Ruidos, peleas e inseguridad: Mendoza al 800 se convirtió en una de las peores cuadras del centro
Ruidos, enfrentamientos entre grupos de jóvenes, inseguridad y suciedad. Los vecinos de Mendoza al 800 conviven con esta realidad todos los fines de semana. A pesar de que sus quejas a las autoridades se repiten, aún no encontraron respuestas.
“Esta zona es peligrosa durante la noche. Hace dos fines de semana hubo tiros. Se enfrenan continuamente los que salen de Jazmín de Luna y de Galáctica (los boliches que funcionan en la zona). Los vecinos realizamos varias presentaciones solicitando seguridad. Llamamos a la Policía cuando se produjeron disturbios, pero el patrullero llegó y se retiró al observar que decenas de personas participan en los enfrentamientos”, comentó Alfredo Fleischmacher.
Este vecino comentó que la respuesta oficial fue que los locales nocturnos cuentan con habilitación y que deben asegurar la seguridad interna, no así en la vía pública.
“El desorden no es tan significativo durante el día; el descontrol se presenta en la noche”, agregó el vecino. Su hijo, quien permaneció a su lado, respaldó cada observación.
Cecilia Vendrell, dueña de un local comercial, contó que se topan todos los sábados por la mañana con las veredas sucias. “Se convierten en un baño público. También vemos botellas y envases de bebidas alcohólicas y basura”, relató.
¿Qué pasa durante el día?
Al descontrol que reina durante la noche se suma otra situación, pero esta vez diurna: los problemas que producen los autos y las motos estacionadas en doble fila y los vendedores ambulantes de frutas y verduras que copan las veredas.
En esa cuadra (la única de la Mendoza que corre en dirección este-oeste) hay un sector destinado al estacionamiento de motos. Tamibén funciona una parada tubo de taxis y en el resto de la cuadra paran autos particulares. Cuando se ocupan todos los espacios disponibles, los concuctores empiezan a dejar sus autos en doble fila.
Ramón Torres y su familia se desempeñan como cuidacoches a lo largo de esos 100 metros. “Hace más de tres años que trabajo aquí. Mi familia vive de esto. Antes trabajaba en un negocio de celulares, pero cuidar las motos me generó mayores ingresos”, comentó.
El cuidador recibe entre $ 5 y $ 10 por cada moto (toda la mañana) y hasta $ 30 por los autos.