China quiere calmar tensiones entre EEUU y Corea del Norte

China quiere calmar tensiones entre EEUU y Corea del Norte

PELIGRO. El líder norcoreano Kim Jong-un está conforme con los ensayos. FOTO DE REUTERS. PELIGRO. El líder norcoreano Kim Jong-un está conforme con los ensayos. FOTO DE REUTERS.

Beijing advierte que estadounidenses y coreanos caminan hacia un choque frontal. La Cancillería china apuesta a que las partes bajen las armas y negocien la paz. Ni misiles ni defensas antimisiles.

09 Marzo 2017

PEKÍN/WASHINGTON/SEÚL/PYONGYANG.- China se ofreció para mediar entre Corea del Norte y Estados Unidos, que empezó a instalar en Corea del Sur un sistema antimisiles Thaad rechazado por Moscú, Beijing, y una Pyongyang condenada otra vez en el Consejo de Seguridad por sus ensayos misilísticos.

La cancillería china, para ello, propuso un pacto a Estados Unidos y Corea del Norte para frenar el reciente aumento de las tensiones y evitar una “colisión frontal”, en un nuevo intento de Beijing por estabilizar la escena regional y global.

El ministro de Relaciones Exteriores del país, Wang Yi, sugirió que Pyongyang suspenda sus ensayos armamentísticos a cambio de que Washington y Seúl cesen sus maniobras militares, y se pueda volver a la mesa de negociaciones. “Ambas partes son dos trenes que aceleran, se dirigen el uno hacia el otro y nadie quiere dejar paso. La pregunta es: ¿están realmente preparados para una colisión frontal?”, manifestó Wang en la única rueda de prensa que ofrece al año, en el marco del plenario anual de la Asamblea Nacional Popular.

La prioridad de China es encender “la luz roja” y “echar el freno” a ambos trenes, remarcó el canciller, pocos días después de la última prueba de misiles de Corea del Norte, con la que Japón y Estados Unidos consideraron que Pyongyang escaló a una nueva fase de amenaza.

Wang dedicó críticas a ambas partes: por un lado, condenando las pruebas norcoreanas que “ignoraron la oposición de la comunidad internacional” y, por otro, las actividades militares de Estados Unidos y Corea del Sur, que añaden presión a Pyongyang.

Ante las críticas del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la falta de voluntad de Beijing para frenar a Corea del Norte, el ministro asumió públicamente el papel que juega la potencia asiática: como país vecino con una relación muy estrecha con la península coreana, “China es indispensable para la resolución del conflicto”, afirmó. No obstante, insistió en que la disputa es entre Washington y Pyongyang, y, desde el papel de mediador, consideró que el proceso de desnuclearización en la península debe ir acompañado del establecimiento de un mecanismo de paz.

Formalmente, la guerra de Corea, que tuvo lugar hace ya más de 60 años, no ha concluido, y lo que media entre las fuerzas combinadas de Estados Unidos y Corea del Sur, por un lado, y las norcoreanas, por el otro, es una línea de cese de fuego y no un límite formal.

“Las conversaciones (a seis bandas entre Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, China, Japón y Rusia) merecen otra oportunidad. La paz aún está a nuestro alcance”, instó.

Wang se mostró más combativo en referencia al escudo antimisiles Thaad en suelo surcoreano y advirtió de que el sistema, que Estados Unidos comenzó a instalar esta semana, acabará dañando a la propia Corea del Sur y a otras naciones. El Thaad “hará menos segura” a Corea del Sur, opinó Wang.

Repudio de la ONU

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó el martes, en Nueva York, el lanzamiento de misiles balísticos que realizó el lunes Corea del Norte y manifestó su preocupación por su comportamiento “cada vez más desestabilizador”, según informó la agencia surcoreana de noticias Yonhap. El gremio exigió a Corea del Norte que respete las resoluciones de la ONU, que prohiben el lanzamiento de ese tipo de misiles. (Télam)

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