegetativo se desarrollan plantas con insuficiente estructura para lograr los mejores rindes, a lo que debe sumarse que también sufrieron los períodos de estrés antes mencionados”, según destacó un informe de la EEAOC.
Estos casos pueden agravarse en lotes que no tuvieron como antecesor una gramínea, o en suelos con baja fertilidad, o en aquellos en los que el control de malezas no fue el adecuado. Se ha incrementado considerablemente la presencia de malezas resistentes y tolerantes a los herbicidas. Las mismas compiten por el agua, los nutrientes y la luz; lo que también ocasiona reducciones en el rendimiento.
Las plagas
En relación a plagas y enfermedades, por el momento no se registraron problemas importantes con estos factores reductores del rendimiento, pero su influencia dependerá mucho de las condiciones ambientales próximas.
“Los rendimientos finales dependerán de diversos factores a partir de ahora. En las localidades más afectadas por el déficit hídrico, solo hay que esperar que se regularicen las lluvias, de manera que permitan mejorar el desarrollo del cultivo, especialmente en los estadios más críticos, que ya se iniciaron y se prolongarán en los próximos meses”, destacó la EEAOC.
Por supuesto será clave el manejo sanitario en lo que resta del ciclo del cultivo, ya que son las etapas que definen el rendimiento final. “Es fundamental entonces el monitoreo de los productores”, finalizó.