08 Marzo 2017
La economía brasileña se derrumbó 3,6% en el 2016, con lo que se confirma que el principal socio comercial de Argentina ha transcurrido dos años seguidos en recesión, luego de la caída de 3,8% en 2015, según informó el Instituto de Geografía y Estadística (IBGE).
El resultado del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) reflejó el pozo económico de Brasil en 2016, cuando la mayor economía de América Latina vivió su peor crisis política desde el fin de la dictadura militar en 1985, con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff y la asunción del ex vicepresidente Michel Temer.
Según el IBGE, la secuencia de dos años seguidos de caída brusca en la economía es apenas comparable con los coletazos que Brasil vivió en 1930 y 1931, como resultado de la crisis mundial originado por el crack financiero en los Estados Unidos.
Incluso, según el IBGE, que desde 1901 realiza las estadísticas, 2015 y 2016 fueron los peores años de la historia en términos de derrumbe económico.
El sector agropecuario, que se destacaba hasta 2015 como uno de los segmentos donde la crisis era resistida, cayó 6,6% el año pasado, en la industria el desplome fue de 3,8%, y en el sector servicios de 2,7%.
La tasa de inversión del 16% fue la más baja de la era democrática. El porcentaje para la apertura de fábricas, investigación científica y maquinaria cayó 10,5% mientras que el consumo de las familias brasileñas cayó 4,2%, contra el 3,9% de 2015.
Para este año, las previsiones del mercado privado reunidas por el Banco Central es de un crecimiento del 0,49%, mientras el Gobierno de Temer espera recuperar el clima de inversiones privadas tras la enmienda constitucional que congeló el gasto público por 20 años, y el inicio en el Congreso de las reformas jubilatoria y laboral.
El Ejecutivo informó que preparaba un paquete con 55 medidas, entre ellas las privatizaciones de empresas públicas de los Estados.
Según difundió un comunicado del IBGE, el PBI de Brasil cayó 0,9% en el cuarto trimestre respecto del tercer trimestre de 2016.
Sin embargo, en el cuarto trimestre y frente a la perspectiva de una cosecha récord este año, en el cuarto trimestre la actividad agropecuaria creció 1% respecto del trimestre anterior.
En comparación con el cuarto trimestre de 2015, la economía cayó 2,5%, lo cual confirma que pese a las medidas de ajuste del Gobierno con el apoyo del Congreso, deberán esperar a 2017 para encontrar señales positivas. (Télam)
El resultado del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) reflejó el pozo económico de Brasil en 2016, cuando la mayor economía de América Latina vivió su peor crisis política desde el fin de la dictadura militar en 1985, con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff y la asunción del ex vicepresidente Michel Temer.
Según el IBGE, la secuencia de dos años seguidos de caída brusca en la economía es apenas comparable con los coletazos que Brasil vivió en 1930 y 1931, como resultado de la crisis mundial originado por el crack financiero en los Estados Unidos.
Incluso, según el IBGE, que desde 1901 realiza las estadísticas, 2015 y 2016 fueron los peores años de la historia en términos de derrumbe económico.
El sector agropecuario, que se destacaba hasta 2015 como uno de los segmentos donde la crisis era resistida, cayó 6,6% el año pasado, en la industria el desplome fue de 3,8%, y en el sector servicios de 2,7%.
La tasa de inversión del 16% fue la más baja de la era democrática. El porcentaje para la apertura de fábricas, investigación científica y maquinaria cayó 10,5% mientras que el consumo de las familias brasileñas cayó 4,2%, contra el 3,9% de 2015.
Para este año, las previsiones del mercado privado reunidas por el Banco Central es de un crecimiento del 0,49%, mientras el Gobierno de Temer espera recuperar el clima de inversiones privadas tras la enmienda constitucional que congeló el gasto público por 20 años, y el inicio en el Congreso de las reformas jubilatoria y laboral.
El Ejecutivo informó que preparaba un paquete con 55 medidas, entre ellas las privatizaciones de empresas públicas de los Estados.
Según difundió un comunicado del IBGE, el PBI de Brasil cayó 0,9% en el cuarto trimestre respecto del tercer trimestre de 2016.
Sin embargo, en el cuarto trimestre y frente a la perspectiva de una cosecha récord este año, en el cuarto trimestre la actividad agropecuaria creció 1% respecto del trimestre anterior.
En comparación con el cuarto trimestre de 2015, la economía cayó 2,5%, lo cual confirma que pese a las medidas de ajuste del Gobierno con el apoyo del Congreso, deberán esperar a 2017 para encontrar señales positivas. (Télam)
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