Olavarría todavía está llena de sombras

Dos muertos, varios heridos, una ciudad colapsada por donde se la mire, cientos de personas evacuadas en camiones de basura de la Municipalidad de Olavarría y otras 20 que todavía deambulan por la ciudad sin poder ser localizadas por sus familiares. Ese es hasta el momento el saldo del recital del Indio Solari el fin de semana en esa ciudad bonaerense, y mientras se esperan las autopsias para determinar por qué murieron los dos fans, han llovido las críticas a la organización del evento. Vengan de donde vengan, las pedradas coinciden en algo: en el predio La Colmena había al menos 300.000 personas, cuando en los planes declarados por la productora se había contemplado la mitad de ese número.

Conforme pasan las horas aparecen más voces que se manifiestan en contra de espectáculos tan masivos, que desbordan no sólo los predios donde se organizan sino las ciudades que los soportan. Con esto, pareciera que las legendarias “misas” ricoteras comienzan a quedarse sin lugar en el mapa.

Juan Pablo Bahillo, diputado provincial y ex intendente de Gualeguaychú, donde en abril de 2014 se presentó Solari, dijo que no lo volvería a hacer. “Nosotros terminamos en muy malos términos con la productora ya que, más allá de organizar el espectáculo, pretendían meterse con la organización de la ciudad. Le pusimos límites porque nuestra prioridad era que la gente llegara tranquila a disfrutar del espectáculo y después se desconcentrara con la mayor normalidad posible”, declaró el ex jefe comunal.

Tres veces ha recibido la ciudad bonaerense de Tandil recitales de Solari y no se registraron incidentes, a pesar de la multitud. Sin embargo, el intendente, Miguel Angel Lunghi, sostuvo ayer que no deberían seguir organizándose eventos tan masivos, sino dividirlos en cuatro o cinco fechas al año. “Tuvimos una persona drogada, que tomó a una chica de 26 años en un kiosco y le puso un cuchillo en el cuello; no pasó nada pero podría haber pasado. Desde ahí decidimos no hacerlo más”, relató el funcionario, deslizando que la megaconcentración ricotera no volverá a tener lugar en esa ciudad.

La tragedia del último show podría marcar un punto de inflexión en la carrera de Solari. No ya por su edad o por el Parkinson que avanza en su cuerpo, sino porque la enorme misa anual se va quedando sin “templos” para soportarla.