14 Marzo 2017
ÍCONO DE LA NOCHE. Irma Abraham fue la primera en abrir un hotel alojamiento en Tucumán. ARCHIVO LA GACETA / ÁLVARO MEDINA
Irma "La Turca" Abraham, también conocida como la "Madama Tucumana", murió a los 89 años. Era dueña de tres conocidos moteles de Tucumán y en 2012 declaró en el juicio por María de los Ángeles "Marita" Verón.
"La Turca" había llegado desde Siria en 1932 junto con sus padres. Se casó dos veces y tuvo un tercer compañero, aunque sin dar el "sí". Si bien no tuvo hijos biológicos, se hizo cargo 10 niños como si fueran propios.
En los años ’70 fue propietaria de El Paraíso en San Javier y luego fue dueña de los moteles Sideral, Halley y OVNI. Este último, ubicado en El Manantial, fue el primero en abrir y hace unos años se transformó en un hotel familiar para poder afrontar los impuestos.
"Los moteles, así como está la mayoría, van a desaparecer. Han cambiado mucho las costumbres. Antes había más prejuicios y más pudor. Ya nadie se escandaliza por ver salir o entrar del motel a una mujer. Antes, ellas se escondían; ahora salen del 'telo' y esperan que las aplaudan", afirmó en una entrevista a LA GACETA en 2013.
Durante cuatro décadas en el negocio afirmó que tuvo que aprender a modernizarse. "Recuerdo que me resistía a poner películas porno, pero tuve que traerlas porque la gente la demandaba. También fui pionera en incorporar el jacuzzi y el kamasutra. Con esto último tuvimos una mala experiencia: un hombre grande, habrá tenido 90 años, casi se nos muere de un paro cardíaco, así que decidimos sacar ese servicio", confesó.
"La Turca" había llegado desde Siria en 1932 junto con sus padres. Se casó dos veces y tuvo un tercer compañero, aunque sin dar el "sí". Si bien no tuvo hijos biológicos, se hizo cargo 10 niños como si fueran propios.
En los años ’70 fue propietaria de El Paraíso en San Javier y luego fue dueña de los moteles Sideral, Halley y OVNI. Este último, ubicado en El Manantial, fue el primero en abrir y hace unos años se transformó en un hotel familiar para poder afrontar los impuestos.
"Los moteles, así como está la mayoría, van a desaparecer. Han cambiado mucho las costumbres. Antes había más prejuicios y más pudor. Ya nadie se escandaliza por ver salir o entrar del motel a una mujer. Antes, ellas se escondían; ahora salen del 'telo' y esperan que las aplaudan", afirmó en una entrevista a LA GACETA en 2013.
Durante cuatro décadas en el negocio afirmó que tuvo que aprender a modernizarse. "Recuerdo que me resistía a poner películas porno, pero tuve que traerlas porque la gente la demandaba. También fui pionera en incorporar el jacuzzi y el kamasutra. Con esto último tuvimos una mala experiencia: un hombre grande, habrá tenido 90 años, casi se nos muere de un paro cardíaco, así que decidimos sacar ese servicio", confesó.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular