Las tarifas residenciales de gas que superen los $ 250 finales, incluido impuestos, tendrán incrementos de entre 300% y 500%, dependiendo de la categoría. Esto fue anunciado hoy por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien confirmó además un aumento, entre abril y octubre, de 22,5% para el precio del fluido en boca de pozo.
Según fuentes del mercado, el aumento tarifario se establecerá de forma escalonada: en abril y octubre o noviembre de 2017, y en abril de 2018, con la intención de atenuar el impacto que tendrá el ajuste en los bolsillos de los usuarios. También dijeron que, si bien aún no están definidas las variaciones de los valores en distribución y en transporte, las subas en las boletas podrían ser menores que los porcentajes que se manejan hoy.
De acuerdo con el titular de Energía, el Gobierno evalúa asimismo establecer topes de aumento para las facturas del servicio de gas superiores a ese monto.
Al disertar en la Audiencia Pública que se desarrolla en el Teatro de la Ribera, en el barrio porteño de La Boca, el funcionario también informó una reducción de un 5% a los subsidios que se aplican sobre la producción de gas natural, que representa aproximadamente un 40% del valor de la factura que reciben los usuarios residenciales, por lo que el costo pasará de U$S 3,42 a U$S 3,77 el millón de BTU.
El ministro sostuvo que el objetivo del Gobierno es lograr una reducción gradual y previsible de los subsidios a la producción y la importación de gas natural, para no sólo recuperar en tarifa el costo económico de la producción, sino ir reduciéndolo, consignó la agencia DyN.
El titular de la cartera de Energía sostuvo que el 60% de los argentinos tiene acceso a la red de gas natural y que hoy se está subsidiando el 50% del consumo, en general, mientras que en el caso de la Patagonia alcanza al 81%