> JULIA LÓPEZ DE DI BACCO
Estoy casada, tengo 51 años y soy madre de 11 hijos. Dicto charlas de orientación familiar y participo en grupos de espiritualidad.
Cuando era adolescente pensaba en quedarse soltera, estudiar Diplomacia y dedicarse a viajar. Hizo todo lo contrario. No sólo se casó, sino que tuvo 11 hijos. El más grande tiene 30 y el más pequeño apenas cinco. Julia López de Di Bacco ríe cuando recuerda que su marido, Rodolfo, le decía que quería tener una familia con seis hijos: “¡Yo me asustaba tanto cuando lo escuchaba!” Siempre estaba embarazada. Pasó muchos años de su vida con un bebé en el vientre. “No es fácil”, confiesa. “Pero siempre pienso que he podido hacerlo porque he tenido un buen equipo con mi marido. Son admirables las mujeres que crían los hijos solas. Porque por mucho que uno piense que el marido no sirve para nada, estar sola es otra cosa. En los viajes yo soy la que cuenta las valijas, los chicos, los papeles y él disfruta del paisaje. Pero una vez que viajé sin él sentí que me faltaba ese apoyo moral”, ríe.
Ser madre como lo es Julia significa correr todo el día, trabajar las 24 horas en la casa, empezar a levantar chicos desde que abre el ojo. Lo reconoce. Y sabe también que no es una actividad para cualquiera. “Debería ser considerado casi como una profesión. Muchas mujeres son madres pero no tienen vocación. Por eso hay escuelas para padres y hasta una carrera de orientador familiar en la universidad”, dice. Sin embargo Julia piensa que el Día de la Mujer es casi innecesario. “Porque si bien el origen es bueno, hay una corriente ultrafeminista con la que no estoy de acuerdo. Creo que debemos destacar las virtudes y las cualidades que tiene la mujer, pero creo que no debemos engancharnos con el mensaje de la violencia que plantea un enfrentamiento entre hombres y mujeres”, sostiene. “Mi mamá siempre me decía ¿por qué vamos a discutir si somos iguales a los hombres si sabemos que somos superiores? Pero este día se ha convertido en un discurso violento de desprecio, cuando en realidad el hombre cumple un rol muy importe en la sociedad y en la familia. Una sociedad se desarrolla mejor cuando cada uno cumple su rol”, opina. Y sostiene: “la madre es insustituible en la casa, porque en los hogares está el futuro de nuestra sociedad”.